Aunque mi corazón ya estaba endurecido por todo lo que había pasado, las palabras de mi madre me hicieron sentir mucho dolor. Ella… ¡Ella podía hacer algo así por Luna!¿Pero por qué? ¿Por qué haría algo así por una hija adoptada? Si al principio no podía ni ver a Luna. Fue por malentendidos, que mi madre pues creyó que yo era mala y cruel, y por eso empezó a preferir a Luna y a dejar de quererme, yo que era su hija de sangre y carne, ¿por qué ahora, después de que todo se aclaró y sabiendo que no hice esas cosas, ella viene a pedir por Luna? Incluso cuando hay pruebas de que Luna no es tan inocente como ella pensaba, que también es mala, ella no dejó de quererla y aun así haría todo esto por salvarla. ¿Por qué? ¿Por qué todavía quiere tanto a Luna? ¿Por qué me ha herido tanto como hija y, sin embargo, no puedo romper la relación con ella? ¡Y ella sí puede! ¡Ella sí puede hacer esto! Este dolor, esta locura que llenaba mi cabeza, me hizo gritar: —¿Por qué? ¡¿Por qué, mamá?! ¡¿
Mi madre se quedó con los ojos completamente abiertos, como si no pudiera creer lo que había dicho. Después de un rato, exclamó: —Barbara, ¡crie cuervos y ahora me sacan los ojos! —Pues, el cuervo supero a su vil entrenador, ¿no? … Después de que mi madre se dio cuenta de que no podía convencerme, Luna comenzó a suplicarle a David. Cuando David fue a verla, ella lloraba sin consuelo, como si su corazón se estuviera rompiendo. —David, de verdad me equivoqué… de verdad me equivoqué… Luna sabía que seguir explicándose no serviría de nada, así que empezó a rogarle. —En ese momento, pensé que fue mi hermana la que me drogó y me hizo todo eso. La odié tanto, no podía pensar con claridad y cometí un error… —David, de verdad me equivoqué… de verdad no sabía qué hacía… Lloraba de una manera tan triste, tan desgarradora. Sin embargo, el hombre que siempre la había consentido y que no podía ver ni un solo rasguño en ella, ahora, no mostraba ninguna emoción. Podía entender
Luna vio que David mostraba señales de debilidad y por eso se puso a lloriquear aún más fuerte: —David, ¡no fue eso! ¡Yo nunca quise hacerle daño a mi hermana! Solo… solo deseaba hacerla enojar. Ella se cayó del acantilado y se lastimó de esa forma tan fea, ¡fue solo un accidente! —Si en serio hubiese querido matarla, cuando la secuestré, ¡ya habría hecho que la mataran! ¿Por qué esperar a que vinieras tú? —Además, sabes que ese acantilado no es tan alto. Si realmente quisiera que se muriera, ¿por qué elegiría un acantilado tan bajo? —¡De verdad! ¡De verdad no quería que mi hermana muriera, todo fue un terrible accidente…! Luna lloraba, dando mucha lástima. Tanta lástima que incluso las personas con un corazón de hierro no podían evitar sentir pena. Mucho menos David, que siempre la había consentido, hasta el punto de que lo hacía por puro instinto. Además, en su subconsciente, pensaba que ella no era una persona tan mala, entonces le creyó. Le creyó que Luna no había que
Todavía no era el momento, pero ya prometí dos grandes cenas. Después de comer, Gabriel insistió en acompañarme a mi examen. Pensé que él no tenía nada que hacer en casa, así que dejé que me acompañara. Al llegar al lugar del examen, cuando me bajé del carro, le dije que buscara una cafetería y me esperara allí hasta que terminara. Luego lo llamaría. Justo cuando terminé de hablar, antes de que Gabriel pudiera decir algo, escuché: —¿Esperar a que termines el examen? ¿No me digas que Esmeralda va a hacer un examen de posgrado? ¿Y lo siento decirlo pero con esa actitud aún quieres hacer un posgrado? Molesta, me di la vuelta, viendo que era la mamá de la novia de Theo. De repente, recordé que la última vez insistió en presentarme a su sobrino, que era doctor, y no pude evitar sentirme incómoda. —No sé si te das cuenta, Esmeralda, ya tienes casi treinta años, ¿y todavía piensas en hacer un posgrado? —No me digas que, además de ser ama de casa, no tienes nada que hacer. ¡Estud
