Narrado
—Hola. —saludó y se sentó a lado de Armando.
Alexis, Diego, Leslie y Fernando, le sonrieron y correspondieron a su saludo, pero siguieron comiendo.
—¿Por qué te fuiste así, enano? —le preguntó.
—Pues...estabas muy ocupado, ¿no? —no lo miró, ni le habló como siempre lo hacía, Josué conocía esa mirada y ese tono de voz, estaba molesto.
—¡Uy! —dijeron Alexis y Diego muy burlones.
—Nada más estaba agradeciéndole a Alexander por pagar mi comida. —le explicó, pero Armando rodó sus ojos.
—¿Alexander? —preguntó Leslie. —¿el nuevo? —asombrada y extrañada.
—Sí, él. —asintió.
—¿El nuevo pagó tu comida? — preguntó Diego igual de asombrado.
JosuéArmando y yo caminamos para ir a nuestras casas, pero ninguno de los 2 hablaba, no dijimos nada por minutos, había silencio, un silencio incómodo que nunca antes hubo entre Armando y yo. Tampoco tomé su manita como siempre solía hacerlo y él tampoco me la dio. Nunca había pasado esto, entre él y yo siempre había risas y cosas de que hablar, pero ese día no era así, era Incómodo y ese silencio cada segundo se hacía más, pero decidí romperlo porque necesitaba saber algo.—¿Pasa algo con Fernando? —le pregunté mientras caminábamos.—No. —respondió sin verme.—¿Seguro?—Sí. —asintió.—¿Y por qué se estaban agarrando de las manos y por qué te dio un beso en la mejilla hace un rato? —seguí preguntando.—No sé de qué me hablas. —negó.—Armando, cuando entré al salón pude notar que estaban ag
JosuéMe sentía muy culpable de ver a mi niño así, no me gusta verlo mal y menos si es por mi culpa.—Enano... —le hablé, pero él ni me volteó a ver.—¡Déjame! —dijo con voz cortada.—Enano, ¿estás llorando? —me arrodillé para quedar a su nivel.—¡Que te importa! —decía mientras que con sus manitas cubría su rostro.—Chaparro, perdóname por hablarte así.Armando quitó sus manitas, levantó su carita y no lo podía creer, sus ojitos estaban llorosos. En ese momento me sentí peor, hice llorar a mi enano.—¡Vete con ALEX! —me dijo llorando.—No llores, ¡Por favor no llores, mi niño! soy un idiota, pero no llores, sabes que eso no lo soporto.—Según tú me cuidas de todos, cuidas que nadie me haga daño y tú me acabas de dañar. —siguió llorando.—Lo s
JosuéNo había dormido nada la noche anterior ya que no dejaba de pensar en lo que me dijo Fernando sobre Armando, sus palabras no dejaban de retumbar en mi cabeza, no sabía si lo que dijo Fernando de que Armando está enamorado de mí era verdad, pero tenía que descubrirlo.Salí de mi casa y me dirigí a la de Armando. La verdad no estaba muy lejos de la mía así que llegué pronto y me esperé a que él saliera.______________________________________________ArmandoEstaba saliendo de mi casa con mi mochila y vestido con un pantalón de mezclilla, zapatos negros, una camisa azul de botones y encima un saco delgado color negro.Iba caminando muy tranquilo cuando sentí como alguien me habló por atrás. En ese momento voltee y cuando lo hice, ¡Oh Dios mío! Era Josué y se veí
NarradorArmando y Josué estaban en una banca, sentados y hablando.—¿Te diste cuenta que durante toda la clase, Fernando te estuvo mirando? —preguntó Josué con algo de molestia.—La verdad no. —negó Armando con la cabeza.—Claro que te estuvo mirando y todo el tiempo te mandaba indirectas, te dijo hace rato que estás guapo y...—¿Y eso qué? —lo interrumpió.—Que tú le gustas. —rodó los ojos.—Ya lo sé. —asintió.—¿Qué? —confundido.—Sí, él me lo dijo, ya hace unos días.Josué rodó los ojos en señal de molestia.—¿Y tú qué le dijiste? —preguntó Josué.—Le dije que a mí no me gusta. —respondió.—¿Y no te gusta?—No. —negó. —Yo solo lo veía como un amigo, pero ahora me incómoda con todo lo que me dice y c
