Capítulo 238
—Pero recuerda lo que te acabo de decir, ¿entendido?

Lo miré un momento, pero no le contesté.

David sabía perfectamente lo que más me importaba, y pensaba que, después de amenazarme de esa manera, no importaba lo que hiciera, yo no volvería a estar buscando a otro que lo reemplazara.

Por eso, no intentó detenerme cuando me fui.

Cuando volví a la fiesta de la fogata, Mila estaba dándole de beber a un hombre muy guapo con abdominales marcados. Por su cara sonrojada y sus ojos brillantes, se veía muy feliz.

Al verme acercarme, se olvidó del rubio por un segundo y vino rápido a mi lado.

—Cariño, ¿dónde fuiste? ¿No será que ya elegiste a tu hombre?

—Está bien que sea guapo, pero si pasa algo, mejor tener cuidado, al menos asegúrate si tiene alguna enfermedad venérea o esas cosas antes de entrar al jaleo con alguien que no conoces.

—Hay mucha gente con enfermedades contagiosas hoy en día caminando por ahí haciéndose los bobos.

Aunque Mila es bastante coqueta, sabe cuidarse
Sigue leyendo este libro gratis
Escanea el código para descargar la APP

Capítulos relacionados

Último capítulo

Explora y lee buenas novelas sin costo
Miles de novelas gratis en BueNovela. ¡Descarga y lee en cualquier momento!
Lee libros gratis en la app
Escanea el código para leer en la APP