CAPÍTULO 43SIENNA Dejo la puerta abierta y arrojo mi cartera al mueble de la esquina, me acerco a ella viendo rojo de rabia. ¡Maldita puta de mierda!Levanto mi mano derecha y la estampo con fuerza en su mejilla, Tara abre los ojos sorprendida y desorientada. Cuando me ubica su rostro cambia a uno asesino. —¡¿Que carajos?! —se levanta y en lugar de acomodarse la ropa ella me devuelve la cachetada, y la perra pega duro, no lo negaré. Pierdo estabilidad cuando me empuja hacia atrás, me agarro de la pared al tiempo que saboreo el sabor de la sangre en mi boca. Sonrío cuando veo mis dedos llenos de sangre.—No sabes cuánto tiempo he esperado por este momento.—¿Quién demonios eres? —pregunta ella sin poder reconocerme, me estabilizo mejor levantando mis brazos lista para luchar.—¿El nombre de Maddie te suena? —Perra —sí, ella me reconoció. Me lanzo contra ella esquivando sus estúpidas cachetadas y conecto mi puño en su estómago sacándole el aire, la agarro por los cabellos y la jalo
CAPÍTULO 44SIENNA —Esperarás al señor Hunt aquí, señorita Sienna. Sírvele un vaso con agua, Tony. Y no la dejes ir de aquí. —Está bien. —No pueden hacerme esto, John. —evito gritar para no crear un escándalo más del que ya había creado. John me ignora y se va. Me bebo el vaso con agua que me da Tony porque de verdad que lo necesito, me apresuro a tragar rápido para poder irme, pero no había pasado ni cinco minutos cuando ya tenía a Corbin frente a mí con su mirada sombría.Mueve la cabeza hacia la puerta y no tiene que decírmelo dos veces, me levanto tan rápido que me mareo dándole la señal contradictoria a Corbin. Esté me agarra pegándome a su cuerpo. Fuera, en el aire frío de la noche, intento apartarme de él, pero no puedo.—¡Suéltame, Joder! No quiero que me toques. Eres un maldito idiota, ve y sigue preocupándote por Tara. —Corbin se detiene al lado de su camioneta. —Si no te vieras tan malditamente caliente en este momento, te daría un azote en ese lindo culo. Pero la verda
CAPÍTULO 45SIENNA—Esto no es una competencia de nada. Me ducharé y luego curaré esa herida que la perra me hizo —digo, señalando el pequeño corte en mi frente de cuando Tara me estrelló la cabeza contra la pared, así como el que tengo en la parte interna del labio inferior. Si bien puedo decir que estoy mejor que ella, esto no es consuelo—. ¿Por qué la ayudaste? ¿Por qué estabas tan apurado por sacarme del bar?—¿Será porque no quiero que te veas involucrada con la policía?—Eso es absurdo, Hunt. —Empiezo a desvestirme.—Tara puede presentar una denuncia en tu contra.—Ella estaba en un establecimiento al que se le había prohibido la entrada, Corbin. Además, la maldita mujer se estaba masturbando en tu oficina; puedo apostar que quería que tú la encontraran en esa posición...—¿Ella qué? Maldición, esa mujer está más loca de lo que pensé.—¿Qué quieres decir?—Hace unas noches la encontré parada fuera del estacionamiento con un abrigo, pero debajo no llevaba nada de ropa.—Joder, sa
CAPÍTULO 46SIENNA —Perdóname, Sienna. Perdóname por hacerte sufrir tanto. Perdóname por amarte y lastimarte al mismo tiempo. Porque te amo a mi manera y quizás no sea la mejor manera, pero siempre será puro y duradero. Quería protegerte de mi pasado y en el pasado quería protegerte de mí presente, pero al final tu nos alcanzaste y nos desnudaste. —me hecho hacia atrás tomando su rostro entre mis manos, viéndolo a los ojos.—Te amo. Perdóname por presionarte a decirme algo que pensaste que podría lastimarme, y aunque me duele tu pasado, no pienso dejarte. Solo tú puedes entender la razón por la que haces todo eso y no soy quién para juzgarte, pero si quieres cambiar y buscas una nueva vida, Eric y yo estaremos a tu lado para apoyarte... —Corbin une sus labios a los míos acallando lo que estaba por decirle, lo dejo estar porque esto es algo que ambos necesitamos. Mi lengua se desliza en la de él probando cada dulce rincón de su boca, sintiéndome por primera vez satisfecha. Corbin gime
