Fiorella bajó la mirada, tragándose las ganas de arrancarle la cabeza a alguien. Cuando volvió a ver hacia mí, traía los ojos llenos de disculpas.—Esmeralda, lo siento mucho, fue mi amiga la que se confundió. Vincenzo solo vino conmigo.Dicho eso, giró hacia su amiga.—Natalie, Esmeralda y Vincenzo no tienen nada que ver. Él solo me trajo y yo me fui al baño. Lo único que hizo fue saludar a Esmeralda, su ex cuñada, y tú malinterpretaste todo.—Esmeralda fue la que curó la pierna de Vincenzo, es la persona que más respeto merece en la familia. ¡No es ninguna zorra!—Si vuelves a decir que es una amante, ¡se acabó nuestra amistad!La tal Natalie, al captar el mensaje escondido en la mirada de Fiorella, se acercó rápido y se disculpó toda nerviosa.—Perdón, Esmeralda, me dejé llevar por lo que vi en internet y lo que dicen las malas lenguas. ¡Fue un malentendido! ¡De verdad, perdón!—Mira, si crees que con eso no alcanza, ¿quieres darme un golpe o que te tire jugo a ti? —dijo, agarrando
Mientras tanto, ese video también llegó a manos del abuelo de Gabriel.—¿Esa es la mujer que le gusta a Gabriel? ¿Por ella es que no quiso casarse con la señorita Pietro?El hombre que había estado a su lado durante años bajó la cabeza con respeto.—Así es.Don Hester se rió.—¿Qué criterio es ese? No me sorprende… no está al mismo nivel de su tío.Gabriel tenía talento, sí, pero Benoît, a esa edad, ya había llevado a los López a ser la familia más rica de Lunavista. Gabriel no podía competir con él ni en capacidad ni en nada.El hombre siguió ahí, callado como siempre.—Si por lo menos fuera uno de los nuestros… ¡ni ganas me daría de verlo! —gruñó don Hester, golpeando el bastón contra el piso.La familia Hester se había hecho de dinero con casinos, un negocio bastante sucio, así que tenían muchos enemigos.Don Hester tuvo tres hijos y una hija, pero con el tiempo, sus hijos murieron, y no tenía nietos. Solo quedaba Gabriel, el hijo de su hija ya fallecida. Aunque era prometedor, tení
Aunque no soportaba a Luna, también quería que la hermana de Gabriel mejorara.Después de que Benoît me sirvió una copa de champán, dijo,—Escuché que Fiorella volvió a hacerte un escándalo en la sala de espera.—Sí... otra vez.En cuanto la mencionó, me acordé de algo y volteé a verlo.—Parece que las empresas del señor López y la familia Costa compiten con varios productos al mismo tiempo.Aunque lo mío es más lo científico, como también tengo negocios, conozco un poco del tema comercial.—¿Ah, que sí? ¿Y eso por qué? —preguntó Benoît, levantando una ceja.—Si el señor López está pensando en meterse más al mercado nacional, ¿la familia Costa no sería su rival directo a sus negocios?Cuando escuchó eso, su mirada se encendió un poco más.—¿Estamos juntos contra la familia Costa?Sabía que Benoît no era fácil de manipular, así que fui directa.—Solo quiero estar lista. Quiero saber si Gabriel va por ese lado. Si sí, tal vez podamos hacer equipo más adelante.Irme contra la familia Cost
Fui descubierta por un tipo mayor cuando estaba pescando por la mañana. Accidentalmente su anzuelo se quedó enganchado en mi ropa, y por más que intentó, no pudo sacarme con su caña. Al acercarse, vio que yo estaba como que ahogada en el agua. Asustado, dejó caer la caña de pescar y salió corriendo a llamar a la policía buscar ayuda.Cuando la policía me sacó del agua pantanosa, apenas me quedaba un hilo de vida.Por lo que los médicos que participaron en mi rescate llegaron a pensar que yo no terminaría sucumbiendo a tal desgracia.Al notificar ellos a mi familia, ellos también me dieron por perdida y ni siquiera les importo nada.Sin embargo, de alguna manera, gracias a una resistencia y resiliencia increíble, logré sobrevivir por obra de milagro.Comparado con el dolor de la caída en ese instante, el tormento que sentí al despertar, con mi cuerpecito todo maltrecho, fue casi que insoportable. El cuerpo humano tiene 206 huesos, y yo tenía 108 vueltos nada. Los rápidos del rio me hab
