“Mamá Tulia”
Missie se levantó temprano después de una noche bastante fría. Juanne estaba dormido a su lado aún vestido. Su cuerpo de lado la abrazaba. Salió de su abrazo y se metió en el baño. Al salir Juanne la miraba preocupado.
–¿Estás bien? –le preguntó.
–Sí, respondió y se sentó en sus piernas –gracias por quedarte a cuidarnos y sobo su barriga desnuda.
Juanne la apretó por la cintura.
–¡Perdóname Missie, por favor perdóname!
–No te preocupes Juanne. Estoy más susceptible que nunca y creo que es por el embarazo. Perdóname tú a mí. Soy una tonta. No debí…
Juanne le tomó la cara y la envolvió en sus brazos tumbándola en la cama, se besaron con mucho amor y
“Sólo Nieve es mio”Missie estaba muy preocupada por mamá Tulia. El doctor le puso un sedante.–Ya está bajando la presión. Es producto de su alteración –el médico puso una mano sobre la de la anciana –. Mamá Tulia todos estamos muy preocupados por usted. En especial su muchacho. Póngase bien que la necesitamos mucho. ¡¿Qué será de la cocina si no está usted allá?! ¡Sus manos y cuidados los necesitamos todos!La anciana tenía los ojos aguados.–Señorita Missie, vaya a descansar que usted ha tenido un día muy ajetreado y usted tampoco está bien –le dijo la anciana, regañándola.–¿Todavía estas de ánimo para regañarme mamá Tulia? Además estoy molesta contigo, me quitaste el gusto de darle su pu
“Por favor, no me dejes solo”Juanne se dirigía a Missie y ella lo detuvo en seco.–¡Por favor, no te me acerques! –su ira aguó sus ojos. Dio media vuelta y se fue.Los trabajadores presentes bajaron la vista por respeto a Juanne. Nick, el chofer, se acercó y palmeó la espalda del muchacho.–Patrón, eso no dura mucho tiempo, son sólo 9 meses y después todo se olvida –le dijo Nick.–A trabajar todos –dijo Juanne, dirigiéndose al hospitalito.No se apareció por el rancho hasta ya entrada la noche. No quería entrar a discutir con Missie, pero al llegar lo esperaba una desagradable sorpresa.Subió al cuarto y Missie no estaba allí, bajó de inmediato a la cocina.–Mamá Tulia, ¿dónde anda metida Missie? –preguntó.Las dos mujeres se volvieron a verlo con extrañeza.–¿Cómo que dónde está Missie? ¿Acaso usted no sabía que ella se iba para Toronto?Juanne se levantó y apretó los ojos
“¡¿Juanne?!”Missie estaba inquieta y nerviosa, eso le estaba afectando el embarazo. Juanne se sentía culpable, por haber llevado a Helen al rancho. Si bien es cierto que Missie estuvo de acuerdo, era evidente que ella no la conocía, pero él sí y la gente en el rancho también.Ella estuvo en el rancho durante su tiempo de embarazo y manipuló a su antojo a Juanne, hasta que éste se dio cuenta de que sus pretensiones eran llegar a él y aferrarse, con la excusa del niño en su vientre, haciéndolo ver como que él fuese el padre del niño. Juanne tenía muy claro quién era ella, él se sentía culpable por eso.Estaba apenas amaneciendo en la ciudad de Toronto cuando Juanne llegó al nuevo departamento de Lois Vincents. Para su sorpresa Missie se había ido junto con su madre al viejo departamento qu
“¡Son mellizos!”Missie se asustó mucho al ver que un hombre caía de cabeza en el piso del consultorio, al darse cuenta que era Juanne le dio un ataque de risa, luego le tendió la mano y cuando Juanne se levantó le abrazó y comenzó a limpiarle la con sus manos y seguía riendo mucho.–¿Querías llamar la atención de nosotros? Déjame decirte que lo lograste –le dijo –. Pensé que era un ladrón, un loco, o un secuestrador. ..–Sólo quería saber cómo estabas –le dijo Juanne con su rostro enseriado, pálido y preocupado.El doctor tomó a la enfermera por el brazo y dio un imperceptible “permiso” y los dejaron a solas.–Missie perdóname por estar aquí e interrumpir de esta forma, estoy muy preocupado por ti, por nuestro bebe &nda
