Por el rabillo del ojo puede ver como una sombra negra se dispara rápidamente en dirección a Liam, provocando que las puertas del ascensor vuelvan a abrirse.
Quedó impactada ante la escena, estática en mi lugar viendo como Carter le propina un golpe directo en el rostro a mi ex prometido, quien se tambalea y cae al suelo quejoso.
—¿Y qué vas a hacer, imbécil? ¿Irás a llorarle a tu papi porque ella se dio cuenta de la basura que eras?¿Que harán la amenazaran hasta que se case contigo? —espeta con burla. Liam se reincorpora rápidamente y arremete contra él intentando devolverle el golpe pero Carter es más rápido y se hace a un lado, esquivando, y debido a la intensidad de su impulso, vuelve a caer. —Que patético eres…
Vuelvo en mis sentidos cuando su calidez me abandona y observó cómo sus ojos se posicionan en Liam, sus semblante es sombrío, totalmente oscuro, la ira emana su ser y está totalmente dirigida hacia una persona. Liam se estremece ante su mirada y su cuerpo lo traiciona reaccionando al peligro, retrocediendo ante el amenazante semblante de mi socio.La imponente figura totalmente erguida de Carter, se dirige a paso lento hacia Liam, este último parece hacerse pequeño ante su presencia e inconscientemente sigue retrocediendo, es notorio el esfuerzo que hace por no bajar la cabeza, en señal de sumisión. Carter imita su anterior accionar, posicionando una de sus grandes manos sobre su hombro y acercándose un poco más susurra algo que desde mi posición es difícil de escuchar. Inmediatamente seguido de esto y sin previo aviso la
“Ella es mia, y no puedes hacer nada para evitarlo”La afirmación en su voz al susurrarlo para que sólo yo escuchara su mierda, provocó que me hirviera la sangre. La palabra “mía” en sus labios me dio asco y repulsión. Inconscientemente una serie de imágenes de ellos juntos pasaron fugazmente por mi mente; ellos dos besándose, abrazándose, y haciendo lo que hasta ahora, yo solo había imaginado. El sobre ella, tocándola, acariciándola, haciéndole gemir hasta que grite su nombre.Mi estómago se contrajo y solo una frase se repetía una y otra vez en mi cabeza; “Voy a matar a este hijo de puta”. Golpearlo hasta borrar la estúpida sonrisa de superioridad que adornaba su cara de bosta.
Necesito más, la necesito. Despegandome a regañadientes de su cuerpo, me incorporo sobre mis rodillas, tomó el borde de su vestido y lo arrancó de su cuerpo, rápido y de un tiro.Apenas la despojó de su vestido, inesperadamente ella arremete contra mi boca sin darme tiempo a reaccionar, me tomó de la nuca y con su cuerpo pegado a mi, me impulsa hacia atrás, dejando mi espalda contra el respaldo del sofá, con ella a oracadillas de mis piernas.Sin dejar de devorar mis labios, desliza sus manos por mi cuello hasta llegar al primer botón de la camisa que aun llevo puesta, ágilmente desprende cada uno, dejando mi torso al descubierto. Con la palma de su mano, marcando un recorrido por mi piel, su tacto provoca que un jadeo involun
Y tal como lo dijo, ese furtivo encuentro en el sofá solo fue el comienzo. Un incontable número de placenteros asaltos se desarrolló en mi cama. El tiempo se volvió relativo, la realidad se volvió distorsionada, solo eramos él y yo en un apartamento el cual se convirtió en nuestro propio mundo. El placer que sentí a su lado jamás la sentí antes, ni siquiera con Liam, fue totalmente irreal.No fue solo placer sexual que por cierto fue el mejor sexo de mi vida, sino que tambien me sienti realmente bien estando a su lado, bromeando, riendo, hablando de cosa triviales, disfrutando de la compania del otro.Pero en la vida todo la bueno tiene un final, era lunes por la mañana y mi sueño había sido interrumpido por una llamada de Beatrice, al pa
Me tomó alrededor de cinco minutos para ingresar a la oficina a enfrentarme a estos dos. Al entrar solo el señor Tylor está sentado frente a mi escritorio, mientras Liam permanece de pie junto al ventanal observando la maravillosa vista de la ciudad. Al darse cuenta de mi presencia, ambos giran para observarme caminar hasta mi silla, por mi parte no los miro y sigo mi camino. Liam que permanece justo detrás de mi asiento sin intención a moverse me mira fijamente, con un gesto le indico que tome asiento del otro lado de la escritura y me mira sorprendido por mi desconfianza, sin embargo no pone objeción. Puedo ver como su mirada se oscurece al notar algo detrás de mi cuello pero no dice nada, sos me mira mientras sus ojos se prenden fuego, la ira y la impotencia lo abruman. S
—Bien Emily, esto es un gran malentendido. Hace varios años, poco después de que tu abuelo fundara la empresa, Inglaterra pasó por una gran crisis económica que devastó la economía y casi destruyó lo que con gran esfuerzo tu abuelo había levantado, fue entonces cuando me pidió ayuda y como su mejor amigo no podía negar —comenzó hablar y sinceramente no entendí que tenía que ver eso conmigo, al ver mi confusión me extendio un monton de papeles y al leer el título quede más desconcertada; “Contrato” —La crisis tambien me afecto directamente por lo tanto me arriesgaba de sobremanera al ayudarlo, por lo tanto debía asegurar mi futuro y el de mi familia.Al leer el contrato parecía más una venta de propiedad que un acuerdo de mutua
Su declaración me dejó sin aliento. ¿Una década? Por favor, eso es todo una vida, un millón de cosas podrían pasar en un lapso de tiempo tan amplio.Pero a pesar de que es algo imposible sus palabras me conmueven, nos conocemos hace muy poco tiempo y el ya se proyectó diez años a mi lado.Conectó su mirada con la mía y sus ojos solo transmiten calidez. Su suave expresión me transporta, nada a mi alrededor es más relevante que el perfecto rostro del ser que tengo frente a mi. Es increíble las emociones que afloran mi interior con una sola mirada suya.Los acontecimientos del fin de semana contribuyeron aún más a todo esta maraña de emociones pero aun así no había querido prestarle demasiada atención y arruinar lo único bueno que me había pasado en estos meses. Es tan extraño que no lo entiendo, ¿cómo es posible que lo anhele tanto en tan poco tiempo?¿solo yo me siento así? si
Tanto mi asistente como mi nuevo guardaespaldas me miran en busca de aprobación. Por mi parte solo guardo silencio, conteniendo mis ganas de gritarle unas cuantas verdades. Momentos después ambos salen y un incómodo silencio se apodera del lugar.No lo miro, solo me concentro en un punto inexistente de la pared frente a mi. Estoy frustrada, porque muy extrañamente no estoy enojada con él, lo que hace que esté enojada conmigo misma por no estar enojada con él… Vaya, ahora entiendo a los hombres cuando dicen que somos complicadas e indescifrables. Ni yo misma entiendo porque todo es tan confuso.—Emily… —me llama en un susurro, pero no volteo a verlo, solo sigo en la misma posición que antes —Preciosa, por favor escúchame…