Ha pasado una semana desde que llegó a este lugar.Su mente durante todo este tiempo, a querido flaquear y dejarse derrotar, pero ella no lo permitirá, no sé permitirá verse destruida, mucho menos permitirá que el loco de Santiago la vea débil, eso sí jamás.Extraña a su familia y se cuestiona constantemente, el si la están buscando, y se apega a la pequeña esperanza que tiene para no lastimarse más. Ella sabe que su padre moverá cielo y tierra con tal de encontrarla, está completamente segura que será así.Su estadía en ese lugar no ha sido tan mala, su secuestrador le da comida y no la maltrata físicamente, según él, ella no puede tener heridas, para cuando llegue su hijo no sospeche. Pss patético.Ha estado encerrada en esa habitación durante la semana completa, no a salido de ahí en ningún momento desde que la encerraron luego de hablar con el viejo decrépito. Aunque tampoco es como si quisiera ver las caras de esas personas que parecen más robot que otras cosas.A quien le mentía
RenneLas dos chicas luego de decir que habían venido por órdenes de Santiago, me guiaron al baño y me bañaron. Durante todo el proceso me sentí incomoda y por más que les dije que yo podría hacerlo, no cedieron y me siguieron bañando.Luego de ello, me secaron y me envolvieron en una bata de baño, para luego sentarme frente al espejo y empezar me a peinar y maquillar.Me sentía como una inútil, nunca me ha gustado que hagan las cosas por mí, y mucho menos algo como esto. Pero, a pesar de mis protestas ellas siguieron con lo suyo.Luego de peinarme en un moño alto, una de ellas traía consigo un vestido blanco de flores muy bonito. Me lo puse y ellas lo combinaron con unas baletas negras.Me observé al espejo y debo admitir que me veo estupenda, también debo admitir que las chicas saben lo que hacen, porque wow, estoy bellísima.......Ya habían pasado diez minutos desde que bajamos hacia el comedor, y a pesar de que al lugar donde fui no es muy lejanos y tampoco muy amplio, sentí un p
Oliver¿como era que se llamaba?, así, Renne, es una chica muy linda pero ahí cosas en ella que no me cuadran.y una de ellas es esa mirada vacía que observé desde que llegué y que ella trata de ocultar bajo esas sonrisas forzadas.Por el momento decidí atribuirlo a la muerte de sus padres, la cual por lo que me dijo es muy reciente, no me imagino el dolor que podría sentir su un día llegó a perder a mis padres.Asta escalofríos me dan.En estos momentos está en mi habitación, luego de toda la bienvenida exagerada, por fin podía descansar, el viaje había sido muy largo y cansino.Tengo mucho sueño, pero antes me daré un baño y luego me dormiré, para mañana empezar con mi trabajo.Eso de que la nueva adquisición de mi padre es mi prometida me tiene un poco preocupado y enojado, mañana hablaré con mis padres al respecto, si no lo hice hoy fue para no ser grosero con la chica.Entre al baño con una toalla en mi hombro izquierdo y me quite la ropa quedando desnudó, frente al espejo del ba
Ya habían pasado dos semanas desde que Oliver llegó y desde que inicio su plan de conquista.En este momento iba siguiendo a Oliver por los pasillos de la villa. Los señores Beker les habían pedido que pasaran más tiempo juntos, y Oliver con tal de sacarse a sus padres de encima, asedió a pasar un rato con la peliroja.Así que aquí estaban caminando por los pasillos de la villa, mientras Oliver tenía su teléfono en mano, sin prestarle una pisca de atención.De un momento a otro pasaron por un pasillo donde habían varios cuadros, los cuales llamaron la atención de Renne.El primer cuadro, era de una noche estrellada, siendo la luna la protagonista en la pintura, dejando en segundo plano la pareja que estaba al frente de un árbol de cerezo, tomados de la mano.Acercando un poco su rostro a la pintura, trato de observar el nombre del pintor o alguna pista que le dijera quien lo había hecho.Oliver de tuvo su paso al ver a la de ojos bicolores, observar la pintura titula “bajo de la noche
