CAPÍTULO 41SIENNA—Gracias, pero debo volver. —¿Quién te llamó? —Corbin arquea una ceja. —Así que estabas despierto, pensé que dormías —me encojo de hombros y miro las olas rompiéndose contra unas piedras más abajo de donde me encuentro—. Ha sido mi madre; es que mi padre no aparece. No es la primera vez que esto sucede. Bueno, quiero decir que es la primera vez que lleva más de una semana. Siempre desaparece dos o tres días y regresa. Es así desde que quedé embarazada de Eric. —¿Qué quieres decir con eso? —No sabría cómo explicártelo. Cuando tú y yo comenzamos a salir, todo iba bien. Incluso papá sabía que tú y yo éramos novios y no me dijo nada. Pero creo que todo cambió cuando quedé embarazada. Es una reacción normal, supongo. En ese momento, se alejó de nosotras; comenzó a llegar tarde a casa, se excusaba constantemente diciendo que tenía más trabajo y desaparecía durante dos o tres días, dependiendo de su humor... Pero lo que más me molesta es que se aleje de ella. Mi ma
CAPÍTULO 42SIENNA—Está bien, ve. Yo cuido de Eric, cualquier cosa me estás avisando, Sienna.—¿Sí?—No quiero sonar como una perra, pero, ¿no tendrá una amante? —Entonces somos dos las perras. Debo irme, no olvides recoger a Eric a las dos. —cuelgo la llamada, y vuelvo a mi trabajo. Hoy me tocaba trabajar horas extras por el fin de semana que falté. A las siete de la noche me dirigía en mi auto a un lugar que no creía que volvería otra vez. El restaurante se encontraba casi lleno para cuando entré en él. Me dirigí al bar más allá del restaurante donde el ruido era más fuerte y los hombres bebiendo y riendo ocupaban el lugar un lunes por la noche. Senté mi cansado cuerpo en un taburete giratorio, no había tenido tiempo de cambiarme cuando salí corriendo de la clínica. El bartender se acerca a mí para tomar mi orden.—Buenas noches que va... ¿Maddie? ¿Eres tú? —Hola Tony, tiempo sin saber de ti. —Maldición, solo mirate, están tan jodidamente sexy y cambiada. —Gracias —le sonreí—.
CAPÍTULO 43SIENNA Dejo la puerta abierta y arrojo mi cartera al mueble de la esquina, me acerco a ella viendo rojo de rabia. ¡Maldita puta de mierda!Levanto mi mano derecha y la estampo con fuerza en su mejilla, Tara abre los ojos sorprendida y desorientada. Cuando me ubica su rostro cambia a uno asesino. —¡¿Que carajos?! —se levanta y en lugar de acomodarse la ropa ella me devuelve la cachetada, y la perra pega duro, no lo negaré. Pierdo estabilidad cuando me empuja hacia atrás, me agarro de la pared al tiempo que saboreo el sabor de la sangre en mi boca. Sonrío cuando veo mis dedos llenos de sangre.—No sabes cuánto tiempo he esperado por este momento.—¿Quién demonios eres? —pregunta ella sin poder reconocerme, me estabilizo mejor levantando mis brazos lista para luchar.—¿El nombre de Maddie te suena? —Perra —sí, ella me reconoció. Me lanzo contra ella esquivando sus estúpidas cachetadas y conecto mi puño en su estómago sacándole el aire, la agarro por los cabellos y la jalo
CAPÍTULO 44SIENNA —Esperarás al señor Hunt aquí, señorita Sienna. Sírvele un vaso con agua, Tony. Y no la dejes ir de aquí. —Está bien. —No pueden hacerme esto, John. —evito gritar para no crear un escándalo más del que ya había creado. John me ignora y se va. Me bebo el vaso con agua que me da Tony porque de verdad que lo necesito, me apresuro a tragar rápido para poder irme, pero no había pasado ni cinco minutos cuando ya tenía a Corbin frente a mí con su mirada sombría.Mueve la cabeza hacia la puerta y no tiene que decírmelo dos veces, me levanto tan rápido que me mareo dándole la señal contradictoria a Corbin. Esté me agarra pegándome a su cuerpo. Fuera, en el aire frío de la noche, intento apartarme de él, pero no puedo.—¡Suéltame, Joder! No quiero que me toques. Eres un maldito idiota, ve y sigue preocupándote por Tara. —Corbin se detiene al lado de su camioneta. —Si no te vieras tan malditamente caliente en este momento, te daría un azote en ese lindo culo. Pero la verda
