—Leo…—Entonces empecemos, tenemos que actuar como unos esposos enamorados —resopla—, eso es cliché y no me gusta ese tipo de drama, pero es lo que quiere la organización.Entonces eso quiere decir que acepta mis condiciones, que no tiene otro camino y que las cosas se harán a mi manera. Sorprendente, eso me gusta porque me siento poderosa.—Te tiene que gustar, ¡amor! —enfatizo y él gruñe.Soy una amante de las novelas cliché, y por ende no me gusta que hable de esa forma. Comprendo que no me casé como lo soñé, pero por eso no me puedo amargar, busqué mi salida y la encontré.—Mejor tomemos whisky —dice el hombre que aún no me grabo su nombre en mi mente.—Tomemos —dice tras levantarse y posarse ante mí—, serás mi esposa, pero a mi modo—susurra cerca de mi oído tras sentarse nuevamente y yo palidezco.Esas palabras no son las que esperaba, pero es un comienzo, dado que no quiero que me siga tratando como su enemiga. Lo único que quiero es una oportunidad y que su corazón se vuelva a
Su descaro es inminente y su sumisión despertó al demonio que tengo en mi interior, ese que no perdona nada. Siento que todos los músculos de mi cuerpo se flexionan y mi pene palpita. Lenta y confiadamente me metí en su boca. Sentí que mi polla quería salir, exigiendo ser liberada.Hago a un lado a Pao y cómo pude me levanté con un poco de tambaleo en mi cuerpo, intento desabrochar el botón de mi pantalón y bajar de una vez la bragueta, pero se me hace difícil, ella me tiene vuelto loco. Mi conciencia me dice que no me aproveche de ella.Al diablo…***Pao***—Con su permiso —me quedo pensativa cuando termina la última vocal. Ambos nos quedamos congelados en el tiempo, deleitándonos de la travesía de nuestros ojos, mi lengua diabólica se ha quedado en un rotundo silencio.Jadeo y su boca se abate sobre la mía, sin darme la oportunidad de improvisar. Me besa con violencia, aaahh… Nuestros dientes chocan un segundo y luego mete su lengua entre mis labios. ¡No puede ser! El deseo estall
***Este hombre me ha sorprendido en su totalidad, quiero admirar sus expectórales, pero…—Eres exquisita, hmm… —escucho como jadea, disfruta al igual que yo.Se inclina sobre mí, me agarra de los tobillos, me separa rápidamente las piernas, acto seguido, viene sobre mi cuerpo.Sus labios se unen con los míos, ascendiendo. ¡Me arde la piel! Estoy sofocada y acalorada. ¡Ah!Por mucho tiempo siento calor, luego frío. Se inclina apoyando las manos a ambos lados de mi cabeza, de modo que queda suspendido por encima de mí.—Te prometo que no lo olvidarás pequeña, seré delicado —dice en tono suave y yo niego con la cabeza.Coloca la punta de su pene duro, erecto y húmedo cerca de mi vagina, lo coge con su mano y comienza a frotarlo por toda mi área vaginal, abriendo con su glande mis labios y así mismo chocándolo con un roce atormentador en mi clítoris, provocándome terremotos lujuriosos en todo mi ser, haciéndome estremecer cada que roce en mi punto G, desde su glande hasta el rico grueso
Me levanto y sigo sus pasos, lentamente y con mucha cautela me acerco a él, lo empujo con la intención que caiga sentado sobre el diván, inmediatamente me acerco y me siento en sus rodillas, pegando mi cuerpo firmemente, metí mis manos en su cabello, gime en el preciso momento que jalo su cabello hacia atrás, cerrando los ojos. Por un momento me quedé viendo su mirar para luego devorar sus labios, chupe y mordí sus labios lentamente hasta que vi el momento y deslicé mi lengua en su boca. De pronto sentí que algo se estaba endureciendo debajo de mí. Este impulso desencadenó involuntariamente la cordura de Leo.—¿Crees que todavía eres malo para mí? —susurro entre labios—, debes preguntar primero y cuidado te llevas una sorpresa.—No resisto… —murmura, con un temblor en su voz.Nuevamente, se aferra a mis labios, devorándolos hasta más no poder, aferrándose y adueñándose de cada cavidad de mi boca, jugando con nuestras lenguas y consumiéndonos el aire entre sí.Me separo de él, incorpo
