Me levanto y sigo sus pasos, lentamente y con mucha cautela me acerco a él, lo empujo con la intención que caiga sentado sobre el diván, inmediatamente me acerco y me siento en sus rodillas, pegando mi cuerpo firmemente, metí mis manos en su cabello, gime en el preciso momento que jalo su cabello hacia atrás, cerrando los ojos. Por un momento me quedé viendo su mirar para luego devorar sus labios, chupe y mordí sus labios lentamente hasta que vi el momento y deslicé mi lengua en su boca. De pronto sentí que algo se estaba endureciendo debajo de mí. Este impulso desencadenó involuntariamente la cordura de Leo.—¿Crees que todavía eres malo para mí? —susurro entre labios—, debes preguntar primero y cuidado te llevas una sorpresa.—No resisto… —murmura, con un temblor en su voz.Nuevamente, se aferra a mis labios, devorándolos hasta más no poder, aferrándose y adueñándose de cada cavidad de mi boca, jugando con nuestras lenguas y consumiéndonos el aire entre sí.Me separo de él, incorpo
***Leo***—¿Qué es lo que te sucede? —cuestiona tras azotar la mesa contra el puño cerrado—, tenemos un viaje de negocios y solo dices “no”, me puedes explicar qué es lo que te sucede.Ray no comprende lo que estoy pasando, ¡me he acostado con la mocosa! Eso no se discute, me siento impotente y a la vez un desgraciado infeliz porque se ha aprovechado de ella.Todavía me cuesta comprender por qué me siento tan mal, hasta que mi conciencia me repite una y otra vez que le he robado la inocencia a esa chica, que podía permitir que se entregara con el príncipe azul, ese con el que ella sueña de noche y de día. Lo malo es que ahora que me han propuesto irme de viaje para relacionarme cada vez en el negocio, o mejor dicho, que ellos sepan quién es el nuevo que manda, pero no quiero dejarla sola, no en este momento porque ella pensará que quiero escapar.—Sucede que ella creerá que he escapado, deja de hablar como si me entendieras —agarro la botella de whisky y de una vez me lo llevo hacia l
***Pao***(...)Llegando a casa después de que al fin terminé los trabajos pendientes que tenía, aparte tuve que hacerlo, ya que no quería quedarme encerrada dentro de la habitación pensando que Leo se había escapado de mí.No voy a negar que fue un día increíble con ellas; trabajamos al mismo tiempo escuchando música, comimos, bebimos y terminamos de hablar de lo que sucedió con mi hermano y del chico que me dio un beso.Entro a la habitación y me quedo totalmente helada porque Leo no está por ningún lado. Mis amigas no saben que he entregado mi virginidad al chico que elegí como mi esposo, bueno, eso es lo que les he hecho saber a ellas, dado que jamás de los jamases le diría que me he casado por conveniencia y que me he entregado porque… (Para tener un bebé y también porque deseaba que él fuese el primero)Realmente no me importa si no lo conozco por completo o que él a veces me muestre desprecio, nada de eso importa. Leo es y será el primero y nadie lo podrá superar, eso sin impor
(...)Aaaahhh… Esto de correr ya no es lo mío, siento que mi corazón se quiere salir, no puedo más con mi vida. He llegado tarde al salón de clase y eso no es todo, ya que tengo muchas miradas penetradas en mí.¡Por Dios! Es mi primera vez que vengo tarde, y por ende hoy seré el centro de atención de muchos.Al estar dentro del salón pido disculpas por mi llegada tarde, luego de esperar, “que no se vuelva a repetir”, no tardé mucho cuando fue a mi lugar, a lado de mi amiga.Trato de recuperar mi respiración y sin ver a mi alrededor me pongo cómoda, esto de correr es malo. Dios, me siento cansada, hasta puedo decir que me desmayaré porque siento un mareo y eso que he desayunado.Sí, Leo me ha obligado a desayunar y eso que no se me olvida cuando me invitó a un baño especial, de esos que terminan en final feliz.Cierro mis ojos y cuando escucho a la profesora decir los “buenos días, Pao”, los abro para ser partícipe del canto celestial de la atención que me está dando.Mis amigas se deb
