Poco después Zack volaba de regreso a Vancouver. Iba más tranquilo, pero aun así cuando llegó a aquella cárcel se le aceleró el corazón. —Lo siento, no pudimos mantenerla en la comisaría —se disculpó Gazca—. Por lo pronto está en una prisión de mínima seguridad a la espera del juicio. Nos conseguí
La gente encubierta y los espías solo tienen una regla: "Prepárate para todo" . En cualquier momento, en cualquier lugar, asegúrate de estar listo. Y Zack lo estaba. Cuando una de las camionetas los adelantó, cortándole el camino, ya estaba muy seguro de lo que venía. —Quédate aquí —le ordenó a G
Zack asintió y se preparó para caer como el invitado menos deseado en la mansión Rizzuto. Llegar allí no fue difícil, presentarse y que lo investigaran tomó una hora. Una larga hora en la que estuvo impasible en un cuarto de seguridad hasta que verificaron que realmente era el multicampeón y millon
El rostro de Vito Rizzuto se volvió una máscara de rabia cuando vio aquel micrófono arruinado dentro del vaso de agua y escuchó el nombre de su peor enemigo. —¡Usted definitivamente no es un hombre inteligente, señor Keller! —siseó—. ¿Me está amenazando con traer a Jhon Hopkins a mi puerta? Zack s
Rizzuto abrió su computadora de nuevo y revisó su cuenta, a la que había ingresado en el acto todo el dinero. Parece que usted es un hombre muy determinado, señor Keller. —Así es. —¿Necesita alguna garantía? ¿Una parte del cuerpo, quizás? —preguntó el viejo con frialdad. —Me basta con su palabra
Andrea se despertó con la luz de la mañana asomando por el pequeño cuadro de treinta por treinta centímetros que era la ventana de su celda. Al estirar los brazos y las piernas, el aire frío y húmedo la envolvió como un capullo. Miró confusa a su alrededor antes de que los recuerdos de la noche ante
—¡Me encanta! ¡Te juro que me llevaría toda la tienda! —rio Chiara cargando a Adriana y meciéndola para que se quedara tranquilita—. ¡Estás hermosa, chiquilla, eres una muñequita y tu tía te va a poner bien "fashion"! ¿Verdad que sí? Noémi sonrió y negó con condescendencia. —Las que perdimos todo
Zack corrió detrás de su hermano y pronto llegaron hasta donde Loan estaba hablando con dos de los hombres que había contratado. —estábamos vigilando la casa, como nos pidió —les contó uno—. El señor Lee estaba con una custodia de un par de hombres, como siempre en los últimos días. Pero hace como