CAPÍTULO 47SIENNA—Y también serás castigada por eso. —Se aparta de la encimera y comienza a caminar hacia mí. Me levanto de mi silla y salgo corriendo escaleras arriba, solo escuchando su silbido—. No lo va a matar, si eso es lo que piensas, nena. Pero nunca más volverá a poner un pie en mi restaurante, y me encargaré de que ningún restaurante en San Francisco lo contrate. —Bueno, al menos no lo estaba matando; no podía creer que Ian fuera un traidor... y Corbin Hunt un asesino, o al menos lo fue. ¡Dios, escúchame! Aceptando lo que Corbin fue.Corbin me alcanza al entrar a su habitación, grito de sorpresa cuando me carga y me arroja a la cama. Me giro a tiempo para recibir su cuerpo, abriéndose camino entre mis piernas con sus caderas.—¿Tanto te preocupa Ian? —Ah, con que hablaríamos de Ian cuando él estaba presionando la entrada de mi coño con la dureza que se oculta tras la firmeza de sus jeans. —No... quiero decir, él no es el culpable de haberme besado. Y si lo piensas bien,
Capítulo 48CORBINMaldición, el cuerpo de Sienna yacía tendido sobre la mesa de la sala destrozada de mi casa, mientras Natasha y Messi sacaban la bala de su brazo. Por un segundo pensé que la había perdido y nunca me perdonaré por ese gran error mío, debí de estar más pendiente de ella. Ahora mismo soy un maldito manojo de nervios, razón por lo que Natasha me echó cuando traté de ayudar con manos temblorosas. —Llamaré a Ben... —el sonido de algún celular me interrumpe, todos miramos a nuestro al rededor. Sigo el sonido hasta la encimera donde está la cartera de Sienna y saco su móvil, cuando veo el nombre Ava, entonces lo supe mucho antes de contestar en mi interior ya lo sabía. Cerrando los ojos con fuerza conteste la llamada:—¿Sí? —¿Si-Sienna? —la voz llorosa de la otra chica, me confirmó lo que ya me temía. —Soy Corbin, ¿Se han llevado a Eric? —le pregunto.—Yo... yo trate de impedirlo, —ahora estaba llorando— juro que lo traté al clavarle un cuchillo al hombre en el brazo, p
CAPÍTULO 49CORBIN —Él, él les dijo. ¿Porqué? ¿Por qué le hace esto a su propio nieto? ¿A mí, Corbin? ¿Acaso me odia? —maldita sea, me estaba desgarrando. La estrecho entre mis brazos, al principio se resiste, pero al final sede y me abraza fuertemente—. Devuelve a mi hijo, Corbin. Salva a nuestro hijo. —su voz es amortiguada contra mi pecho. —Lo haré, es una promesa, nena. Así tenga que morir en el intento, juro que lo traeré a ti. —ella no dice nada esta vez.—Lamento interrumpir, pero el jefe quiere que nos larguemos a su casa. No es seguro estar aquí. Ya le dije a Messi que llevara a su amiga a casa de Ben, nosotros también nos estamos yendo. —Bien. —Nos vamos en mi auto, el tuyo... bueno, como que ha quedado como la mierda, amigo. Tendré que golpear a más de uno por hacer eso, me gustaba esa camioneta. —Sienna se tensa en mis brazos recordándome que ella no conoce a Natasha. —Te veo fuera. —le digo esperando que capte la indirecta, Natasha sale dejándonos solos. —Debemos ir
CAPÍTULO 50CORBIN —¡Corbin! —Sienna de pronto me golpea en el brazo, dándome una reprimenda.—Hablas de estar apurado, pero te quedas aquí hablando de la vida de ellos tres. Te recuerdo que no estamos aquí por voluntad propia. Así que vamos. —Ella agarra a Ava por el antebrazo y la conduce por los escalones de la entrada, reuniéndose con los hombres de Ben al llegar. Sin ningún signo de miedo, ella entra con el mentón en alto a la mansión, demostrándome una vez más que mi Sienna había cambiado; en otros tiempos ella habría corrido a mí, pero en esos tiempos la vida de nuestro hijo no se encontraba en peligro. Ignoro las miradas molestas de Messi y Nat, y subo corriendo los escalones de dos en dos y corro tras las chicas, alcanzándolas cuando están siendo llevadas a la oficina de Ben. Sienna no mira atrás ni una vez.Dentro, Ben nos espera sentado en la silla tras su escritorio de madera oscura y brillosa, fumándose un puro y un vaso de whisky descansa sobre la superficie de la mesa