La habitación de Camila se encontraba en total silencio, frente a ella se encontraba su alarma, sonando con fuerza. Llevaba un buen rato sonando y es que el problema era que había decidido poner la alarma muy temprano porque necesitaba buscar un lugar en donde vivir. He llegado la noche anterior a New York y por ese motivo había decidido quedarse en uno de los hoteles que le habían recomendado en el aeropuerto, pero estaba totalmente consciente que no podía quedarse en ese lugar por mucho tiempo porque quedarse en un hotel significaba tener muchos más gastos. Por obvias razones quedarse en un hotel resultaría muchísimo más caro que poder encontrar un departamento en el cual vivir durante todo el tiempo que fuera necesario. Al menos hasta que tuviera el dinero suficiente para poder comprar una casa. Con el sueño totalmente fruncido, estiró uno de sus brazos para poder apagar aquella alarma. A través de las grandes cortinas de aquella habitación de hotel, podía filtrarse un ligero toqu
Camila se detuvo frente a los departamentos Wilzpo, estaba casi completamente segura de que en ese lugar podría encontrar el departamento Perfecto que estaba buscando. Lo sabía porque simplemente había una gran corazonada dentro de ella, algo que le decía que ese lugar sería el adecuado para poder vivir. Estaba tan emocionada que podía sentir como las manos le temblaban. Estaba un poco o mejor dicho bastante nerviosa porque no sabía si sería posible quedarse ese mismo día en los departamentos. Además no estaba segura de que precio podría encontrar en ese lugar. No estaba segura si los precios de los departamentos serían adecuados para poder adquirir uno. Ya habían pasado unas cuantas horas desde que Camila había finalmente deicidio ponerse a buscar unos cuantos departamentos. El avión había aterrizado hace unas horas y ella había decidido buscar un buen lugar donde pasar la noche. Ya habían pasado una semana desde que había perdido a su hijo y desde que había decidido huir de la
Harry se encontraba en su departamento totalmente solo, en una de sus manos sostenía una gran copa de vino tinto que disfrutaba lentamente. En su otra mano mantenía sujetando con fuerza la carta que Camila le había dejado antes de irse. En esos momentos que se encontraba totalmente solo en su departamento, se sentía totalmente vacío, pensando una y otra vez en que era lo que había tenido que hacer en el pasado para que las cosas no resultaron de esa manera. Pero incluso él sabía qué pudo haber hecho las cosas de una manera mejor en el pasado, sabía que ya nada de eso le servía porque no había manera de poder regresar al pasado y conseguir que Camila se quedará a su lado. La mayoría del tiempo se pone a pensar sobre la última vez que se vieron en aquel restaurante. Se pone a pensar que había sido un gran error de su parte haberle permitido irse, realmente sentía que voy a sido un error porque se estaba volviendo loco por querer saber algo de su hijo o de su hija. Quería poder saber có
Después de lo que había ocurrido con la enfermera en el hospital, Harry había decidido tomarse un momento para estar con su familia, se había percatado que desde que había sucedido lo que sucedió con Camila no se había tomado el tiempo para estar con sus padres que, aunque lo estaba por completo la idea de tener que aceptar que su padre había permitido que Camila se fuera, sabía que no podía estar molesto con él por siempre. Probablemente se había comenzado a dar cuenta que lo que le había dicho su padre el otro día había sido realmente honesto y sincero porque tenía razón. No había manera en que su padre hubiera podido detener a Camila en aquella mañana, porque era algo que ella ya lo había decidido y obligarla a quedarse sería estar la prácticamente privando de su libertad y no podía hacer eso. No quería que su relación con Camila terminar haciendo una clase de tortura con ella porque sabía que la relación que había tenido con Santiago había sido un poco difícil o bastante difícil
Harry se bajó del avión privado cuando el personal del aeropuerto finalmente le informaron que podía bajar del avión. Llevaba un gran termo de café en una de sus manos. No había podido dormir absolutamente nada en todo el transcurso del vuelo y cuando finalmente había llegado a Rusia le había informado que tendría que esperar un poco ir hacia el hotel cuando él había estado pensando durante todo el viaje en esa hermosa cama que lo estaría esperando en el hotel que le habían reservado sus empleados. No recordaba con exactitud cuando había comenzado a tener problemas para dormir en los vuelos, pero sin duda sabia que era un problema que había comenzado poco a poco y se había terminado por convertir en un total dolor de cabeza. Solo estaba seguro de que quería irse a dormir al hotel lo más rápido posible. Desde que había asistido a la reunión de negocios, había tenido que aceptar que necesitaba arreglar unas cuantas cosas antes de que pudiera ponerse a buscar a Camila. Sabia que necesita
Desde que había llegado a Rusia, sentía que el mundo estaba sobre él tratando de molestarlo una y otra vez mientras él únicamente trataba de conseguir que algo le saliera bien.Su padre le había informado que había contactado con Camila y que nuevamente la había dejado ir No había manera en que su padre hubiera podido detener a Camila en aquella mañana y tampoco está vez, porque era algo que ella ya lo había decidido y obligarla a quedarse sería estar la prácticamente privando de su libertad y no podía hacer eso. No quería que su relación con Camila terminar haciendo una clase de tortura con ella porque sabía que la relación que había tenido con Santiago había sido un poco difícil o bastante difícil como para volver a hacer que ella entrara en una relación de esa clase de estilo. lo que menos quería era terminar provocando que ella se quedara con malos recuerdos de su parte porque, aunque sabía que había manchado la imagen que ella tenía de él, sabía que todavía había unas ciertas
Habían pasado unas cuantas horas desde que Camila había finalmente llegado a Nueva York. El avión había aterrizado hace unas horas y ella había decidido buscar un buen lugar donde pasar la noche. Ya habían pasado una semana desde que había perdido a su hijo y desde que había decidido huir de la ciudad. Había visto unas cuantas cosas respecto a la muerte de Santiago. Se había sorprendido por completo al enterarse que Santiago no había muerto en aquel accidente sino que había fallecido en el hospital por haberse ahogado. Había escuchado unos cuantos rumores sobre su causa de muerte, algunas personas decían que era totalmente imposible que Santiago hubiera muerto ahogado así que a base de eso todos habían comenzado a asegurar que Santiago había muerto de otra cosa. Que lo habían asesinado en la primera noche que había sido hospitalizado. Camila no había querido ponerse a pensar respecto a eso, en realidad ni siquiera había tratado de pensar respecto a la muerte de Santiago porque pensar
Camila tomó su bolso para finalmente salir del departamento. Por un momento se quedó observando fijamente las paredes vacías de su nuevo hogar. Estaba interesada en poner una clase de estilo “Romántico” es su departamento. Quería una clase de departamento que transmitiera paz. Que al llegar en la noche totalmente cansada sintiera que finalmente había llegado al lugar Perfecto para descansar. Por eso estaba totalmente consiente de que iba a tener que gastar un poco o bastante dinero para poder decorarlo a su gusto. Esa mañana en específico había tenido un gran debate consigo misma porque había pensado en no comprar nada, en simplemente quedarse con un departamento prácticamente vacío, pero se había dado cuenta que no podía vivir de esa manera solo porque quería ahorrar para su restaurante. Suavemente se dio la vuelta y abrió la puerta de su departamento para poder salir de él. Su mirada se clavó fijamente en el hombre que frente a ella salía del departamento. —Oh…—soltó él al