*Renne*—Señorita Renne, ella es la señora Michelle Aurora.—La presentó Lizz.Aurora.. ese nombre me suena........ahhhhh, ella es la diseñadora más famosa de la ciudad A.Ella el año pasado destacó bastante en la semana de la moda, sus diseños eran impresionantes y dejo deslumbrados a muchos, y a pesar de sus cuarenta y tantos años, su belleza seguia destacando.Realmente esta sorprendida de tener a un icono de la moda como ella, al frente suyo, es que muy pocos tienen el privilegio de verla y de esos mismos, pocos habían cruzado palabras con ella.—Es un gusto conocerla señora Aurora.—El gusto es mío, de por fin conocerte, quería comprobar con mis propios ojos si eras así de hermosa como me describían, y no hay duda de ello, quien te describió se quedó corto a la hora de hacerlo.... y por favor quítale el señora, solo dime Aurora.Las mejillas de Renne se tornaron rosas en ese momento, ella sabía que su apariencia no era para nada mala y además sus ojos llamaban mucho la atención, p
Renne se encontraba de nuevo en su habitación, ya llevaba tres días que no salía de ella, pues Oliver aún no regresaba, así que los señores Beker no la necesitaban fuera de la habitación.Estos últimos días, su única compañía era Lizz y Rosi, (la otra chica que le asignaron), se habían convertido en su único método de entretenimiento y la única manera para no caer ante sus instintos.Desde hace unos quince minutos, tenía una charla tejida con ellas dos, ellas le estaban contado una de sus tantas anécdotas.Y algo que le sorprendió y no se esperaba, fue el echo que las dos fueran parejas.—Pues si, cómo te decía, a mi me gustaba Lizz desde hace mucho tiempo, pero no sabía cómo decírselo y tampoco sabía si ella le gustaban las mujeres.—jejeje, a mi también me gustaba Rosi desde antes, pero si sabía cómo acercarme y yo era muy tímida.Renne prestaba toda su atención a la plática, sin dejar pasar absolutamente nada.—¿Y quien se acercó primero?—pregunto Renne.—Yo—responde Rosi, con una
Ya había llegado el día, y haci cómo lo dijeron las chicas, la mansión estaba totalmente sola y se podía escuchar el zumbido de una mosca gracias al silencio.Oliver no había vuelto todavía, o no que ella sepa, los señores Beker en la mañana le habían ordenado no hacer ruido y que se mantuviera en su habitación y desde ese momento no los había vuelto a ver o escuchar.Se levantó de la cama y se acercó a la pequeña ventana en la esquina de su habitación, la cual está enrejada, se asomo por las pequeñas hendiduras y observo el patio vacío y oscuro.Siendo la luna la única que alumbra el lugar con su escasa luz.Arrastrando con ellas las cadenas, se encerró en el baño, y con un cuchillo que había guardado con anterioridad, empezó a tratar de quitárselas.Se sentó en la tasa del inodoro y levantó su pie, posicionándolo en su muslo izquierdo, para empezar a quitar el seguro del candado.Le llevo varios minutos poder quitar el seguro, tanto así que estuvo apunto de rendirse, y cuando lo iba
Santiago se acercó a ella a paso lento, sin borrar en ningún momento esa sonrisa burlona que le adorna los labios.Renne tembló en su interior, pero a pesar de eso levantó su barbilla y adoptó una posición que la hacía ver segura.Miró disimuladamente a su alrededor, y solo pudo observar los hombres y carros de Santiago.Estaba atrapada.Y eso le aterraba.Volvió su vista al frente, y observo a Santiago, el cual estaba a unos pocos pasos de ella.—Pequeña Renne, pensabas que podrías escapar de mi tan fácilmente, ja.Renne no respondió, después de todo, si pensaba que podría escapar.Su corazón se oprime al caer de golpe a la realidad.—Fue muy divertido ver cómo te escabullias por la mansión para poder salir, debo decir que por un momento casi, pero casi lo logras—se burlo descaradamente, mientras empezó a caminar a su alrededor.Renne siguió callada, por primera vez no sabía que decir, y tampoco como actuar.—Tambien debo admitir, que no espere que tuvieras las agallas de escapar, me