***Al bajar las escaleras me doy cuenta de que he hablado mucho con mi madre, y que al final ella se ha quedado tranquila pensando que Leo es el hombre ideal, ese que me conviene para protegerme.Llegando al último piso me detengo y tomo la mano de mi madre, quiero que ella y toda la familia se den cuenta de que ambas no nos matamos y que al parecer este matrimonio fue buena decisión.—Las estábamos esperando, pueden acompañarnos —llegando al último escalón, mi padre hace acto de presencia—, otro día pueden seguir conversando, pero ahora tenemos que hablar de otras cosas.Le doy un apretón de mano a mi madre para luego soltarla e ir donde mi padre, antes de irnos al despacho y reunirnos con todos, le digo a mi padre que lo amo mucho y que siempre aceptaré que seré su esposa.—Familia, tienen poco tiempo para definir el punto final de esta reunión —maldigo por lo bajo, Leo es bueno y mi esposo, pero de presentarse en el momento menos inoportuno, pongo mis ojos en blanco tras morder mi
***Leo***¿Qué es lo que acabo de hacer?Me separo de ella bruscamente y sin decir ni una sola palabra salgo de la habitación como alma que me lleva el diablo, dejándola toda desorientada y confundida.¡Mierda!, ¿qué es lo que tengo en la cabeza?Bajo las escaleras a toda prisa, no quiero hablar con ella y menos quiero discutir o decir algo que ni yo sé. Siento como si mi cuerpo anduviera en el limbo.Aaahh… Es demasiado eso de que tenemos que traer a un bebé al mundo, ¡no quiero! Maldita sea, no me puedo aprovechar de esa mocosa. Ella tiene que entregarse con el hombre que de verdad la quiera, no uno que solo quiere el poder y…—Espera…, espera —escucho los gritos de Pao detrás de mis pasos.No… no… y no. Ella no puede estar hablando en serio.—Buenas noches —hablo sin detener mi andar.—Espera, por favor —me detengo al último escalón y volteo a verla. —Déjame en paz y mejor vete a dormir—vocifero con ímpetu.—Pero…—Entiende que no quiero hablar —grito.Doy media vuelta al ver su r
***Leo***Esta mujer si me matara de una vez por todas, ¿cómo se atreve a aparecer así por así? He estado buscando la forma de no robarle su virginidad y tampoco aprovecharme de ella.—Jefe, no fue mi intención y si quiere un consejo… Debe estar con ella.Hmmm… Ese consejo es demasiado malo, intento que las cosas vayan bien, pero el trabajo y cuidarla me estresa por completo. Me ha quedado claro que el hermano de ella intenta ponerme de mal humor. Antes la protegía y ahora busca hombres para provocarme.—Ya me he dado cuenta —le doy la espalda y me encamino hacia al estante donde están las variedades de alcohol.—Le puedo servir un tequila o un vodka —volteo a verlo—, es la mejor exportación.Ah, un buen vodka me ayudaría a relajarme por completo, ya que necesito controlar todo lo que pasa por mi mente.—Bueno, puede servirme vodka y al lado la botella de tequila.—El tequila le ayudará, luego un par de copas de vodka —dice mientras camina hacia mí—, debe relajarse y disfrutar de su h
—Leo…—Entonces empecemos, tenemos que actuar como unos esposos enamorados —resopla—, eso es cliché y no me gusta ese tipo de drama, pero es lo que quiere la organización.Entonces eso quiere decir que acepta mis condiciones, que no tiene otro camino y que las cosas se harán a mi manera. Sorprendente, eso me gusta porque me siento poderosa.—Te tiene que gustar, ¡amor! —enfatizo y él gruñe.Soy una amante de las novelas cliché, y por ende no me gusta que hable de esa forma. Comprendo que no me casé como lo soñé, pero por eso no me puedo amargar, busqué mi salida y la encontré.—Mejor tomemos whisky —dice el hombre que aún no me grabo su nombre en mi mente.—Tomemos —dice tras levantarse y posarse ante mí—, serás mi esposa, pero a mi modo—susurra cerca de mi oído tras sentarse nuevamente y yo palidezco.Esas palabras no son las que esperaba, pero es un comienzo, dado que no quiero que me siga tratando como su enemiga. Lo único que quiero es una oportunidad y que su corazón se vuelva a
