—Bien... —suspiró ella intentando no denotar el alivio que sentía con esa respuesta—. Tu mamá cocinó mucho. ¿Te quedas a comer? —Solo si hay helado de postre. —Y tú friegas los platos. —Hecho —sonrió Zack. Se dieron las manos como si se tratara de un negocio, pero ninguno de los dos pudo evitar
A las nueve en punto de la mañana las dos estaban listas. Zack les abrió la puerta del coche y enseguida acomodaron a la bebé en su sillita. Pasaron a dejarla con los abuelos y era épica la sonrisa de Adriana apenas estuvo en los brazos del señor Nikola. Se despidieron y comenzaron su recorrido por
Andrea asintió con una sonrisa cansada. —Pues habrá que hacérselo entender, por las buenas o por las malas. —Las malas casi siempre son mejores. Te lo digo por experiencia —rio Luana señalando al grupo que disfrutaba en la terraza—. Míralos qué hermosos, crie cinco niños. ¿Y sabes a cuál hijo me c
Preparar un viaje a París para los chicos Keller era algo tan sencillo como mandar a ponerle combustible al avión, así que Andrea estaba muy entusiasmada con todo lo que harían cuando llegaran allá. Sin embargo todavía había otra sorpresa esperándola antes de partir, y cuando recibió aquella llamad
Andrea pasó saliva al sentir el aliento de Zack sobre su boca y el calor volcánico que emanaba de su cuerpo. —¿Y lo último? —murmuró ella con voz entrecortada. Zack sonrió y le acarició la mejilla, antes de besarla apasionadamente. —Lo último es que voy a hacerte el amor sobre este escritorio has
Zack la deseaba, eso ni siquiera intentaba ocultarlo, aunque se notaba que estaba haciendo un esfuerzo enorme para controlarse. Pasó una mano detrás de su nuca y la atrajo para besarla y dominar aquel juego. Le encantaba su boca, Le encantaba reclamarla, morderla y recorrer cada palmo de piel con la
Andrea lo sintió enredar una de sus manos en sus cabellos y gritó por el latigazo de dolor cuando su miembro la penetró con dureza. —¿Así le gusta, jefa? —ronroneó y Andrea sentía que iba a llorar si no terminaba en aquel mismo momento. —¡Por Dios, no pares! Podía sentir cada embestida dura y ho
—A ver, ven y cuéntame tranquilo —Dijo Zack mientras tiraba de Loan hacia la habitación de Andrea. Había tenido la delicadeza de rentar una suite aparte para ella y la bebé, porque después de todo estaban en una cita y él la estaba cortejando. Sin embargo Andrea le había dado una llave para emergen