NARRADOR OMNISCIENTE:—¿Te gustó mi regalo, Sacheverell?—¡Hijo de puta! ¡¿Dónde está mi hermano?! —gritó descontrolado Sage a través de la bocina del teléfono. Cuando sus hombres le habían dicho que se habían llevado a Scott supo que se trataba del Diablo. Ellos desde siempre habían sido rivales, pero aquella relación se volvió mucho peor con el pasar de los años.Lo cierto era que ni siquiera Sage sabía por qué el Diablo lo odiaba tanto pero nunca se había sentido tan furioso con alguna de las acciones del bastardo, hasta ahora él lo había jodido de manera “limpia”, pero aquello nunca se lo perdonaría.El Diablo le había enviado la lengua de su hermanito como un regalo. Iba a matar al hijo de perra por eso.—Quizás algún día te lo diga, puedes conformarte con tener una parte de él —se burló de manera cruel.El Diablo colgó el móvil y Sage rugió furioso arrojando el suyo al suelo. El teléfono quedó destrozado pero al hombre poco le importó.Necesitaba encontrar a Scott o perdería la
—Eleri, han venido a arreglarte.Enseguida fruncí el ceño cuando Jessie dejó entrar a mi habitación a un par de estilistas.Acabo de salir del baño y me detengo en seco al ver una caja bonita sobre la cama a la que veo con curiosidad.—Prepararemos todo para usted, señora —dijo una de las estilistas y yo asentí sin prestarle mucha atención.—El jefe lo dejó para ti, Eleri —murmuró Jessie llegando a mi lado.—¿Qué es? Me mordí el labio inferior porque ya me imaginaba de qué se trataba.—¿Por qué no lo averiguas? Sentándome sobre la cama deshice el lazo rosa de la caja y enseguida la abrí. Ahogué un jadeo ante la exquisita tela sacando el más hermoso vestido que había visto.—¡Sabía que sería precioso! —exclamó Jessie.—Muy precioso…Estaba encantada con el color, el lila es mi color favorito y los detalles en dorado solo hacen ver como de ensueño. Es elegante pero al mismo tipo romántico, tan de mi estilo personal que me sorprendo por esto.—¿Quién compra toda esta ropa? —No lo sé,
Como él prometió una lluvia de flashes casi me cegaron en el momento que abrieron la limusina y Aaron me tendió la mano para ayudarme a salir.—¡Señor Salvatore! ¡¿Puede darnos declaraciones para la revista L'amore nelle reti?! —¡¿Es esa su nueva novia?!—¡¿Está embarazada?!Esta última casi me hace fruncir el ceño pero de repente sentí como Aaron pasaba un brazo por mi cintura acercándome a su pecho de manera íntima, posesiva.No tardé en sentir el cosquilleo en mi vientre bajo.—No es mi nueva novia, es mí mujer.Los periodistas empezaron a gritar más preguntas que fueron ignoradas por Aaron quien me llevó al interior del lugar sin soltarme al mismo tiempo que mi corazón latía cada vez más rápido.—¿Eso es todo lo que ibas a decir? ¿Qué hay de la historia?—La historia la dejo para personas que me interesan. La prensa como te diste cuenta no es importante.—Y sin embargo recalcaste que soy tu mujer —azucé arqueando una ceja.La tensión en sus músculos no había disminuido ni por un
Aaron era en definitiva la persona más influyente del lugar.Lo que me hace preguntar a qué se dedica cuando no es un mafioso.—Oh, cariño, estaba buscándote. ¿Preparada?Yo fruncí el ceño ligeramente sin entender cuando Lily enroscó su mano en mi muñeca y tiró suavemente de mí, solo que Aaron no soltó mi cintura en ningún momento, por lo que ella no logró moverme.Los ojos de la mujer se dirigieron al agarre firme de mi esposo antes de sonreírme casi con burla e inevitablemente sentí el rubor tonto en mis mejillas como si acabara de ser pillada.—Aaron, sé que no quieres separarte de tu esposa pero ahora mismo la necesito para la subasta ¿Recuerdas?—¿Subasta? —pregunté con curiosidad yo haciendo que ella volviera sus ojos a mí.—Sí cariño, en la gala benéfica que hago todos los años tenemos un momento para subastar a las mujeres que asisten. ¡Pero no te asustes! Solo será una cena supervisada con el ganador.Ahora ambos brazos de Aaron se cerraron a mi alrededor posando sus manos so