Su descaro es inminente y su sumisión despertó al demonio que tengo en mi interior, ese que no perdona nada. Siento que todos los músculos de mi cuerpo se flexionan y mi pene palpita. Lenta y confiadamente me metí en su boca. Sentí que mi polla quería salir, exigiendo ser liberada.Hago a un lado a Pao y cómo pude me levanté con un poco de tambaleo en mi cuerpo, intento desabrochar el botón de mi pantalón y bajar de una vez la bragueta, pero se me hace difícil, ella me tiene vuelto loco. Mi conciencia me dice que no me aproveche de ella.Al diablo…***Pao***—Con su permiso —me quedo pensativa cuando termina la última vocal. Ambos nos quedamos congelados en el tiempo, deleitándonos de la travesía de nuestros ojos, mi lengua diabólica se ha quedado en un rotundo silencio.Jadeo y su boca se abate sobre la mía, sin darme la oportunidad de improvisar. Me besa con violencia, aaahh… Nuestros dientes chocan un segundo y luego mete su lengua entre mis labios. ¡No puede ser! El deseo estall
***Este hombre me ha sorprendido en su totalidad, quiero admirar sus expectórales, pero…—Eres exquisita, hmm… —escucho como jadea, disfruta al igual que yo.Se inclina sobre mí, me agarra de los tobillos, me separa rápidamente las piernas, acto seguido, viene sobre mi cuerpo.Sus labios se unen con los míos, ascendiendo. ¡Me arde la piel! Estoy sofocada y acalorada. ¡Ah!Por mucho tiempo siento calor, luego frío. Se inclina apoyando las manos a ambos lados de mi cabeza, de modo que queda suspendido por encima de mí.—Te prometo que no lo olvidarás pequeña, seré delicado —dice en tono suave y yo niego con la cabeza.Coloca la punta de su pene duro, erecto y húmedo cerca de mi vagina, lo coge con su mano y comienza a frotarlo por toda mi área vaginal, abriendo con su glande mis labios y así mismo chocándolo con un roce atormentador en mi clítoris, provocándome terremotos lujuriosos en todo mi ser, haciéndome estremecer cada que roce en mi punto G, desde su glande hasta el rico grueso
Me levanto y sigo sus pasos, lentamente y con mucha cautela me acerco a él, lo empujo con la intención que caiga sentado sobre el diván, inmediatamente me acerco y me siento en sus rodillas, pegando mi cuerpo firmemente, metí mis manos en su cabello, gime en el preciso momento que jalo su cabello hacia atrás, cerrando los ojos. Por un momento me quedé viendo su mirar para luego devorar sus labios, chupe y mordí sus labios lentamente hasta que vi el momento y deslicé mi lengua en su boca. De pronto sentí que algo se estaba endureciendo debajo de mí. Este impulso desencadenó involuntariamente la cordura de Leo.—¿Crees que todavía eres malo para mí? —susurro entre labios—, debes preguntar primero y cuidado te llevas una sorpresa.—No resisto… —murmura, con un temblor en su voz.Nuevamente, se aferra a mis labios, devorándolos hasta más no poder, aferrándose y adueñándose de cada cavidad de mi boca, jugando con nuestras lenguas y consumiéndonos el aire entre sí.Me separo de él, incorpo
***Leo***—¿Qué es lo que te sucede? —cuestiona tras azotar la mesa contra el puño cerrado—, tenemos un viaje de negocios y solo dices “no”, me puedes explicar qué es lo que te sucede.Ray no comprende lo que estoy pasando, ¡me he acostado con la mocosa! Eso no se discute, me siento impotente y a la vez un desgraciado infeliz porque se ha aprovechado de ella.Todavía me cuesta comprender por qué me siento tan mal, hasta que mi conciencia me repite una y otra vez que le he robado la inocencia a esa chica, que podía permitir que se entregara con el príncipe azul, ese con el que ella sueña de noche y de día. Lo malo es que ahora que me han propuesto irme de viaje para relacionarme cada vez en el negocio, o mejor dicho, que ellos sepan quién es el nuevo que manda, pero no quiero dejarla sola, no en este momento porque ella pensará que quiero escapar.—Sucede que ella creerá que he escapado, deja de hablar como si me entendieras —agarro la botella de whisky y de una vez me lo llevo hacia l