Capítulo 5
En ese momento, la boca de Cruz se curvó en una sonrisa burlona.

—¿Cómo pudo morir tan fácilmente? Eso es imposible. Sé bien lo fuerte que es.

—Sí, Luna es una mujer que incluso puede comer serpientes vivas —dijo Melinda, devolviéndole la sonrisa—. Por lo que, aunque no tuvo agua ni comida en los últimos días, estoy segura de que podrá salir adelante.

Al oírlo, los súbditos que les rodeaban se echaron a reír.

Sin embargo, la sonrisa de Cruz se congeló en su rostro, y yo no pude evitar sentir una punzada de placer.

«Así que también sientes un poco de lástima por mí», pensé.

Aquella vez, en plena lucha contra los Rouge, Cruz fue desgraciadamente capturado, por lo que yo me infiltré sola en la base para salvarlo.

Cuando llegué, magullada y maltrecha, a la jaula donde lo habían encerrado, sus ojos estaban llenos de una sorpresa y una emoción indescriptibles.

Sin preámbulos, ambos nos disfrazamos de soldados de Rouge para escapar. Sin embargo, cuando fueron a distribuir la comida a los guerreros —algunas serpientes y ciempiés crudos— dudamos.

A los hombres lobo nos solía dar vergüenza comer alimentos crudos, como lo hacían los Rouge que eran tipos sin inteligencia. Por lo que, la reticencia de Cruz hizo que sospecharan de nuestra identidad.

Al no tener otra opción, no me quedó alternativa que ladear la cabeza ante la expresión de asombro de Cruz y comerme esas especies para conseguir la confianza de esos hombres.

Más tarde, cuando por fin logramos escapar y regresar, algunos de los que estaban allí en aquel momento difundieron lo que había sucedido y, poco a poco, se extendió el rumor de que había sido capaz de comer carne cruda de serpiente para sobrevivir.

Sin embargo, cualquiera que se atreviese a comentar esto en nuestra tribu era cruelmente castigado por Cruz.

Sí. Me llevaba bien con Cruz y podía sentir cómo había llegado a importarle.

Sin embargo, justo cuando pensaba que estaba a punto de derretir a ese iceberg, Melinda, la mejor amiga de la infancia de Cruz, quien también lo había consolado en los duros tiempos de su niñez, regresó y todo el trabajo duro que había hecho durante tres años de matrimonio se esfumaron en un abrir y cerrar de ojos.

Dejé de recordar y regresé al presente, solo para ver a Cruz agitar la mano impaciente hacia sus hombres:

—Vayan a decirle que, si no sale, la mantendré en el pozo un mes más.

El cuerpo del súbdito tembló un poco, pero no obedeció.

—¿Por qué sigues aquí de pie? —preguntó Cruz, elevando su voz con autoridad—. ¿Quieres que te arroje al poso a ti también?

El súbdito retrocedió, asustado, mientras Cruz se daba la vuelta y buscaba la cintura de Melinda:

—Melinda, cuando Clara salga, no seas tan buena, deja que admita sus faltas ante ti, ¿qué importa que sea Luna? Voy a enseñarle lo que pasa cuando se mete con alguien que me importa.

Hizo una pausa y sus ojos se perdieron en un punto invisible frente a él, mientras susurraba, con una pizca de vacilación en su voz:

—Clara... ¿de verdad creíste que podrías engañarme con un truco así?

Sin embargo, el tiempo pasaba y, al ver que yo no regresaba, la paciencia de Cruz parecía agotarse.

—¿Por qué tarda tanto? —inquirió Cruz, con impaciencia, con un tono que mezclaba ira y frialdad en partes iguales—: ¿De verdad quiere seguir jugando conmigo? Iré a ver lo que realmente quiere.

Acto seguido, salió en dirección al pozo. Y, cuando al fin llegó, un fuerte hedor a putrefacción lo golpeó con fuerza.

Instintivamente, frunció el ceño y sus pupilas doradas reflejaron un atisbo de disgusto.

—¿Por qué apesta tanto? —preguntó, impaciente—. Clara, ¿qué demonios pretendes? Si no sales ya mismo, tendrás que quedarte en el pozo el resto de tu vida.

Tras decir esto, se acercó al borde y miró hacia el fondo, el cual era iluminado por la luz de la luna. Y entonces, lo vio…

Mi cuerpo yacía inmóvil allí, como si fuera una muñeca rota y abandonada.
Continue lendo este livro gratuitamente
Digitalize o código para baixar o App

Capítulos relacionados

Último capítulo

Explore e leia boas novelas gratuitamente
Acesso gratuito a um vasto número de boas novelas no aplicativo BueNovela. Baixe os livros que você gosta e leia em qualquer lugar e a qualquer hora.
Leia livros gratuitamente no aplicativo
Digitalize o código para ler no App