Su reacción

La moto Kawasaki rugió con fuerza mientras Kamill Becker giraba hábilmente el manubrio, maniobrando entre las calles hasta detenerse frente al imponente edificio. Las luces de neón del letrero en la fachada iluminaban la noche con un brillo frío, pero la verdadera impresión venía de las seis camionetas blindadas que flanqueaban la entrada. Eran como bestias inmóviles, impenetrables, y cada una de ellas albergaba la promesa de peligro.

Kamill apagó el motor y el rugido de la moto fue reemplazado por un tenso silencio. Bajó con movimientos calculados, sacándose el casco mientras la brisa nocturna agitaba su cabello oscuro. Su expresión era pétrea, una máscara que ocultaba cualquier emoción. Cada paso que daba hacia la entrada era observado con detenimiento por los hombres de seguridad, cuyas miradas eran tan frías y certeras como las armas que llevaban ocultas bajo sus chaquetas.

Uno de ellos, un hombre corpulento con el rostro marcado por cicatrices, dio un leve asentimiento a Kami
Sigue leyendo en Buenovela
Escanea el código para descargar la APP

Capítulos relacionados

Último capítulo

Escanea el código para leer en la APP