Kamill cierra los puños y los ojos con fuerza ante la atenta mirada de su madre, que se mantiene en silencio observando el dolor de su hijo, por un momento la mujer tiembla, pero logra contenerse, era evidente que Kamill estaba empezando a destruirse, entonces abre los ojos fijando aquellos ojos verdes en su madre, era una mirada retadora, asesina e incluso violenta, si el chico fuera una criatura sobrenatural destrozaría allí mismo a la mujer que le ha dado la vida con tan solo aquella mirada, se acerca a ella lentamente, la mujer no sabe si debía de moverse o esperar allí mismo la muerte a manos de su hijo.— No soy un niño al que vas a manipular, ten por seguro que esta información la voy a corroborar meticulosamente, así me tenga que quedar sin sangre, sin cabello, lo voy a descubrir y pobre de ti si esto es una mentira, señora, porque no me va a temblar el pulso para cortarte el cuello, te juro que te vas a arrepentir desde el segundo de sentir un filoso cuchillo en tu cuello, po
— ¿De qué estás hablando? — Lilith retrocede — ¿Quién te da derecho de decir aquello? — Lilith lo expresa con fiereza, sus ojos avellana se vuelven intensos, si aquellos ojos pudieran matar, aquella señora ya hubiera muerto.— Tengo todo el derecho de decirlo Lilith porque soy tu madre.— la mujer tampoco habla con mucho tacto sin importar que estuviera haciendo daño a su hija. — Una madre que me ha abandonado, ni siquiera tengo aún la certeza de que te merezcas que te llame madre, quiero que te largues del departamento y no vuelvas a cruzarte en mi vida, prefiero que desaparezcas definitivamente, hazlo, vete, no quiero verte, no quiero escucharte para mí tú estás muerta como todos estos años ¿Quién te crees que eres para presentarte después de tantos años como si nada hubiera pasado? No tienes ni siquiera el más mínimo de los derechos para pararte por delante de mí — la castaña que había retrocedido ahora vuelve a dar dos pasos quedando nuevamente cerca de su madre. — ¡Suficiente Li
RUSIA— ¡Carajo! Cuanto dolor — Kamill se lleva las manos hasta la cabeza, abrir los ojos era un calvario, realiza pequeños movimientos hasta que, consigue enfocar correctamente sus cejas se fruncen al percatarse de que no conoce aquel lugar, la decoración de la habitación era oscura, claro que le gustaba el negro, pero no tenía tan malos gustos, el chico se coloca de pie — ¿Lilith? — En lo primero que Kamill piensa es en ella, entonces el recuerdo de las palabras de su madre lo golpean con fuerza, aquello intensifica el dolor de cabeza que estaba sintiendo además es como si una flecha traspase su corazón. — ¿Dónde mierda estoy?.Kamill recuerda que cuando estuvo cerca de dirigirse junto a Lilith tres hombres habían llegado junto a él lo último que recuerda, es que uno de ellos le había inyectado alguna sustancia que lo hizo perder el conocimiento en algunos Minutos.— Ha despertado, mi señor — un hombre de aproximadamente 40 años de edad se presenta por delante de Kamill — Es entendi
El timbre sonaba y sonaba, pero Lilith las ignoraba ella seguía en aquel frío piso de mármol, abrazada por el vacío de su alma, un dolor reside, un eco de la ausencia, que no cesa, ella estaba con el corazón roto, alma destrozada, sola en la oscuridad, sin su presencia, ella se abraza a sí misma sin la esperanza de que esto nada más sea una pesadilla.Sus lágrimas inocentes, como gotas de lluvia, cayendo sin cesar, en la noche sin estrella, el dolor la consume, como un fuego que arde y en aquel corazón, solo quedan cicatrices que duelen, la ausencia de Kamill se ha convertido en un golpe que la dejó sin aliento, un abismo que se abrió, sin fondo ni sentimiento, su alma se ha convertido en una ruina, sin esperanza ni luz, nada más era un lugar en donde solo reinan sombras y tristeza cruda.Recordar las palabras de Kamill, sus promesas y sus besos, se estaban convirtiendo en un tormento que estaba consumiendo a la mujer. Ahora solo son recuerdos, que me hacen sufrir, ella siente que su