***Leo***—¿Qué es lo que te sucede? —cuestiona tras azotar la mesa contra el puño cerrado—, tenemos un viaje de negocios y solo dices “no”, me puedes explicar qué es lo que te sucede.Ray no comprende lo que estoy pasando, ¡me he acostado con la mocosa! Eso no se discute, me siento impotente y a la vez un desgraciado infeliz porque se ha aprovechado de ella.Todavía me cuesta comprender por qué me siento tan mal, hasta que mi conciencia me repite una y otra vez que le he robado la inocencia a esa chica, que podía permitir que se entregara con el príncipe azul, ese con el que ella sueña de noche y de día. Lo malo es que ahora que me han propuesto irme de viaje para relacionarme cada vez en el negocio, o mejor dicho, que ellos sepan quién es el nuevo que manda, pero no quiero dejarla sola, no en este momento porque ella pensará que quiero escapar.—Sucede que ella creerá que he escapado, deja de hablar como si me entendieras —agarro la botella de whisky y de una vez me lo llevo hacia l
***Pao***(...)Llegando a casa después de que al fin terminé los trabajos pendientes que tenía, aparte tuve que hacerlo, ya que no quería quedarme encerrada dentro de la habitación pensando que Leo se había escapado de mí.No voy a negar que fue un día increíble con ellas; trabajamos al mismo tiempo escuchando música, comimos, bebimos y terminamos de hablar de lo que sucedió con mi hermano y del chico que me dio un beso.Entro a la habitación y me quedo totalmente helada porque Leo no está por ningún lado. Mis amigas no saben que he entregado mi virginidad al chico que elegí como mi esposo, bueno, eso es lo que les he hecho saber a ellas, dado que jamás de los jamases le diría que me he casado por conveniencia y que me he entregado porque… (Para tener un bebé y también porque deseaba que él fuese el primero)Realmente no me importa si no lo conozco por completo o que él a veces me muestre desprecio, nada de eso importa. Leo es y será el primero y nadie lo podrá superar, eso sin impor
(...)Aaaahhh… Esto de correr ya no es lo mío, siento que mi corazón se quiere salir, no puedo más con mi vida. He llegado tarde al salón de clase y eso no es todo, ya que tengo muchas miradas penetradas en mí.¡Por Dios! Es mi primera vez que vengo tarde, y por ende hoy seré el centro de atención de muchos.Al estar dentro del salón pido disculpas por mi llegada tarde, luego de esperar, “que no se vuelva a repetir”, no tardé mucho cuando fue a mi lugar, a lado de mi amiga.Trato de recuperar mi respiración y sin ver a mi alrededor me pongo cómoda, esto de correr es malo. Dios, me siento cansada, hasta puedo decir que me desmayaré porque siento un mareo y eso que he desayunado.Sí, Leo me ha obligado a desayunar y eso que no se me olvida cuando me invitó a un baño especial, de esos que terminan en final feliz.Cierro mis ojos y cuando escucho a la profesora decir los “buenos días, Pao”, los abro para ser partícipe del canto celestial de la atención que me está dando.Mis amigas se deb
***Leo***El pequeño bar está a reventar, como era de esperar… Es uno de los mejores y no solo por lo que puedes encontrar, el ambiente y lo que quieres hacer es lo más importante. “El bar de los mafiosos”.Estoy sentado en la terraza porque este es el lugar VIP, ¡mi lugar!Tras conversar con mi amigo Alberto, saco la cajetilla de cigarrillos de mi bolsillo. Ambos tenemos que hablar de negocios, ya que él me acompañará.Él lleva trabajando para nosotros mucho tiempo, eso se le puede llamar casi toda la vida. Aparte de amigos hemos creado un vínculo de hermanos.Aspiro otra calada del cigarrillo y como una cantaleta las cosas se repiten una y otra vez, él me dice que debería de dejar de fumar porque eso no es bueno para mi salud.Pongo mis ojos en blanco y sin quedarme callado le digo que se quede tranquilo, que no tengo intenciones de morir, no ahora que al parecer estoy decidido a crear una familia, “con ella”.—Mi rey —esa voz me parece conocida, no me molesto en girarme, aunque me