Hoy, el número de espectadores en la transmisión en vivo alcanzó varios cientos de millones.Hay una frase que dice así:En este mundo, hay tres cosas que nadie puede quitarte: lo que tienes en el estómago, lo que tienes en el corazón y lo que tienes en la mente.¿Qué tienes en la mente?: lo que has aprendido, tu inteligencia, tus habilidades.Raffael puede decir que los resultados del experimento son suyos porque conoce todos los datos.Pero él no sabe por qué se puede pasar de un paso al siguiente en el experimento.Es como resolver un problema de matemáticas: quien no sabe hacerlo, aunque tenga la respuesta, no sabe los pasos para llegar a esa respuesta.Yo quería demostrar que fui la que lideró todo el proyecto, y que él solo copió las respuestas del problema.Los asistentes a la cumbre eran todos personas que están en la cima de la pirámide en el mundo de la investigación científica.Y para convencerlos a todos, invité a los expertos más respetados y con más autoridad.Les pedí qu
David agarró su manta rápido y con fuerza.—No puedo dormir tranquilo contigo. Estás embarazada... ¿y si llego a lastimarte sin querer?Aunque, desde que se desmayó y despertó, le vinieron a la mente muchos recuerdos de su convivencia con su esposa, seguía sintiendo que algo no encajaba.No quería acercarse demasiado a ella.Su cuerpo reaccionaba por puro instinto, rechazando cualquier contacto con esta mujer.Y no sabía por qué. Al final, era su esposa.Pero en lo más profundo de su ser, una voz le decía:“No dejes que te toque. Si te toca… estarás acabado.”Fiorella le sonrió con dulzura.—Cariño, relájate, no pasará nada.Cuando intentó quitarle la manta, la mirada de David se volvió amenazante.—¡Ya te dije que no!Fiorella, que nunca antes había sido tratada así, explotó en lágrimas al instante.—Vincenzo, solo quiero cuidarte por las noches. ¿No somos esposos?David sabía que tenía razón.Eran marido y mujer. Que ella quisiera dormir con él era lo normal.Pero…Simplemente no pod
Pero aunque yo tuviera algunos recursos, no podía compararme para nada con la familia Costa.Si ellos no querían que yo lo viera, no había forma de obligarlos.Solo podía mandar a alguien a investigar primero.Después de terminar los asuntos pendientes, tomé mi abrigo y me dirigí a una cita con un profesor.Esto de contar con expertos de renombre en el ámbito científico para limpiar mi nombre, se lo debía completamente al profesor de física.Justo cuando iba a entrar al salón reservado, vi una cara familiar caminando hacia otra sala, guiado con respeto por el gerente.Luigi.Pensé en acercarme a saludar, pero recordé que nuestra última conversación no terminó muy bien.Además, temía que me volviera a proponer eso de “jugar al amor” con Gabriel, así que decidí no decir nada.Lo que no vi, fue que a la que esperaba a Luigi en aquella sala, era la esposa embarazada de Vincenzo.Mientras yo me sentaba en mi mesa reservada, Luigi también iba a la suya.Al ver a la mujer frente a él, que pre
No esperó a que Benoît dijera algo y continuó rápido:—No estoy tratando de chantajearte. Es solo que, como dijiste tú, señor López, yo puedo pedir algo a cambio por haberte salvado la vida.Benoît jugaba con el encendedor que tenía en las manos.—No me preocupa hacer lo correcto o no. Sí, dije eso, pero siempre puedo decir lo que me da la gana al final del día.—Fiorella, ...No esperaba para nada que Benoît dijera algo así.Una persona tan importante, ¿no se supone que siempre debe cumplir sus promesas?¿Cómo podía decir que su palabra no valía? ¿Cómo podía decir que no contaba?Eso… le hacía preguntarse por qué se había esforzado tanto en salvarlo.Cuando salvé a Benoît en la isla, además de yo y Luna, había otra persona ahí.Esa persona era Fiorella.Ella, que casualmente estaba de vacaciones en la isla, fue testigo de cómo salvé a Benoît. Después de irse a buscar ayuda, Luna apareció y se llevó a Benoît. Ella, al principio, solo quería irse cuanto antes.Sin embargo, al ver la car