CAPÍTULO 45SIENNA—Esto no es una competencia de nada. Me ducharé y luego curaré esa herida que la perra me hizo —digo, señalando el pequeño corte en mi frente de cuando Tara me estrelló la cabeza contra la pared, así como el que tengo en la parte interna del labio inferior. Si bien puedo decir que estoy mejor que ella, esto no es consuelo—. ¿Por qué la ayudaste? ¿Por qué estabas tan apurado por sacarme del bar?—¿Será porque no quiero que te veas involucrada con la policía?—Eso es absurdo, Hunt. —Empiezo a desvestirme.—Tara puede presentar una denuncia en tu contra.—Ella estaba en un establecimiento al que se le había prohibido la entrada, Corbin. Además, la maldita mujer se estaba masturbando en tu oficina; puedo apostar que quería que tú la encontraran en esa posición...—¿Ella qué? Maldición, esa mujer está más loca de lo que pensé.—¿Qué quieres decir?—Hace unas noches la encontré parada fuera del estacionamiento con un abrigo, pero debajo no llevaba nada de ropa.—Joder, sa
CAPÍTULO 46SIENNA —Perdóname, Sienna. Perdóname por hacerte sufrir tanto. Perdóname por amarte y lastimarte al mismo tiempo. Porque te amo a mi manera y quizás no sea la mejor manera, pero siempre será puro y duradero. Quería protegerte de mi pasado y en el pasado quería protegerte de mí presente, pero al final tu nos alcanzaste y nos desnudaste. —me hecho hacia atrás tomando su rostro entre mis manos, viéndolo a los ojos.—Te amo. Perdóname por presionarte a decirme algo que pensaste que podría lastimarme, y aunque me duele tu pasado, no pienso dejarte. Solo tú puedes entender la razón por la que haces todo eso y no soy quién para juzgarte, pero si quieres cambiar y buscas una nueva vida, Eric y yo estaremos a tu lado para apoyarte... —Corbin une sus labios a los míos acallando lo que estaba por decirle, lo dejo estar porque esto es algo que ambos necesitamos. Mi lengua se desliza en la de él probando cada dulce rincón de su boca, sintiéndome por primera vez satisfecha. Corbin gime
CAPÍTULO 47SIENNA—Y también serás castigada por eso. —Se aparta de la encimera y comienza a caminar hacia mí. Me levanto de mi silla y salgo corriendo escaleras arriba, solo escuchando su silbido—. No lo va a matar, si eso es lo que piensas, nena. Pero nunca más volverá a poner un pie en mi restaurante, y me encargaré de que ningún restaurante en San Francisco lo contrate. —Bueno, al menos no lo estaba matando; no podía creer que Ian fuera un traidor... y Corbin Hunt un asesino, o al menos lo fue. ¡Dios, escúchame! Aceptando lo que Corbin fue.Corbin me alcanza al entrar a su habitación, grito de sorpresa cuando me carga y me arroja a la cama. Me giro a tiempo para recibir su cuerpo, abriéndose camino entre mis piernas con sus caderas.—¿Tanto te preocupa Ian? —Ah, con que hablaríamos de Ian cuando él estaba presionando la entrada de mi coño con la dureza que se oculta tras la firmeza de sus jeans. —No... quiero decir, él no es el culpable de haberme besado. Y si lo piensas bien,
Capítulo 48CORBINMaldición, el cuerpo de Sienna yacía tendido sobre la mesa de la sala destrozada de mi casa, mientras Natasha y Messi sacaban la bala de su brazo. Por un segundo pensé que la había perdido y nunca me perdonaré por ese gran error mío, debí de estar más pendiente de ella. Ahora mismo soy un maldito manojo de nervios, razón por lo que Natasha me echó cuando traté de ayudar con manos temblorosas. —Llamaré a Ben... —el sonido de algún celular me interrumpe, todos miramos a nuestro al rededor. Sigo el sonido hasta la encimera donde está la cartera de Sienna y saco su móvil, cuando veo el nombre Ava, entonces lo supe mucho antes de contestar en mi interior ya lo sabía. Cerrando los ojos con fuerza conteste la llamada:—¿Sí? —¿Si-Sienna? —la voz llorosa de la otra chica, me confirmó lo que ya me temía. —Soy Corbin, ¿Se han llevado a Eric? —le pregunto.—Yo... yo trate de impedirlo, —ahora estaba llorando— juro que lo traté al clavarle un cuchillo al hombre en el brazo, p