Ella masculló siete veces por lo bajo y se enfurruñó. —Igual no debiste hacerlo —le dijo—. No veo el sentido de quitarles la razón ahora a las brujas, ¿o crees que no lo sabrán en enero? ¿Qué vas a hacer? ¿Me vas a cambiar de sucursal? —Fíjate que no estaría mal —replicó él—. Ben se quedará a carg
Zack quería que la tierra se lo tragara, no tenía idea de en qué momento su hermana había conocido a Giselle o si eso era cierto, pero si lo era, tenía que haber sido en el transcurso del último año, cuando ellos ya estaban separados. Su mano apretó inconscientemente la de Andrea y ella supo que alg
—Lo siento mucho, se nota que era algo muy importante para ti. —Debí decírtelo antes pero... la verdad es que nadie de mi familia conoció jamás a Gisselle, no pensé que mi hermana la traería a colación —murmuró él. —Sí, debiste decirme, ahora me veo como una rompehogares, pero eso sí, seré una rom
Zack estaba contagiado con el espíritu Navideño, y aunque ya algunos creían que estaban muy grandes para esos juegos, nadie se atrevió a contradecir a la señora Luana. Se desperdigaron entre las cocinas de la mansión y Zack atacó la despensa de los dulces. Adriana estaba más que feliz en los brazos
—Mamá... ¿de qué hablas? —susurró Zack y su madre levantó las cejas con un gesto sugerente. —Hijo, tu padre fue uno de los banqueros más respetados de de este país por años, créeme que está acostumbrado a que la gente le mienta a la cara, pero nunca tan mal. —Mamá... —Ahórratelo, Zack, escuché to
La cena fue bastante tranquila y se notaba que el señor Nikola estaba más que feliz. Adriana descansaba en su sillita de comer, pero parecía que solo en una tarde había aprendido a reconocer su voz, porque apenas él hablaba enseguida le prestaba atención. Y a la hora del postre se entretuvieron los
Andrea y Zack se miraron por un segundo y él se encogió de hombros. —No pasa nada, yo duermo en el suelo. El closet estaba lleno de mantas, pero tener a Adriana durmiendo en aquella cunita de princesa y ella en una cama de emperatriz, y a Zack durmiendo en una manta en el suelo, le parecía lo más
—Oye, ¿qué crees si de verdad hoy te llevo a esquiar y todo eso? —le preguntó Zack a Andrea con complicidad mientras le servía café. —¿De verdad quieres verme rodar montaña abajo? —lo increpó ella. —No, pero si nos mantenemos alejados de la casa, es menos probable que nos molesten y hagan pregunta