***Leo***El pequeño bar está a reventar, como era de esperar… Es uno de los mejores y no solo por lo que puedes encontrar, el ambiente y lo que quieres hacer es lo más importante. “El bar de los mafiosos”.Estoy sentado en la terraza porque este es el lugar VIP, ¡mi lugar!Tras conversar con mi amigo Alberto, saco la cajetilla de cigarrillos de mi bolsillo. Ambos tenemos que hablar de negocios, ya que él me acompañará.Él lleva trabajando para nosotros mucho tiempo, eso se le puede llamar casi toda la vida. Aparte de amigos hemos creado un vínculo de hermanos.Aspiro otra calada del cigarrillo y como una cantaleta las cosas se repiten una y otra vez, él me dice que debería de dejar de fumar porque eso no es bueno para mi salud.Pongo mis ojos en blanco y sin quedarme callado le digo que se quede tranquilo, que no tengo intenciones de morir, no ahora que al parecer estoy decidido a crear una familia, “con ella”.—Mi rey —esa voz me parece conocida, no me molesto en girarme, aunque me
Salgo del baño y me quedo estático al ver que la niña que ha cambiado mi vida de un momento a otro está de pie, con los brazos cruzados y con su mirada de arriba hacia abajo.Tengo ganas de preguntarle qué es lo que sucede, que le dio por entrar a la habitación, esa en la que me he quedado con su permiso.—Puedo saber cómo te fue en la facultad —pregunto quedando electrizado porque ella toma la iniciativa de tirar su cartera en el suelo, aunque intento descifrar su gesto—, ¿pasa algo?—Me puedes decir desde cuando tenías pensado irte sin decirme que volveré con mis padres y que hay posibilidad de que vaya a un internado —escucho su inconformidad y me llama la atención porque una parte de mi ser presiente que ella se emocionaría, dado que quedaría libre.—Pocos saben de esa información, o mejor dicho malo, porque nada de eso es lo que he tenido planeado, sí me iré de viaje, pero no imaginé que eso te afectaría por…—¿Qué? Eso es estúpido —me habla dándome a la cara y eso me pone cachon
Al llegar al último escalón me detengo al ver el rostro de mi madre, su mirada la tiene fija hacia mí. Por el tiempo que la conozco intento descifrar su estado de ánimo y la razón por la que ella está aquí.Ahora es cuando decido alejar toda preocupación de lo que mi corazón se oprimía, esbozo una enorme sonrisa y con un toque de hipocresía alzo la voz y voy hacia ella. Mis brazos van directo hacia la mujer que conoce cada parte de mi cuerpo y mis emociones, también de la peor persona que puedo llegar a ser.—Te preguntarás cuál es el motivo de mi visita inesperada —se aleja de mí con brusquedad, y mi cuerpo reacciona—, eres un monstruo, tienes una mente perversa y te veo y me cuesta creerlo.—¿Puedo saber de qué se me acusa? —mi voz temblorosa intenta no traicionar la fachada de frialdad—, me parece injusto que vengas a insultarme, eres mi madre y eso me ha quedado demasiado claro, pero no te permitiré que me insultes en mi casa.¡Hecho! Jamás de los jamases me llevaré bien con ella,
+Termino de subir las escaleras y por precaución me detengo, quedándome oculta para escuchar lo que ellos hablarán.Mi madre es demasiada rara y mi padre peor, ambos me confunden demasiado y antes que le suceda algo a Leo es mejor ir tras él, aunque eso implique dejar mis estudios.Por unos segundos me quedo quieta, reteniendo la respiración, todo para poder escuchar a mis padres hablar, lo lamentable es que soy sorprendida por Leo. Me dice maleducada, que estaba pensado que eso se me había quitado, pero al parecer se equivocó.Eso me causó un poco de risa porque no tengo nada que decirle o sí. Ahora que lo recuerdo le tengo que decir que no viajará solo, dado que de repente se presentó algo demasiado inesperado.Sin dar media vuelta le digo que nuestros padres están tramando algo y ese algo es más ni menos que… Guardo silencio porque no quiero arruinar el dizque sorpresa que mis padres les darán, “¡Mi hija no puede ir contigo!”Cierro mis ojos y tras inhalar fuerte le digo que se p