"Nadie sabe papi, no llego a la escuela, estoy tan preocupada, y ¿Si algo malo le pasó?, No quiero" envío Belén.
"Luego te doy detalles hija, el se encuentra bien" le respondió y guardo el celular, por el momento aquel joven necesitaba su ayuda, no podía darle detalles a su hija.
Dentro de él, pedía que Harrison estuviera bien.
La ambulancia llegó tan rápido como pudo, lo observaron y al parecer, alguien le había pegado con algo en la cabeza.
El señor Pindu, no podía creer quien había sido tan inundado para hacerle esto.
Llegaron al hospital y le hicieron unos estudios urgentemente, para descartar que aquel golpe, le pudiera haber ocasiado algo muy grave, afortunadamente, esto no era tan grave, ya que en los estudios arrojo que todo estaba bien, todo dentro de él
El doctor muy rápidamente llegó a checar como estaba Harrison —¿Cómo te sientes?— pregunto el doctor mientras le revisaba los signos vitales, quería ver qué aquel joven, se encontrará bien.—Solo un poco adolorido— dijo Harrison mientras movía un poco la cabeza.Belén se encontraba a su lado, no se quería separar de su lado, quería demostrar le todo su apoyo.La policía entro, un poco después, junto con el señor Pindu.—Queremos hablar con el paciente, un momento, ¿Podrían salir?, Por favor— dijo uno de los policías.—Claro— dijo el doctor mientras asentía —quedas en buenas manos chicos, al rato regresamos — dijo de repente.Belén, su padre y el doctor, salieron de inmediato de aquella habitación.—No hizo nada malo, todo está bien, ¿Cierto papá? — dijo Belén con suma preocupación, mientras lo observaba.Esperaba que su amigo no estuviera en problemas, eso le asustaba mucho.—No te preocupes hija, él no ha hecho nada
El padre de Belén, el señor Arthur Pindu, por fin había terminado de llenar los papeles, para que el joven Harrison se pudiera quedar en su casa, la familia de Belén, quería proteger a Harrison, aquel joven no merecía nada de lo que le había pasado con anterioridad, al señor Pindu le seguía dando vueltas en la cabeza una pregunta, si ella lo tenía ahí en el suelo ¿Por qué no lo mato?, Tal vez, ella pensó que ya lo había matado y por eso se fue de inmediatamente, muchas cosas en estos momentos no tenían explicación alguna, pero sabía que pronto las tendrían, por el momento, querían enfocar se en el bienestar de aquel joven, que podría correr un gran peligro, el señor Arthur, la señora Graciela y Belén, sentían un gran cariño por Harrison.El señor Pindu y Belén, habían decidido
Era obvio que al señor Pindu le divertía cada vez que decía algo, ya que eso hacía que su hija se sonrojara mucho.— Oh cierto, que despistada soy — dijo la chica mientras muy disimuladamente, volteaba a ver a otro lado.Era obvio que aquella chica seguía estando muy sonrojada.— Bueno en realidad a lo que venía era que ya hablé con el doctor, y me dijo que Harrison por fin será dado de alta hoy, ya que todo en los nuevos estudios que se le realizaron, resultaron demasiado bien — dijo con tanta emoción el señor Pindu.Esto a todos les alegraba demasiado, Belén voltio a ver de repente a su padre y Harrison solo miraba con tanto asombró, ambos jóvenes emocionados por la gran y grata noticia que les acababa de dar el señor Pindu.— ¿En serio?— preguntaron ambos chicos, para luego ver se de inmediato y dar se un gran abrazo.Luego de un rato, se quedaron viendo, se habían dado cuenta del abrazo que se estaban dando y de inmedia
Aquella nueva familia, había salido del hospital, todos estaban muy felices, inmediatamente se subieron al carro.— Que maravilla Harrison, me alegra que estés demasiado bien — dijo el señor Pindu, mientras observaba a Harrison por el espejo retrovisor, para luego regresar su mirada al camino.— Gracias señor Pindu y muchas gracias por querer estar a cargo de mi — dijo Harrsion con una gran sonrisa.— En serio, estamos tan emocionados de que estés con nosotros — dijo la pequeña Belén con demasiada emoción.El camino no fue muy largo.Después de un rato, de estar en el carro y derramar tanta felicidad, por fin, la familia había llegado a su casa.Belén, Harrison y el señor Arthur, se bajaron del carro.La señora Graciela, todavía estaba terminando de arreglar tod
