No esperó a que Benoît dijera algo y continuó rápido:—No estoy tratando de chantajearte. Es solo que, como dijiste tú, señor López, yo puedo pedir algo a cambio por haberte salvado la vida.Benoît jugaba con el encendedor que tenía en las manos.—No me preocupa hacer lo correcto o no. Sí, dije eso, pero siempre puedo decir lo que me da la gana al final del día.—Fiorella, ...No esperaba para nada que Benoît dijera algo así.Una persona tan importante, ¿no se supone que siempre debe cumplir sus promesas?¿Cómo podía decir que su palabra no valía? ¿Cómo podía decir que no contaba?Eso… le hacía preguntarse por qué se había esforzado tanto en salvarlo.Cuando salvé a Benoît en la isla, además de yo y Luna, había otra persona ahí.Esa persona era Fiorella.Ella, que casualmente estaba de vacaciones en la isla, fue testigo de cómo salvé a Benoît. Después de irse a buscar ayuda, Luna apareció y se llevó a Benoît. Ella, al principio, solo quería irse cuanto antes.Sin embargo, al ver la car
Benoît miró a Fiorella, sin evitar sentirse incómodo por todo lo que había dicho. Ella, para poder salvarlo, estuvo tan mala durante más de un mes.—Señor López, cuando lo salvé, estuve a punto de perder a mi bebé. Estuve en el hospital más de un mes.—No es que quiera que haga algo por mí, solo quiero que no estorbe. Cuando me ocupé de Esmeralda, no quiero que te metas. No te preocupes, no le voy a causar ningún daño.Benoît miró a Fiorella, pensando en lo que había dicho, sobre cómo ella, para salvarlo, había sufrido mucho.En sus ojos brilló una expresión de confusión.Cuando estaba en el mar, no había perdido la conciencia por completo. En su estado tan deplorable, podía sentir todo lo que habían hecho por salvarlo y llevarlo a la orilla.Él no tenía corazón, casi nunca se conmovía por nada, pero el esfuerzo tan grande de Fiorella…Especialmente cuando ella le hizo los primeros auxilios, la calidez cerca de su cuerpo, el dulce aroma de ella… eso hizo que, al despertar, no importand
En realidad, no solo nosotros dos nos quedamos sorprendidos.Incluso David, después de decir esas palabras, también se quedó sin palabras.No tenía idea de por qué había dicho algo así.Esas palabras simplemente salieron de su boca sin que pudiera evitarlo.Cuando reaccionó, Benoît solo torció una ceja.Él ya lo había dicho, la hipnosis no era tan confiable.Cuando espabilé, me acerqué a David sin darme cuenta.—Ey, David...El hombre en la silla de ruedas inmediatamente bajó la mirada.Esos ojos penetrantes me hicieron detenerme y volver la realidad.Cuando descubrí que David posiblemente seguía vivo, y al enfrentar esa situación tan crítica, no tuve tiempo de pensar en nada.Pero ahora, al verlo de repente, al encontrarme con esos ojos tan desconocidos, mi corazón sintió como si algo lo hubiera pinchado.Un dolor sutil pero profundo.No sabía cómo describir lo que sentía en ese momento.Todo era tan complejo que ni yo misma sabía lo que quería o sentía.David y yo nos conocimos cuand
En su espalda había una cicatriz que dejó la viga que le cayó encima en el incendio de su segundo año de universidad, cuando me salvó. También tenía la marca del disparo que recibió en el crucero.Pensar en esas escenas donde hizo todo por salvarme hacía que me resultara imposible seguir actuando de la misma manera como cuando había perdido la memoria.Lo que una vez hice por David, lo hice sin reservas, dándole todo de mí, pero él también hizo lo mismo por mí.Si no fuera así, no lo habría amado tanto.Mi impulso por hablar hizo que ambos hombres se quedaran sin palabras.Luego, casi al mismo tiempo, dijeron:—De verdad no puede.—¡Que no puede!El que dijo "puede" fue David.El que dijo "no puede" fue Benoît.Por lo que David dijo, sentí que, aunque hubiera olvidado todo, todavía tenía algún tipo de conexión conmigo.Así que no me sorprendió su respuesta.Lo que sí me pareció raro fue por qué Benoît dijo que no.Aunque lo conocía desde hacía tiempo, no habíamos interactuado tanto. Es
