Miro por toda la habitación buscando a mi novia, pero no la veo por ningún lado, así que decido salir de la habitación y recorrer el departamento en busca de mi pelirroja, pero nada, enseguida busco sus cosas en el cuarto y para mi gran alivio, todavía siguen ahí.

—¿Sigues saliendo con esa perdedora? Me impresiona que te conformes con alguien tan mediocre, Derek.

—Callate y vístete, lo que menos quiero es que mi novia te vea aquí, suficiente tengo yo con tener que lidiar con esto.

Una vez que se ha terminado de arreglar, la tomé del brazo y la arrastre hasta la entrada, ella quería darme un beso y abrazarme, pero apenas puso un pie afuera, cerré la puerta con fuerza, enseguida corrí a mi cuarto y busqué mi teléfono. Con los nervios en su punto máximo, marque al teléfono de Astrid.

—¿Bueno? — Murmura en un tono tan bajo que apenas se le puede escuchar.

—¿Dónde estás?

“¿No te lo dijo Rayan?”, escuchar esto hace que mi corazón lata con más fuerza, porque si él me dijo algo o no anoche, n