Benoît miró a Fiorella, sin evitar sentirse incómodo por todo lo que había dicho. Ella, para poder salvarlo, estuvo tan mala durante más de un mes.—Señor López, cuando lo salvé, estuve a punto de perder a mi bebé. Estuve en el hospital más de un mes.—No es que quiera que haga algo por mí, solo quiero que no estorbe. Cuando me ocupé de Esmeralda, no quiero que te metas. No te preocupes, no le voy a causar ningún daño.Benoît miró a Fiorella, pensando en lo que había dicho, sobre cómo ella, para salvarlo, había sufrido mucho.En sus ojos brilló una expresión de confusión.Cuando estaba en el mar, no había perdido la conciencia por completo. En su estado tan deplorable, podía sentir todo lo que habían hecho por salvarlo y llevarlo a la orilla.Él no tenía corazón, casi nunca se conmovía por nada, pero el esfuerzo tan grande de Fiorella…Especialmente cuando ella le hizo los primeros auxilios, la calidez cerca de su cuerpo, el dulce aroma de ella… eso hizo que, al despertar, no importand
En realidad, no solo nosotros dos nos quedamos sorprendidos.Incluso David, después de decir esas palabras, también se quedó sin palabras.No tenía idea de por qué había dicho algo así.Esas palabras simplemente salieron de su boca sin que pudiera evitarlo.Cuando reaccionó, Benoît solo torció una ceja.Él ya lo había dicho, la hipnosis no era tan confiable.Cuando espabilé, me acerqué a David sin darme cuenta.—Ey, David...El hombre en la silla de ruedas inmediatamente bajó la mirada.Esos ojos penetrantes me hicieron detenerme y volver la realidad.Cuando descubrí que David posiblemente seguía vivo, y al enfrentar esa situación tan crítica, no tuve tiempo de pensar en nada.Pero ahora, al verlo de repente, al encontrarme con esos ojos tan desconocidos, mi corazón sintió como si algo lo hubiera pinchado.Un dolor sutil pero profundo.No sabía cómo describir lo que sentía en ese momento.Todo era tan complejo que ni yo misma sabía lo que quería o sentía.David y yo nos conocimos cuand
En su espalda había una cicatriz que dejó la viga que le cayó encima en el incendio de su segundo año de universidad, cuando me salvó. También tenía la marca del disparo que recibió en el crucero.Pensar en esas escenas donde hizo todo por salvarme hacía que me resultara imposible seguir actuando de la misma manera como cuando había perdido la memoria.Lo que una vez hice por David, lo hice sin reservas, dándole todo de mí, pero él también hizo lo mismo por mí.Si no fuera así, no lo habría amado tanto.Mi impulso por hablar hizo que ambos hombres se quedaran sin palabras.Luego, casi al mismo tiempo, dijeron:—De verdad no puede.—¡Que no puede!El que dijo "puede" fue David.El que dijo "no puede" fue Benoît.Por lo que David dijo, sentí que, aunque hubiera olvidado todo, todavía tenía algún tipo de conexión conmigo.Así que no me sorprendió su respuesta.Lo que sí me pareció raro fue por qué Benoît dijo que no.Aunque lo conocía desde hacía tiempo, no habíamos interactuado tanto. Es
Fui descubierta por un tipo mayor cuando estaba pescando por la mañana. Accidentalmente su anzuelo se quedó enganchado en mi ropa, y por más que intentó, no pudo sacarme con su caña. Al acercarse, vio que yo estaba como que ahogada en el agua. Asustado, dejó caer la caña de pescar y salió corriendo a llamar a la policía buscar ayuda.Cuando la policía me sacó del agua pantanosa, apenas me quedaba un hilo de vida.Por lo que los médicos que participaron en mi rescate llegaron a pensar que yo no terminaría sucumbiendo a tal desgracia.Al notificar ellos a mi familia, ellos también me dieron por perdida y ni siquiera les importo nada.Sin embargo, de alguna manera, gracias a una resistencia y resiliencia increíble, logré sobrevivir por obra de milagro.Comparado con el dolor de la caída en ese instante, el tormento que sentí al despertar, con mi cuerpecito todo maltrecho, fue casi que insoportable. El cuerpo humano tiene 206 huesos, y yo tenía 108 vueltos nada. Los rápidos del rio me hab