Fui descubierta por un tipo mayor cuando estaba pescando por la mañana. Accidentalmente su anzuelo se quedó enganchado en mi ropa, y por más que intentó, no pudo sacarme con su caña. Al acercarse, vio que yo estaba como que ahogada en el agua. Asustado, dejó caer la caña de pescar y salió corriendo a llamar a la policía buscar ayuda.Cuando la policía me sacó del agua pantanosa, apenas me quedaba un hilo de vida.Por lo que los médicos que participaron en mi rescate llegaron a pensar que yo no terminaría sucumbiendo a tal desgracia.Al notificar ellos a mi familia, ellos también me dieron por perdida y ni siquiera les importo nada.Sin embargo, de alguna manera, gracias a una resistencia y resiliencia increíble, logré sobrevivir por obra de milagro.Comparado con el dolor de la caída en ese instante, el tormento que sentí al despertar, con mi cuerpecito todo maltrecho, fue casi que insoportable. El cuerpo humano tiene 206 huesos, y yo tenía 108 vueltos nada. Los rápidos del rio me hab
Al ver los pedazos de vidrio en el suelo, el tipo al parecer se irrito. Su arrogancia hacía que la atmósfera del hospital se sintiera aún más fría.—¿Cómo se te ocurre hacer un berrinche en medio de un hospital? ¿Cuándo vas a empezar a comportarte como una adulta?Yo no respondí nada, solo no podía creerlo.¿Berrinche?¿Quién es él como para hablarme de esa manera?Parecía que iba a decirme más cosas, pero se acordó de algo.—Luna no quiere salir del hospital y ni siquiera volver a casa, ella se siente bastante dolida por tus dramas. Está tan triste que piensa irse. Hoy, no importa lo que pase, tienes que ir a disculparte con ella y convencerla de que se quede.Después, se me acercó rápidamente y trató de levantarme de la cama. Por reflejos, me aparté de él y de su mano.—¿Y quién es usted? ¡No le conozco y por favor no se me acerque!Aunque ahora podía moverme, mis heridas no habían sanado por completo, y tenía pánico de que alguien me tocara.El tipo se enojó.—Esmeralda, ¿qué estupi
Enterarme, de la nada, de que tenía un esposo me dejó dando vueltas en la cama, sin poder pegar los ojos del sueño. Así que decidí llamar a mi mejor amiga, Mila Picard.Aunque no había querido contactar con ella para que no se preocupara al saber que estaba gravemente herida, también me sentía aliviada de que ella no hubiera intentado contactarme en todo este tiempo. De lo contrario, seguramente habría descubierto lo de mi accidente.Sin embargo, en el momento en el que me contestó la llamada, no pude evitar sentirme un poco dolida y reprocharle:—¿Yo no te llamo y tú tampoco me llamas después de tanto tiempo?Han pasado más de dos meses. No sólo no me llamó ni una vez, ni siquiera me mandó un mensaje.¡Pero qué desconsiderada!Pensé que se sentiría apenada y me iba a explicar que había estado en algún lugar remoto haciendo investigaciones científicas, sin señal ni comunicación.Pero para mi sorpresa, después de un largo silencio, me respondió:—Esmeralda, ¿te olvidaste de que ya no so
Durante este mes de recuperación en el hospital, no me quedé de brazos cruzados. Hice que investigaran todo sobre la relación entre David, Luna y yo.Descubrí que David y yo nos habíamos casado por amor. Siempre pensé que había encontrado el amor verdadero.Por este hombre, no sólo entregué todo lo que tenía para ayudarlo con su negocio, sino que también abandoné mis estudios para ser una ama de casa y cuidar de su salud.Pero, ¿quién iba a pensar que todo lo que me dijo eran falsas promesas de amor?La persona que realmente amaba era mi hermana adoptiva, Luna.Desde que Luna regresó, todo cambió.En nuestro aniversario de bodas, él se fue con ella al Ártico a ver la aurora boreal.En mi cumpleaños, él la acompañó a la ciudad de Tokio a disfrutar de la romántica lluvia de flores de cerezo.En San Valentín, le regaló a Luna una casa llena de rosas rojas y un anillo de diamantes enorme, mientras que a mí sólo me dio un regalo que venía como extra con los obsequios que compró para ella.Y