“Por favor, no me dejes solo”
Juanne se dirigía a Missie y ella lo detuvo en seco.
–¡Por favor, no te me acerques! –su ira aguó sus ojos. Dio media vuelta y se fue.
Los trabajadores presentes bajaron la vista por respeto a Juanne. Nick, el chofer, se acercó y palmeó la espalda del muchacho.
–Patrón, eso no dura mucho tiempo, son sólo 9 meses y después todo se olvida –le dijo Nick.
–A trabajar todos –dijo Juanne, dirigiéndose al hospitalito.
No se apareció por el rancho hasta ya entrada la noche. No quería entrar a discutir con Missie, pero al llegar lo esperaba una desagradable sorpresa.
Subió al cuarto y Missie no estaba allí, bajó de inmediato a la cocina.
–Mamá Tulia, ¿dónde anda metida Missie? –preguntó.
Las dos mujeres se volvieron a verlo con extrañeza.
–¿Cómo que dónde está Missie? ¿Acaso usted no sabía que ella se iba para Toronto?
Juanne se levantó y apretó los ojos
“¡¿Juanne?!”Missie estaba inquieta y nerviosa, eso le estaba afectando el embarazo. Juanne se sentía culpable, por haber llevado a Helen al rancho. Si bien es cierto que Missie estuvo de acuerdo, era evidente que ella no la conocía, pero él sí y la gente en el rancho también.Ella estuvo en el rancho durante su tiempo de embarazo y manipuló a su antojo a Juanne, hasta que éste se dio cuenta de que sus pretensiones eran llegar a él y aferrarse, con la excusa del niño en su vientre, haciéndolo ver como que él fuese el padre del niño. Juanne tenía muy claro quién era ella, él se sentía culpable por eso.Estaba apenas amaneciendo en la ciudad de Toronto cuando Juanne llegó al nuevo departamento de Lois Vincents. Para su sorpresa Missie se había ido junto con su madre al viejo departamento qu
“¡Son mellizos!”Missie se asustó mucho al ver que un hombre caía de cabeza en el piso del consultorio, al darse cuenta que era Juanne le dio un ataque de risa, luego le tendió la mano y cuando Juanne se levantó le abrazó y comenzó a limpiarle la con sus manos y seguía riendo mucho.–¿Querías llamar la atención de nosotros? Déjame decirte que lo lograste –le dijo –. Pensé que era un ladrón, un loco, o un secuestrador. ..–Sólo quería saber cómo estabas –le dijo Juanne con su rostro enseriado, pálido y preocupado.El doctor tomó a la enfermera por el brazo y dio un imperceptible “permiso” y los dejaron a solas.–Missie perdóname por estar aquí e interrumpir de esta forma, estoy muy preocupado por ti, por nuestro bebe &nda
“Orgullosas”Missie se quedó en Toronto, pero Juanne viajaba cada vez que podía. Lois Vincentes estaba en proceso de expandir sus empresas con sede en el mismo Toronto. La ayuda que le brindó Juanne le dio el empuje que necesitaba y ahora estaba en su mejor momento. El haberse unido a Naty le estaba ayudando a superar su adicción al alcohol y ahora era un hombre renovado con nuevos sueños y viviendo un amor verdadero y únicamente para él.Ese día Missie no se fue directo al laboratorio de la fundación sino que pasó por la oficina de su padre. Tenía una idea en mente.–Buenos días –saludó al entrar y como de costumbre se acercó a su padre quien ya estaba de pie esperándola con los brazos abiertos. Le dio un apretado beso en la frente y le dijo:–Te ves radiante, hija. Ese rostro tan rozagante da envidia. S&iac
