Pero… ¡Ella necesita dinero ahora mismo! Antes, Esmeralda le había pedido que devolviera todo lo que David le había regalado. Al principio, David le dijo que después de que se lo devolviera, él le daría mucho más. Pero sería muchísimo más de lo que había devuelto, y ni un poco menos de eso. ¡Pero! ¡Hasta ahora no le ha dado nada! ¿Cómo va a vivir sin dinero para sus cosas? ¿Cómo va a sobrevivir? Luna, acostumbrada a una vida de lujos y abundancia, ahora no puede pasar ni un día sin dinero. —David, de verdad no quiero difamar a Esmeralda, solo estoy pensando en ti, también en Esmeralda. —Sé que lo que te hizo dar todo a Esmeralda fue por culpa y porque te duele verla, pero… David, ¿alguna vez pensaste que una mujer con tanta riqueza sería como un niño un diamante pegado en la frente? ¡Solo llamará el peligro hacia ella! David, al escuchar que ella decía que todo lo hacía por su bien y por el de Esmeralda, no pudo evitar reírse. —Luna, ¿realmente me crees tan cabeza hueca?
David siempre había estado tan convencido de que yo estaba fingiendo lo de estar medio muerta, que además de lo que decían el asistente de Rashid y mis padres, él creía que el secuestro fue algo que yo había planeado por celos contra Luna, ¡un secuestro falso! Así que, cuando los secuestradores le dieron a elegir entre los dos, no dudó ni un segundo y eligió a Luna. Después de que me caí del acantilado, él también pensó que era algo que yo había planeado, nunca pensó si yo podría ser inocente. Cuando fue al hospital para pedirle disculpas a Luna, al verme tan herida, pensó que estaba fingiendo, creyó que no estaba herida, y si lo estaba, era lo que me merecía por mis supuestas acciones. ¿Cómo se me podía ocurrir hacer algo así? Cuando se enteró de que mi caída del acantilado fue realmente grave, aunque se dio cuenta de que el secuestro no fue algo que yo había planeado, sino de un secuestro real, se arrepintió y no pudo contener el punzón en su corazón. ¡Pero nunca pensó que la pr
Al final, tendría que pagar por todas sus acciones. La noticia de que Luna había sido arrestada llegó rápido a mis oídos. Cuando escuché a Miguel decir que al menos podrían condenarla por lo menos a diez años, levanté la copa de vino que tenía en la mano. Como estaba de buen humor, tomé unas copas más. El camino a casa fue de lo más placentero. Pero, cuando llegué a la puerta de mi casa y vi a David de pie en el viento frío, mi buen ánimo desapareció al instante. Aunque él me había dejado toda su fortuna, sinceramente, no quería verlo nunca más. Y en especial en ese momento. Cuando intenté ignorarlo y subir las escaleras, David me llamó. —Luna ha sido arrestada. Me detuve en seco, me volteé y me reí torciendo mi cara. —¿Acaso pues quieres que perdone a tu hermana? Ese sarcasmo le atravesó el corazón a David. Él no sabía lo mucho que lo despreciaba, lo mucho que me había herido. Pensó que en ese momento venía a pedirme que perdonara a Luna. —No, yo vengo a pedirte perdón,
Aunque mi corazón ya estaba endurecido por todo lo que había pasado, las palabras de mi madre me hicieron sentir mucho dolor. Ella… ¡Ella podía hacer algo así por Luna!¿Pero por qué? ¿Por qué haría algo así por una hija adoptada? Si al principio no podía ni ver a Luna. Fue por malentendidos, que mi madre pues creyó que yo era mala y cruel, y por eso empezó a preferir a Luna y a dejar de quererme, yo que era su hija de sangre y carne, ¿por qué ahora, después de que todo se aclaró y sabiendo que no hice esas cosas, ella viene a pedir por Luna? Incluso cuando hay pruebas de que Luna no es tan inocente como ella pensaba, que también es mala, ella no dejó de quererla y aun así haría todo esto por salvarla. ¿Por qué? ¿Por qué todavía quiere tanto a Luna? ¿Por qué me ha herido tanto como hija y, sin embargo, no puedo romper la relación con ella? ¡Y ella sí puede! ¡Ella sí puede hacer esto! Este dolor, esta locura que llenaba mi cabeza, me hizo gritar: —¿Por qué? ¡¿Por qué, mamá?! ¡¿