Josué—Mi intención no es confundirte más de lo que ya lo estás, —me explicaba Alexander. —pero tenía que decírtelo ya, ya es más de un mes guardando lo que siento por ti.—No sé qué decirte, la neta. —dije yo muy nervioso y sin verlo a la cara.—No me digas nada. —bajó la mirada.—Es que, Alexander, tú a mí no...—No digas nada. —me interrumpió.No sé qué estaba pasando, pero Alexander se acercó a mí, cada vez se acercaba más, hasta que sentí su respiración muy cerca de mi rosto y... ¡Oh por Dios! ¿No lo hará o sí? — pensé. — Y sí, sí lo hizo, Alexander me besó y en ese momento, en ese preciso momento...—Josué... —Al escuchar esa dulce, tierna y cortada voz, tan pero tan conocida, empujé a Alexander y me levanté rápidamente.—Mi niño, no es lo tú...—dije nervioso tratando de explicar, per
NarradorDiego y Alexander estaban en el cuarto de Diego, sentados en el piso, ambos tomando y riendo con botes de cerveza vacíos a su alrededor.—Wey, ¿así que besaste a Josué? —preguntó Diego mientras reía muy borracho.—Sí y luego me dijo que no quería verme ya. —respondió Alexander también muy borracho y riendo.—Salud por eso. —dijo Diego mientras choca su cerveza con la de Alexander.—Todo por el chaneque ese del Armando. —rio.—Chaneque. —repitió las palabras de Alexander mientras se reía.—Quiero olvidarme de todo y de todos. —le dijo Alexander.—Yo también quiero eso porque la persona que me gusta a veces me hace caso, a veces no y ya no le entiendo, la neta. —decía en tono triste mientras le tomaba a su cerveza.—Ella se lo pierde, —lo miró. —porque pues... la neta
Narrador—Estoy preocupado por Diego. —les comentó Fernando a sus amigos mientras estaban todos juntos sentados en las bancas de la cafetería.—Yo también. —asintió Alexis.—¿Por qué peleaban, Alexander? —le preguntó Leslie.—Por nada y si no me creen no me importa. —Alexander se levantó y se fue de ahí.—Sí estaba pasando algo ahí porque cuando entramos estaban muy raros. —mencionó Armando.—¿Raro como cuando estábamos nosotros dos en el salón y todes entraron? —le preguntó Fernando mientras le alzaba las cejas a Armando, pero Armando hizo cara de incomodidad.—¿Qué? —preguntó Josué con confusión.—Esa vez también fue muy rara, se agarraban de las manos y Armando estaba muy nervioso, no podía ni hablar. —recordó Leslie.—¡Ay, cállense! —dijo Armando entre nervioso e incómod
ArmandoSoy Armando Duarte y tengo 15 años de edad.Soy alguien muy nervioso, inseguro, tímido, pacifista y mi mejor amigo dice que soy tierno.¿Ya les hablé de mi mejor amigo? Bueno, él se llama Josué Arango, tiene 15 años y somos mejores amigos desde la secundaria. Josué tanto en su forma de ser, como físicamente es todo lo opuesto a mí, él se pelea, es más seguro de sí mismo, es muy platicador, muy simpático, pero cuando se enoja suele ser bastante explosivo y no piensa lo que dice. Físicamente es más alto que yo, más moreno que yo, más atlético que yo y bueno, hasta nuestra manera de vestir es diferente, él se viste más rebelde y yo más reservado.A pesar de todas nuestras diferencias somos muy buenos amigos, él me cuida de todo y de todos. Yo soy la mayor razón de todas sus peleas, ya que en la secundaria me molestaban demasiado y él se peleaba con todo aquel que me dijer