— No nos rechaces por favor, se que eres merecedor de esto, es un pequeño regalo que te damos, ahora eres de nuestra familia, eres un gran chico — dijo la madre de Belén, mientras lo miraba con mi mucha ternura.A Harrison le sorprendía y le daba mucha alegría, que por primera vez en su vida, alguien le estaba demostrando cariño, lo trataban como él se merecía y no lo menospreciando y hacían menos, lo hacían sentir tan especial.— Prometo pagarles todo, es mucho lo que han hecho por mi, pero se los iré devolviendo poco a poco — dijo de inmediato Harrison.— No te estamos contando por nada de lo que te damos, no tienes que pagarnos absolutamente nada, solo con que seas feliz, somos más que pagados, te queremos mucho — dijo el señor Arthur con una gran sonrisa.— Muchas gracias— dijo Harrison demasiado
— Mami, se nos hace tarde, tenemos que darnos prisa— dijo Belén mientras miraba el reloj que estaba en la pared.De inmediato se paró, le dió un beso a la señora Graciela y se detuvo a esperar a Harrison en la puerta.— La ayudaré a lavar cuando regrese, muchas gracias señora Graciela — dijo Harrison mientras se paraba.— Se te olvida algo — dijo la señora Graciela mientras se cruzaba de brazos y alzaba una ceja.Harrison se paró de repente, pensó que se le había olvidado una libreta, así que empezó a revisar todo, mochila, bolsillos, todo.— Señora Graciela, llevo todo, no se que se me olvida — dijo Harrison, mientras estaba confundido, pero la veía con una gran sonrisa y rascándose la cabeza.— Darme un beso ¿Que más? — dijo la señora Graciela muy rápidamente, mientras le regalaba una cálida sonrisa.— Oh, se me había olvidado, perdón— dijo con una pequeña risa, mientras se acercaba a darle un cálido beso y de repente la abrazo — gracias p
— Por cierto ¿Cómo les diremos a tus padres?, Tal vez esto haga que se enojen con los dos, y ¿Que tal si se enojan más conmigo?, Apenas llegué y ya cause problemas, no te cuide lo suficiente y no pude hacer una cosa, protegerte, yo quiero protegerte— dijo Harrison preocupado y cabizbajo.El no quería que se enojaran con él por no cuidarla bien y lo abandonaran y mucho menos quería que regañaran a Belén, ella no tenía la culpa de haberse resbalado, Harrison, estaba demasiado preocupado por ambos, por lo que les podrían decir...— No te preocupes, Harrison, tu no tuviste la culpa, gravatelo bien en la cabeza, además, todo estará bien, mis padres no se enojaran, yo hablaré con ellos — dijo Belén mientras lo veía con ternura, para luego darle un beso en la mejilla.Belén de nuevo agarro aquella mano cálida de Harrison y se dirigieron de nuevo a casa.Ambos, se veían demasiado tiernos juntos.
Harrison no podía dormir, ya que estaba pensando en todo lo que había sucedido aquel día, se lamentaba demasiado no poder haber salvado a Belén, él pensaba que eso era su culpa y se seguía reprochando, ya que había prometido protegerla.— ¿Esa era tu manera de proteger a tu nueva hermana?, No sirves para nada — decía mientras se miraba a un espejo, todavía no lo podía superar, le dolía no hacer sido de ayuda, si aquel chico no hubiera estado, no se imaginaba que podría haber pasado.Realmente aquel chico se sentía muy inútil y pensaba que su madre tenía razón con todo lo malo que decía, pero sin importarle nada, él intentaría mejorar en cada cosa que hiciera, para poder protegerla como era debido, pero lo que el no sabía, era que Belén no quería ser protegida,