Belén se había dirigido a su habitación para poder cambiarse.
— Que tonta, olvide mi maleta en la sala y ahí tengo mi celular, tendré que ir a buscarlo— dijo aquella chica mientras poco a poco bajaba las escaleras.
—Mi hija fue abusada sexualmente por ese tipo, Isaac, no creo que sea conveniente que él esté cerca de ella.— Dijo la señora Graciela mientras empezaba a llorar.
—¿Isaac, me violó? Confíe en él ¿Y él abuso de mi? — dijo Belén entre susurros mientras sus ojos se empezaban a poner rojos.
— ¿Abusada?— dijo Belén con la voz temblorosa, ella no podía creer lo que acababa de escuchar, todo eso le dolía y mucho, aquella joven quería que todo eso fuera una broma de muy mal gusto, eso esperaba, l&aac
Harrison estaba tan enojado por ver a aquel chico cargando a Belén y más aún estando ella dormida, Harrison se dio cuenta que las intenciones de aquel chico no eran buenas en lo absoluto, así que tiro las cosas que le habían encargado del restaurante y no lo pensó más, en cuestión de segundo ya estaba enfrente de aquel chico.De un momento para otro, Harrison le pego en la nariz rápidamente, dejándolo que le estuviera desangrando y luego le dio otro golpe en la panza, el chico no pudo reaccionar a lo que había pasado, ya que había sido demasiado rápido.— Si no quieres que llame a la policía, será mejor que la bajes, no me con tendré — dijo Harrison mientras que en sus ojos demostraba que estaba sumamente enojado.La fiesta se detuvo por unos minutos ya que todos estaban atentos de lo que esta
Para Harrison el bienestar de Belén era más importante que su propio bienestar, a él le importaba mucho aquella niña, sin importar que tuviera que sacrificar su trabajo en el primer día, pero a pesar de todo, Harrison seguía conservando su trabajo, no le cobraron la comida desperdiciada y pudo salvar a Belén.Harrison se preguntaba ¿Que tal si no hubiera ido a ese lugar? ¿Que tal si no se hubiera presentado ese día al trabajo ? ¿Que tal si a él no le hubieran hecho ese encargó? Solo que tal si él no hubiera estado en ese lugar, Harrison no quería imaginarse la mala suerte que hubiera tenido Belén, tal vez ser abusada por segunda vez, tal vez ella pudo ser de nuevo ultrajada, Harrison no quería imaginarse nada de eso, él no sabía por qué alguien tan ruin le podría hacer algo así a una mujer, él pensaba qu
— AHHHHHH — se escuchó un grito lleno de dolor proveniente de la habitación de Belén.Aquella joven no lo podía soportar, ella estaba luchando contra muchas cosas que guardaba en esos precisos momentos, ella quería ser amada, pero a la vez pensaba que eso no sería lo correcto, todos sus sueños habían sido destruidos con lo que se había enterado, ella creía que no merecía ser feliz.Harrison bajó las escaleras muy rápidamente, él estaba muy dolido en esos momentos, él quería poder hacer más por Belén, él quería poder apoyarla más, pero ella no lo dejaba ni acercarse le, pero Harrison se las idearia para que ella viera que él la apoyaba sin importar lo que pasará, él quería demostrar le a aquella chica que a pesar de todo la amaba.<
Harrison y los paramédicos nada más llegaron a dónde la ambulancia estaba estacionada, de inmediato se subieron a la ambulancia.— Por favor, que todo salga bien— dijo aquel joven sin quitarle la mirada a Belén.Todos se subieron a toda prisa.La ambulancia rápidamente salió en dirección al hospital, cada segundo contaba, cada minuto era de suma importancia para aquella joven, así que la ambulancia empezó a hacer sonar las sirenas, intentando que cualquier persona o cosa que se les pudiera atravesar en el camino se quitarán de inmediato.Harrison tenía agarrada la mano de aquella chica y entre lágrimas le empezó a decir — por favor Belén, yo sé que eres fuerte, yo te ayudaré a sanar esas heridas, tu eres muy valiente, por favor sobrevive, por favor — Harrison estaba
— ¿Cómo?, Pero ¿Por qué?, Ella es tan alegre, nunca me imaginé que pudiera hacer eso — Juni se mostraba muy preocupada y angustiada, no sabía lo que había pasado con su amiga para que pudiera cometer algo así.— Chicos, eso es personal, ella se los tendrá que decir, yo sé que despertara, pero aún así estoy muy preocupado — dijo Harrison sin parar de llorar, aquel joven estaba sufriendo mucho, él esperaba realmente poder creer en sus palabras, pero él estaba muy angustiado, ya que él no sabía que podría pasar.— ¿Te importa si uno por uno entramos a hablar con ella?— pregunto de repente Sebastián.— No se preocupen, adelante, se que a ella le encantará mucho escucharlos aunque esté durmiendo — dijo Harrison con una sonrisa muy apa
—Muchas gracias— Dijo de repente Harrison mientras tomaba la bolsa de comida.Los señores Pindu de inmediato entraron a ver cómo seguía su hija, ellos querían verla y hablar un rato con ella, ellos sabían que ella los podía escuchar, los señores Pindu no sabían que más poder hacer para que su hija estuviera bien, ellos quisieran poder poner la empresa y todo el dinero que tenían con tal de que su hija despertara rápidamente, pero era obvio que nada de eso podría servir, algo así era algo de lo cual el dinero no podía ser posible de comprar, lo único que en esos momentos era posible hacer, era esperar, pero ellos no querían esperar, querían tener a su hija entre sus brazos, llevaba poco tiempo en coma, pero un solo día de estar en ese estado, ellos ya la extrañaban demasiado.Cuando los señore
—Ella pronto despertara— dijo con seguridad Harrison mientras miraba a los señores Pindu con una gran sonrisa y luego volteaba a ver a Belén — Se que lo harás — dijo Harrison mientras la miraba.Aquel joven estaba demasiado seguro que Belén se recuperaría pronto, mucho antes de lo que podrían imaginar, eso quería él.Los padres de aquella joven después de lo que había pasado, solo entraron por unos minutos a la habitación donde se encontraba aquella joven, ya que tenían que regresar a sus trabajos, ellos no querían ir puesto que su hija todavía estaba en esta situación, pero debían ya que se habían retrasado mucho tiempo en regresar a sus respectivos trabajos, pero ellos estaban muy seguros que dejarían a su pequeña en las manos correctas.— Harrison, tenemos que ir a trabajar, por favor cuida de ella, sabemos que quedara en muy buenas manos — dijo el señor Arthur mientras salía de la habitación.— Claro, yo
A lo lejos se podía ver a los señores Pindu acercándo se poco a poco con algo de comer para que Harrison pudiera tener algo de energía.— ¿Que hace el aquí?— se detuvo por un momento el señor Arthur y volteó a ver de repente a su esposa mientras mostraba en su rostro enojo.— No lo se, que sinismo tiene él de venir a ver a nuestra hija después de todo el daño que le hizo, no lo entiendo— dijo de repente la señora Graciela.Ambos se apresuraron a llegar a toda prisa a dónde se encontraban aquellos dos jóvenes hablando, los señores Pindu querían que Isaac se fuera de inmediato y no se acercara más por ningún motivo.— Llevas viviendo mucho tiempo con ellos — dijo Isaac de repente mientras mostraba media sonrisa, antes de que los señores Pindu pudieran llegar, aquel joven ya se había ido y para no toparse con ellos, agarro otro camino.Harrison estaba muy con