—Tengo algo para ti.—Oh, ¿Para eso me trajiste aquí?Aaron se detuvo detrás de mí poniéndome más nerviosa de lo que soy capaz de admitir, estoy tratando de buscar la calma y apaciguar la llamarada que arde dentro de mí con su proximidad. Esta que en primer lugar ni siquiera debería existir.Su respiración sobre mi cuello eriza los vellos de mi nuca y ahora mismo estoy mordiendo mi labio inferior para contener el gemido que amenaza con escapar de mis labios.De repente veo que pasa un collar frente a mis ojos, lo ciñe a mi pecho antes de cerrarlo en mi cuello.Me llevo una mano hasta el collar bajando mis ojos para poder apreciarlo y entonces dejo salir el aire que estaba conteniendo cuando siento que él deposita un beso apenas perceptible en mi nuca, provocando que las terminaciones nerviosas de mi cuerpo sean alteradas y el cosquilleo agradable vuelva a golpearme el vientre.—Dios, es tan hermoso… —traté de decir algo para cortar con aquella aura íntima que nos había rodeado de repe
—Ponte en posición nena, rodillas semi flexionadas. Gira tobillos y cintura cuando golpees mis manoplas. Lancé una serie de puñetazos con mis guantes puestos haciendo exactamente lo que ella me indicó.Había sido un alivio que Fabio hubiera sido reemplazado por esta mujer, Ría se ha dedicado a explicarme los entrenamientos paso a paso sumado a eso no me dedica miradas sucias por mi cuerpo, cosa que me irritaba de Fabio.—Vamos. Golpes en seco, no te quedes con los brazos extendidos. Regresa y cúbrete los pómulos, eso es.Casi sonreí por su motivación. Esto es tan gratificante, sé que puedo con esto.—Codos cerca de las costillas nena, si tu contrincante busca golpearte la mandíbula o las costillas tus brazos tienen que estar en esa posición.Me mostró y enseguida la imité.—Golpea en el centro, izquierda y derecha. Muy bien, practica el gancho, no tomes impulso.—¿Así?—¡Exactamente!Agitada golpeé sus manoplas izquierda, derecha y luego sin cortar el ritmo seguí con los ganchos. Es
—Ahora tengo frío —le dije a Jessie quien reía divertida por la música que ella misma había puesto.Estoy más relajada de lo que debería, Jess se ha convertido en una buena amiga para mí en estos meses. Aunque echo de menos a Nicoletta, después de que se casó y yo me casé no he sabido nada de ella.—Voy a tumbarme un rato.—¿Vas a dejarme aquí? Fruncí el ceño Jessie y yo le sonreí por lo dramática que era.—Por supuesto que no, solo voy a tumbarme un ratito en el sol, estoy justo ahí, tú puedes seguir flotando. —Bien, porque esto es relajante.Asentí dándole la espalda para salir de la piscina, después de secarme un poco con la toalla la aparté, acostándome sobre la tumbona con una pierna estirada y la otra flexionada.Dejé que mis gafas de sol cubrieran mis ojos relajándome un poco.Podía sentir las miradas de los chicos sobre mí pero traté de parecer ignorante sobre esto, sin embargo, cuando uno de ellos se detuvo a un lado de la tumbona evitando que el sol llegara a mi piel gruñí
Aaron se quitó de una patada sus zapatos y pantalones quedando completamente desnudo con sus ojos clavados sobre mí.Sí este hombre se ve poderoso vestido de negro, desnudo se ve salvaje, peligroso y jodidamente caliente.—Acabo de darme cuenta que no usas bóxer. —No me gustan —murmuró descuidadamente.Él me arrancó con facilidad la parte superior del traje de baño mostrando mis senos erguidos. Lentamente sus ojos se oscurecieron al verme.Se arrodilló entre mis piernas cubriendo con sus manos grandes mis senos.—Ah…Me mordí el labio inferior para no gemir con más fuerza al mismo tiempo que él empujaba su miembro duro contra mi intimidad, lo único que nos separaba era el bikini.—Déjame oír tus gemidos princesa, m*****a sea, son música para mis oídos.Lo sentía tan bien masajeando mis pezones pero cuando se inclinó para apoderarse de uno de ellos con su boca, simplemente me volví loca.Antes me había tocado los senos pero no sentía ni el mínimo de placer que ahora mismo está haciéndo