— Despierta maldito prisionero.— Uno de los Hombres de la Mafia Rusa entran, Kamill estaba acostado en el suelo, ni bien aquel hombre entra en su totalidad le propina una fuerte patada a Kamill, el chico empieza a toser debido al golpe.— ¿Quieres agua?.— El hombre se burlaba entonces decide derramar el agua que tenía en la botella por la cabeza de Kamill, el chico a penas podía levantar la cabeza, entonces el guardia lo levanta del suelo, Kamill logra sostenerse, su nariz sangra, incluso por más moribundo qué se viera, no se podía ocultar su grandeza, aquel porte de hombre superior a cualquiera seguía latente y muy presente, no en vano Kamill Becker era un Heredero.— ¿Vas a seguir golpeándome bastardo? — Expuso Kamill escupiendo un poco de sangre.— ¿Cómo me llamaste? — El hombre se mostró feroz.— Bastardo — Responde Kamill, entonces el hombre enfurecido le propina otro fuerte golpe en el cuello y el estómago, logrando desestabilizar a Kamill en lo absoluto teniendo en cuenta que es
La Forja del Líder destruido.El aire en la oscura cámara estaba cargado de un silencio opresivo, que parecía atrapar cada resonancia del mundo exterior. Las paredes estaban saturadas con el eco de los gritos y susurros de aquellos que habían pasado por este ritual ominoso, marcados para siempre en cuerpo y alma. Kamill, desnudo y encadenado a una fría mesa de metal, sentía el peso de su destino sobre él: el próximo líder de la Mafia Rusa. Pero a diferencia de sus predecesores, su camino estaba empedrado de un sufrimiento que iba más allá de lo imaginable.Todos en aquel lugar saben y conocen las historias de cómo los líderes eran forjados a través del dolor. Los ancianos hablan del ritual: un proceso de humillación y tortura que debía moldear al responsable del imperio. Cada golpe, cada quemadura, la sangre derramada, formaba parte de una tradición que aseguraba la devoción del futuro líder hacia la organización. La Mafia no necesitaba solo un líder; necesitaba un símbolo de resisten
Su cuerpo, aunque joven y fuerte, se sentía más viejo de lo que nunca había estado. Las marcas que comenzaban a aparecer en su piel eran testigos de su sufrimiento. Las cicatrices eran un recordatorio constante de su fragilidad, de los límites que su cuerpo parecía alcanzar en cada sesión de tortura. Había llegado a un punto en el que el dolor físico se convertía en una especie de rutina, una secuencia de sufrimiento que podía anticipar, pero que jamás podría aceptar. El silencio se rompió abruptamente. Las puertas de acero se abrieron de golpe, y el ruido metálico resonó en la sala. Entraron tres figuras, sombras amenazadoras que arrastraban consigo una sensación de desasosiego. Kamill se enderezó, intentando mantener una semblanza de dignidad. Era vital para él no mostrar temor, pues sabía que la percepción de su valentía determinaría su camino hacia la cúspide. “Kamill,” una de las sombras, de mirada fría y sonrisa burlona, se inclinó hacia él. “Es hora de que entiendas lo que s
— ¿Quiénes son ustedes? — La madre de Lilith había vuelto al departamento encontrándose con los tres amigos de su hija.— Mejor díganos quién es usted — Susan fue la primera en reaccionar.— No tengo por qué darles ninguna respuesta — la mujer se mostró altanera.— ¿Qué quiere aquí? — está vez intervino Loren.— ¿Eres sorda acaso? Acabo de decirles que no tengo ninguna razón para darles explicaciones a ustedes.— Perfecto, entonces quédese aquí el departamento es todo suyo — Lucca tenía a Lilith prácticamente inconsciente en su brazo.— Dejen a mi hija aquí — la mujer reacciona, entonces Loren y Susan también reaccionan, pero retrocediendo.— ¿Cómo dice? — Pregunta Loren.— Yo soy la madre de Lilith y vengo por ella.— ¿Usted cree que puede aparecer de la noche a la mañana y decirnos a nosotros que se la va a llevar? Señora, usted está mal, Lilith bien podría parecer más hija nuestra que suya — expuso de manera contundente Susan se veía feroz dispuesta a defender a Lilith de quién sea