Si era honesto debía reconocerlo: estaba exhausto y no era precisamente por el camino, sino por todo lo que había pasado en el último año para ellos. Habían pasado de ser una pareja dispareja y feliz, a ser pared de una bebé preciosa, y en medio había ocurrido la guerra más terrible de sus vidas. P
No tenían que ofrecérselo dos veces. Jhon estaba más que emocionado de poder volver al ruedo con su reina, la empujó hacia la habitación y antes de que ella volviera a abrir los ojos, él ya estaba más desnudo que al venir al mundo. —Tengo que reconocerlo. ¡Eres muy guapo! ¡Demasiado guapo! —rio ell
OCHO MESES DESPUÉS. Se habían ido demasiado rápido. Un día Dandara solo de dedicaba a dormir y en un abrir y cerrar de ojos era un diminuto todoterreno que gateaba por las alfombras y ponía perdida su silla de comer porque ya quería hacerlo todo sola. Chiara y Jhon se habían quedado a vivir en Par
Sinopsis Milo era el más joven de los varones Keller. Desinhibido, coqueto y risueño, con él todo estaba bien siempre... hasta que su hermana y su sobrina son víctimas del tráfico de bebés. De ahí en adelante su vida disipada se convierte en una misión por volver a reunir familias rotas; por suerte
Aquella cama voló como si hubiera sido de juguete, porque aunque se veía tierno y dulce, Milo Keller era tan gigante como sus hermanos. Se apresuró a llegar al lado del niño, sintiendo el corazón desbocado dentro de su pecho y lo levantó en brazos para poder examinarlo. —¡Dooooooc! ¡Jhooon! El niñ
—Busquen en la casa —pidió Milo acercándose a la bocina del celular—. Cualquier cosa que tenga que ver con él, lo que sea servirá. Billy le contestó que pondría manos a la obra de inmediato y mientras ellos esperaron impacientes hasta que el médico volvió a salir, una hora después. —Ya está establ
Veinticuatro horas habían pasado desde que habían llegado al hospital. El equipo se había encargado ya de todo, y Speedy había tomado un avión privado de regreso a Suiza para entregar el bebé que habían ido a rescatar a su madre. El resto de los muchachos seguía con él en Praga, esperando afuera de
DOS MESES DESPUÉS —¡Anja! —el grito del capitán de restaurante le retumbó en el cerebro como una corneta. Abbot tenía el tono más chillón y desagradable del planeta Tierra y lo peor era que le gustaba usarlo, sobre todo con ella. Anja se limpió los ojos rojos por las lágrimas y salió del refriger