“Orgullosas”Missie se quedó en Toronto, pero Juanne viajaba cada vez que podía. Lois Vincentes estaba en proceso de expandir sus empresas con sede en el mismo Toronto. La ayuda que le brindó Juanne le dio el empuje que necesitaba y ahora estaba en su mejor momento. El haberse unido a Naty le estaba ayudando a superar su adicción al alcohol y ahora era un hombre renovado con nuevos sueños y viviendo un amor verdadero y únicamente para él.Ese día Missie no se fue directo al laboratorio de la fundación sino que pasó por la oficina de su padre. Tenía una idea en mente.–Buenos días –saludó al entrar y como de costumbre se acercó a su padre quien ya estaba de pie esperándola con los brazos abiertos. Le dio un apretado beso en la frente y le dijo:–Te ves radiante, hija. Ese rostro tan rozagante da envidia. S&iac
“Ya no más”Después de la operación de Elizabeth Leanders, Missie y Juanne se dedicaron a los preparativos para el matrimonio junto a los padres de Missie.Ya casi estaba todo preparado para la boda, a sólo un mes de la misma Missie se fue al rancho, ya que, Juanne aún seguía en la preparación para la entrega anual del ganado en terneros para la cría en Suramérica, mientras tanto Missie se encargaba de los laboratorios junto al profesor Alfred y Andrea.Esa tarde Juanne estaba en su faena cuando le llamaron del hospital psiquiátrico de Toronto para informarle que la señora Helen había sido dada de alta a solicitud de ella misma. Ya tenía más de dos meses recibiendo tratamientos y lo solicitó porque se sentía bien. Tras varios exámenes se constató que bajo tratamiento en casa y revisiones médicas perió
“El juego de los Ninjas”Juanne y los policías fueron hasta el anexo, al tocar a la puerta, Helen salió con la enfermera, ambas fueron interrogadas al igual que los vigilantes que tiene en su puerta, las declaraciones coincidieron todas. Ella sólo Salió a tomar sol en la mañana y según los vigilantes, todos hombres de confianza de Juanne, ella se quedó cercana a la poza todo el tiempo. Luego igual cuando salió a jugar con el niño.Juanne y Missie se pusieron de acuerdo para investigar ellos por su cuenta, mientras tanto hicieron los movimientos necesarios para conseguir los terneritos que faltaban. Con la ayuda de Gordon lograron enviar el pedido a tiempo a Suramérica.A pocos días del matrimonio llegaron los trajes de los novios.Elizabeth revoloteaba dando por toda la casa. Ya caminaba mejor con la prótesis en su pierna.<
“Por todos mis Padres”Tras la sorpresa del traje Ninja de Helen, Juanne y Missie se devolvieron a la casa. Juanne llamó a las autoridades y requisaron de nuevo el anexo donde ella estaba e interrogaron de nuevo a los vigilantes. Todo indicaba que no había nada más allá que un juego de niños. Sin embargo Juanne tomó medidas severas de seguridad en todo el rancho.Missie aún se mantenía inquieta. El niño jugaba en el carrito y ella se fue con él hasta la poza artificial.–Joan, vamos a jugar al ninja. El niño comenzó a correr y a lanzarse en el piso con movimientos torpes por su edad. Missie Reía. Despúes lo detuvo y le dijo–Los ninjas no pelean así. Tú mamá no sabe pelear ninja – Y sus ojos se aguaron ante el rostro tan tierno del niño –. Vamos a ver una película