—Bien mamá, ahora estoy tomando un rico batido mientras espero la siguiente clase —miento, no quiero que me reproche y menos que venga por mí—, también los amo, no quiero que piensen que los he olvidado, cuando pueda los iré a visitar o puede ser viceversa.—Mi amor, quiero que sepas que soy tu madre y que todo fue por protegerte de todo lo malo, te confieso que ese casamiento es absurdo, ya que ambos no se aman, pero… —guarda silencio, alejo el móvil de mi oreja, veo la pantalla, frunzo el ceño al ver que mi madre sigue en línea—. Él no te lastimará, es buen muchacho, aunque aparenta ser un inhumano, no lo es.Cierro mis ojos al escuchar eso, no quiero que mi madre llore porque todo esto es mi culpa y si el destino me tenía preparado esto es momento que lo acepte.—¡Esta me las pagarás y te demostraré que no estoy jugando contigo! Somos tus amigas y es injusto que nos dejes porque no te parece contarnos si has dejado de ser virgen —cuando pensaba contestarle a mi madre las idiotas de
Mi hermano está completamente loco, quiere que salgamos, según él, porque tengo que celebrar mi despedida de soltera, aunque nada de eso es cierto, ya que soy casada. Hmmm… No importa que sea casada de solo papel, el detalle es que mi hermano tiene demasiadas malas intenciones, una de ellas es que vaya tras mis padres.Lo último de todo es que mis amigas aparecieron en el momento menos inesperado, obligándome a que vaya con mi hermano, obvio que ellas también quieren ir, sin embargo, yo no tengo ganas de ir a ningún lado porque mis amigas y ese hermano que tengo… Ah.—Entiendo, no quieres ir con nosotros porque tienes prohibido hacer cosas que jamás has hecho, y sabes dónde te lleva todo eso, “la misma rutina” —sin descaro empieza a burlarse de mí, mi hermano tiene el valor de provocarme, sin embargo, eso no me afecta, mi visión es obtener todo lo que quiero, de poder ir puedo ir, pero el caso es que mi hermano no es de mi agrado en este momento.—Pueden ir ustedes, por mí no hay ning
Lo último que quiero en este momento es una declaración de amor, no quiero nada delante del hombre que es mi esposo. ¿Será que le puedo dar celos con eso?¿Qué es lo que debo hacer?, intento ser una maldita, pero mis piernas tiemblan como gelatina, eso significa que son una maldita cobarde por tener miedo que ese hombre se enfurezca.—Pao… Tenemos que hablar —escucho los gritos de Raúl, ¿será que no escuchó que mi esposo ha llegado?—Te están llamando, hmmm… Puedes entrenar a tu novio, ya que en mi presencia no tolero que una dama que se dice que es mi esposa se bese con otro delante de mis ojos o quieres que haga lo mismo, eh, creo que respeto quiere respeto y si así empezamos, no te aseguro que seré yo el que pide que paremos —masculla con voz ronca, trago grueso y mi corazón junto a mi alma me quieren abandonar.Eso quiere decir que no le molesta que me haya besado con un chico, su molestia es que le falte al respeto, que lo haga quedar mal delante de todos. Una cosa es que sea cor
—Él me ha vuelto loca, eso no se hace, se supone que soy su hermana, que me debe querer como tal —insisto, estoy completamente decepcionada, mi propia sangre quiere volverme loca.—Olvidémoslo —dice sin quitar la mirada del frente—, iremos a casa, espero que hayas aprendido algo en el tiempo que se supone que estabas en clases.—Eso es irrelevante, no creo que te importe lo que hago dentro —hablo sin medir mis palabras.—Perfecto, y no me molesta, espero que eso mismo tengas presente cuando me llegues a preguntar qué es lo que hago encerrado en el despacho —esboza una sonrisa falsa.Aush, eso dolió…(…)—¿Dónde estamos? —pregunto en el instante que él detiene el auto—. ¿Dónde está el señor que me cuida?Mis ojos brillan y se agrandan al ver la playa, ¡estamos en la playa! ¿Por qué me ha traído aquí? Frunzo el ceño y lo volteo a ver esperando una respuesta de él, dado que no es momento de dar un baño en la playa o puede que lo merezca.—Este es el lugar donde pensaba llevarte al altar,