Al ver los pedazos de vidrio en el suelo, el tipo al parecer se irrito. Su arrogancia hacía que la atmósfera del hospital se sintiera aún más fría.—¿Cómo se te ocurre hacer un berrinche en medio de un hospital? ¿Cuándo vas a empezar a comportarte como una adulta?Yo no respondí nada, solo no podía creerlo.¿Berrinche?¿Quién es él como para hablarme de esa manera?Parecía que iba a decirme más cosas, pero se acordó de algo.—Luna no quiere salir del hospital y ni siquiera volver a casa, ella se siente bastante dolida por tus dramas. Está tan triste que piensa irse. Hoy, no importa lo que pase, tienes que ir a disculparte con ella y convencerla de que se quede.Después, se me acercó rápidamente y trató de levantarme de la cama. Por reflejos, me aparté de él y de su mano.—¿Y quién es usted? ¡No le conozco y por favor no se me acerque!Aunque ahora podía moverme, mis heridas no habían sanado por completo, y tenía pánico de que alguien me tocara.El tipo se enojó.—Esmeralda, ¿qué estupi
Enterarme, de la nada, de que tenía un esposo me dejó dando vueltas en la cama, sin poder pegar los ojos del sueño. Así que decidí llamar a mi mejor amiga, Mila Picard.Aunque no había querido contactar con ella para que no se preocupara al saber que estaba gravemente herida, también me sentía aliviada de que ella no hubiera intentado contactarme en todo este tiempo. De lo contrario, seguramente habría descubierto lo de mi accidente.Sin embargo, en el momento en el que me contestó la llamada, no pude evitar sentirme un poco dolida y reprocharle:—¿Yo no te llamo y tú tampoco me llamas después de tanto tiempo?Han pasado más de dos meses. No sólo no me llamó ni una vez, ni siquiera me mandó un mensaje.¡Pero qué desconsiderada!Pensé que se sentiría apenada y me iba a explicar que había estado en algún lugar remoto haciendo investigaciones científicas, sin señal ni comunicación.Pero para mi sorpresa, después de un largo silencio, me respondió:—Esmeralda, ¿te olvidaste de que ya no so
Durante este mes de recuperación en el hospital, no me quedé de brazos cruzados. Hice que investigaran todo sobre la relación entre David, Luna y yo.Descubrí que David y yo nos habíamos casado por amor. Siempre pensé que había encontrado el amor verdadero.Por este hombre, no sólo entregué todo lo que tenía para ayudarlo con su negocio, sino que también abandoné mis estudios para ser una ama de casa y cuidar de su salud.Pero, ¿quién iba a pensar que todo lo que me dijo eran falsas promesas de amor?La persona que realmente amaba era mi hermana adoptiva, Luna.Desde que Luna regresó, todo cambió.En nuestro aniversario de bodas, él se fue con ella al Ártico a ver la aurora boreal.En mi cumpleaños, él la acompañó a la ciudad de Tokio a disfrutar de la romántica lluvia de flores de cerezo.En San Valentín, le regaló a Luna una casa llena de rosas rojas y un anillo de diamantes enorme, mientras que a mí sólo me dio un regalo que venía como extra con los obsequios que compró para ella.Y
De inmediato, todos comenzaron a insultarme, llamándome cruel. Entre las críticas, me crucé con la mirada triunfante y desafiante de Luna.Desde que llegó a mi familia, he sido derrotada una y otra vez por su supuesta fragilidad y bondad.Ella siempre ha sido capaz de hacerse lo peor a sí misma para lograr sus objetivos.Como aquella vez en la que, para acusarme de no tolerarla, tomó mi mano y la usó para tirarse por las escaleras, terminando con heridas graves que la dejaron hospitalizada más de un mes.Ahora, como entonces, fue igual de despiadada consigo misma.Cuando terminé de hablar, ella me miró con una sonrisa triste y llena de falsa bondad, y luego, con el cuchillo en el cuello, y se cortó.Si no fuera porque David reaccionó rápido y le arrebató el cuchillo de la mano, probablemente si no fuese así, habría visto un baño de sangre en ese mismo momento.A veces, debo admitir que la admiro.…Aunque David fue rápido y evitó que Luna se desangrara, la afilada hoja alcanzó a hacerl