“Ya no más”Después de la operación de Elizabeth Leanders, Missie y Juanne se dedicaron a los preparativos para el matrimonio junto a los padres de Missie.Ya casi estaba todo preparado para la boda, a sólo un mes de la misma Missie se fue al rancho, ya que, Juanne aún seguía en la preparación para la entrega anual del ganado en terneros para la cría en Suramérica, mientras tanto Missie se encargaba de los laboratorios junto al profesor Alfred y Andrea.Esa tarde Juanne estaba en su faena cuando le llamaron del hospital psiquiátrico de Toronto para informarle que la señora Helen había sido dada de alta a solicitud de ella misma. Ya tenía más de dos meses recibiendo tratamientos y lo solicitó porque se sentía bien. Tras varios exámenes se constató que bajo tratamiento en casa y revisiones médicas perió
“El juego de los Ninjas”Juanne y los policías fueron hasta el anexo, al tocar a la puerta, Helen salió con la enfermera, ambas fueron interrogadas al igual que los vigilantes que tiene en su puerta, las declaraciones coincidieron todas. Ella sólo Salió a tomar sol en la mañana y según los vigilantes, todos hombres de confianza de Juanne, ella se quedó cercana a la poza todo el tiempo. Luego igual cuando salió a jugar con el niño.Juanne y Missie se pusieron de acuerdo para investigar ellos por su cuenta, mientras tanto hicieron los movimientos necesarios para conseguir los terneritos que faltaban. Con la ayuda de Gordon lograron enviar el pedido a tiempo a Suramérica.A pocos días del matrimonio llegaron los trajes de los novios.Elizabeth revoloteaba dando por toda la casa. Ya caminaba mejor con la prótesis en su pierna.<
“Por todos mis Padres”Tras la sorpresa del traje Ninja de Helen, Juanne y Missie se devolvieron a la casa. Juanne llamó a las autoridades y requisaron de nuevo el anexo donde ella estaba e interrogaron de nuevo a los vigilantes. Todo indicaba que no había nada más allá que un juego de niños. Sin embargo Juanne tomó medidas severas de seguridad en todo el rancho.Missie aún se mantenía inquieta. El niño jugaba en el carrito y ella se fue con él hasta la poza artificial.–Joan, vamos a jugar al ninja. El niño comenzó a correr y a lanzarse en el piso con movimientos torpes por su edad. Missie Reía. Despúes lo detuvo y le dijo–Los ninjas no pelean así. Tú mamá no sabe pelear ninja – Y sus ojos se aguaron ante el rostro tan tierno del niño –. Vamos a ver una película
“El rústico”Juanne miraba con tanto dolor como había quedado el rancho que con tanto esfuerzo junto sus padres y hermanos muertos había levantado. Se tambaleó de dolor.Cuando lograron extinguir la última llama encendida entraron al anexo donde estaban los fuegos artificiales traídos especialmente para esa noche en el matrimonio. Los especialistas recogían todo lo que pudiera ser indicio de un que el fuego había sido provocado. En medio de los escombros y esqueletos de todo lo que había allí estaba el rústico que Joan le había recién comprado. El especialista lo levantó y Juanne se extrañó.–Eso no debería estar aquí –dijo abriendo sus ojos desmesuradamente.–Exactamente aquí estaba el detonante y fue activado desde un radio de unos 400 metros.Juanne se p
“Por los hijos”Nick, el forastero, estaba nervioso desde que se dijo que el rústico de juguete era donde habían puesto e detonante que incendió las cajas que contenían los fuegos artificiales dentro del anexo.–Joven Juanne fui yo quien metió el rústico en el anexo –Había dicho Nick.Para Juanne el golpe fue terrible, al darse cuenta de la inconsciencia de Helen por querer destruir todo lo que él poseía, sin importarle la vida de nadie, pero peor aún la vida de su propio hijo.–¡Qué mujer tan mala! –dijo Juanne.Llamó a Eva nuevamente.–Dígame Joven Juanne –le contestó la mujer–Eva, dígale a la mamá de Helen que la necesitamos aquí, que se preparé que Nick va por ella en este momento.Nick regresó con la