***Todo el día terminó en una cosa y otra, llevándome la sorpresa de que Leo no tiene tiempo para respirar, las llamadas son constantes. Intenté preguntarle, pero todo fue en vano, su enojo y frustración crecían y crecían, lo último que recuerdo es que al llegar a casa me fui a encerrar a la habitación hasta salir hasta el siguiente día.Saliendo de la habitación, rejuvenecida, relajada y con mucho positivismo, voy a desayunar al enorme comedor solitario, ya que dudo que él quiera acompañarme, hasta puedo jurar que está en ese despacho oscuro. ¡Eso no es vida!Llegando al comedor, una de las empleadas me dice amablemente que me ponga cómoda, y que disfrute del desayuno.—Que tenemos de desayuno —alzo la mirada y me quedo con la boca abierta al ver lo reluciente que se ve Leo.Cierra esa boca o te entrarán moscas.No imaginé que él vendría, es que estaba segura de que él estaría dormido o encerrado en ese despacho, pero al parecer me he equivocado.Con un poco de vergüenza bajo la mir
—Así es y como tal tienes que comportarte como un esposo que ama a su esposa.Esta conversación se ha salido de control, no puedo creer que mis padres junto a los de ellos quieren sostener que este matrimonio debe ser más que un espejismo.Aspiro… aspiro… aspiro… y me concentro porque ya estoy en el hoyo y de ahí no puedo salir hasta que muera, dado que no puedo escapar.—Bueno, cambiemos de tema o mejor pueden quedarse cómodos, sí, esta dama tiene que hablar con su hija,—Esto es tan difícil —susurro.—Pero no imposible corazón —viene hacia mí, de un arrebato me quita la copa que tenía en mi mano derecha.Sin renegar me levanto del sofá y le digo que me acompañe a mi habitación, ya que tengo que enseñarle unas cosas.Después de eso nadie discutió el tema, mi madre y yo nos despedimos para desaparecer.No pude tomar mi copa de vino y tampoco he desayunado.Lo que si no quiero es discutir con mi madre, es claro que no llevo una semana lejos de ella, sin embargo, está la posibilidad que
***Al bajar las escaleras me doy cuenta de que he hablado mucho con mi madre, y que al final ella se ha quedado tranquila pensando que Leo es el hombre ideal, ese que me conviene para protegerme.Llegando al último piso me detengo y tomo la mano de mi madre, quiero que ella y toda la familia se den cuenta de que ambas no nos matamos y que al parecer este matrimonio fue buena decisión.—Las estábamos esperando, pueden acompañarnos —llegando al último escalón, mi padre hace acto de presencia—, otro día pueden seguir conversando, pero ahora tenemos que hablar de otras cosas.Le doy un apretón de mano a mi madre para luego soltarla e ir donde mi padre, antes de irnos al despacho y reunirnos con todos, le digo a mi padre que lo amo mucho y que siempre aceptaré que seré su esposa.—Familia, tienen poco tiempo para definir el punto final de esta reunión —maldigo por lo bajo, Leo es bueno y mi esposo, pero de presentarse en el momento menos inoportuno, pongo mis ojos en blanco tras morder mi
***Leo***¿Qué es lo que acabo de hacer?Me separo de ella bruscamente y sin decir ni una sola palabra salgo de la habitación como alma que me lleva el diablo, dejándola toda desorientada y confundida.¡Mierda!, ¿qué es lo que tengo en la cabeza?Bajo las escaleras a toda prisa, no quiero hablar con ella y menos quiero discutir o decir algo que ni yo sé. Siento como si mi cuerpo anduviera en el limbo.Aaahh… Es demasiado eso de que tenemos que traer a un bebé al mundo, ¡no quiero! Maldita sea, no me puedo aprovechar de esa mocosa. Ella tiene que entregarse con el hombre que de verdad la quiera, no uno que solo quiere el poder y…—Espera…, espera —escucho los gritos de Pao detrás de mis pasos.No… no… y no. Ella no puede estar hablando en serio.—Buenas noches —hablo sin detener mi andar.—Espera, por favor —me detengo al último escalón y volteo a verla. —Déjame en paz y mejor vete a dormir—vocifero con ímpetu.—Pero…—Entiende que no quiero hablar —grito.Doy media vuelta al ver su r