Mi madre se quedó con los ojos completamente abiertos, como si no pudiera creer lo que había dicho. Después de un rato, exclamó: —Barbara, ¡crie cuervos y ahora me sacan los ojos! —Pues, el cuervo supero a su vil entrenador, ¿no? … Después de que mi madre se dio cuenta de que no podía convencerme, Luna comenzó a suplicarle a David. Cuando David fue a verla, ella lloraba sin consuelo, como si su corazón se estuviera rompiendo. —David, de verdad me equivoqué… de verdad me equivoqué… Luna sabía que seguir explicándose no serviría de nada, así que empezó a rogarle. —En ese momento, pensé que fue mi hermana la que me drogó y me hizo todo eso. La odié tanto, no podía pensar con claridad y cometí un error… —David, de verdad me equivoqué… de verdad no sabía qué hacía… Lloraba de una manera tan triste, tan desgarradora. Sin embargo, el hombre que siempre la había consentido y que no podía ver ni un solo rasguño en ella, ahora, no mostraba ninguna emoción. Podía entender
Luna vio que David mostraba señales de debilidad y por eso se puso a lloriquear aún más fuerte: —David, ¡no fue eso! ¡Yo nunca quise hacerle daño a mi hermana! Solo… solo deseaba hacerla enojar. Ella se cayó del acantilado y se lastimó de esa forma tan fea, ¡fue solo un accidente! —Si en serio hubiese querido matarla, cuando la secuestré, ¡ya habría hecho que la mataran! ¿Por qué esperar a que vinieras tú? —Además, sabes que ese acantilado no es tan alto. Si realmente quisiera que se muriera, ¿por qué elegiría un acantilado tan bajo? —¡De verdad! ¡De verdad no quería que mi hermana muriera, todo fue un terrible accidente…! Luna lloraba, dando mucha lástima. Tanta lástima que incluso las personas con un corazón de hierro no podían evitar sentir pena. Mucho menos David, que siempre la había consentido, hasta el punto de que lo hacía por puro instinto. Además, en su subconsciente, pensaba que ella no era una persona tan mala, entonces le creyó. Le creyó que Luna no había que
Todavía no era el momento, pero ya prometí dos grandes cenas. Después de comer, Gabriel insistió en acompañarme a mi examen. Pensé que él no tenía nada que hacer en casa, así que dejé que me acompañara. Al llegar al lugar del examen, cuando me bajé del carro, le dije que buscara una cafetería y me esperara allí hasta que terminara. Luego lo llamaría. Justo cuando terminé de hablar, antes de que Gabriel pudiera decir algo, escuché: —¿Esperar a que termines el examen? ¿No me digas que Esmeralda va a hacer un examen de posgrado? ¿Y lo siento decirlo pero con esa actitud aún quieres hacer un posgrado? Molesta, me di la vuelta, viendo que era la mamá de la novia de Theo. De repente, recordé que la última vez insistió en presentarme a su sobrino, que era doctor, y no pude evitar sentirme incómoda. —No sé si te das cuenta, Esmeralda, ya tienes casi treinta años, ¿y todavía piensas en hacer un posgrado? —No me digas que, además de ser ama de casa, no tienes nada que hacer. ¡Estud
David miró los dedos de Gabriel que señalaban a Esmeralda, pero no dijo nada, solo mostró un poco de enojo. —Esmeralda es bonita y tiene dinero. Ahora que se divorció, seguro que muchos van a querer acercarse a ella. —David, creo que fuiste muy impulsivo al darle toda tu fortuna. Si tienes la oportunidad de recuperar algo, te sugiero que tomes el dinero de nuevo. —Sin dinero, no solo no podrás recuperarla, sino que tendrás que ver cómo otros hombres la conquistan. —Incluso, cómo otros hombres la engañan con dinero y amor. Damián en verdad pensaba que, aunque David sintiera que le había hecho mucho daño, no debió entregarle toda su fortuna. En esta época, donde el dinero lo es todo, ¿qué le quedaba sin dinero? No tenía nada, no era nada. No solo no podría recuperar a su esposa. Lo más probable es que solo tendría que ver cómo otros se la quitaban. David no dijo nada, solo miraba cómo me alejaba. Hasta que mi sombra desapareció, no quiso subir la ventana del carro.