David miró los dedos de Gabriel que señalaban a Esmeralda, pero no dijo nada, solo mostró un poco de enojo. —Esmeralda es bonita y tiene dinero. Ahora que se divorció, seguro que muchos van a querer acercarse a ella. —David, creo que fuiste muy impulsivo al darle toda tu fortuna. Si tienes la oportunidad de recuperar algo, te sugiero que tomes el dinero de nuevo. —Sin dinero, no solo no podrás recuperarla, sino que tendrás que ver cómo otros hombres la conquistan. —Incluso, cómo otros hombres la engañan con dinero y amor. Damián en verdad pensaba que, aunque David sintiera que le había hecho mucho daño, no debió entregarle toda su fortuna. En esta época, donde el dinero lo es todo, ¿qué le quedaba sin dinero? No tenía nada, no era nada. No solo no podría recuperar a su esposa. Lo más probable es que solo tendría que ver cómo otros se la quitaban. David no dijo nada, solo miraba cómo me alejaba. Hasta que mi sombra desapareció, no quiso subir la ventana del carro.
¡Él claro que nunca se divorciará!Él sabe que su amor es egoísta, pero en serio… A menos que muera, ¡no va a dejar ir nunca! Estuve dos días en exámenes, y David estuvo afuera, mirándome durante ese tiempo. Con tanta ternura en su mirada, que hasta sus amigos no pudieron evitar sentir lástima por él. Trataron de hacerme llegar sus mensajes. Querían que me sintiera mal por David. Pero cuando supe que David me había estado siguiendo todo el tiempo, no solo no sentí lástima por él, sino que lo vi como un acosador. A través de sus amigos, le advertí. Le dije que dejara de seguirme, o llamaría a la policía. Los mismos que habían sido testigos de cuánto lo amaba, al ver que no solo no sentía lástima por él, sino que quería llamar a la policía para detenerlo, todos se quedaron muy sorprendidos. Cuando terminé el examen, hablé con el profesor, confirmé que todo estaba bien y que no tendría problemas para aprobar. Finalmente, me relajé. Justo a tiempo, era la hora para
Cuando entré al tribunal, sentí una mirada llena de odio clavarse en mí. Al cruzar mi mirada con la de Luna, ella me observaba como si deseara lo peor venir hacia mí, levanté una ceja y sonreí con arrogancia. Levanté la cabeza y la miré, mis ojos dejando claro: ¿Qué pasa si me deseas tanta maldad? El que va a perder no soy yo, ¡sino tú! Mi actitud desafiante hizo que Luna me odiara aún más. Nunca había deseado tanto mi muerte como en ese momento. Pero no importaba cuánto lo quisiera, ya no tenía poder sobre mí. Ella sabía que ya no era la misma persona que antes, la que podía humillar a su antojo. Que saliera libre de este juicio sería su mayor suerte. Pensando que este juicio no podía fallar, Luna dejó de mirarme. Pero en su corazón, la rabia seguía creciendo. ¡Me odiaba con el alma! Desde que entró en la familia Bois, nunca le caí bien. Pensaba que era demasiado bonita, una belleza que incluso ella, siempre halagada por su apariencia, envidiaba. Cuando yo estaba presente, toda
Pero yo en cambio, no les hice caso. No importaba cuánto me gritaran, ahora podía ignorarlos por completo. Después de la audiencia, mientras estábamos ocupados buscando nuevas formas de avanzar, tratando de conseguir que el testigo no solo señalara a Luna como la culpable, sino también que declarara que David había interferido con la justicia, de repente llegó la noticia desde la prisión: Luna había perdido la vida. Luna, que acostumbrada a una vida de lujos y con una salud delicada, no pudo soportar las duras condiciones de la prisión. Desde que entró, se enfermaba seguido: cada tres días un resfriado, cada cinco días algo más grave. Ayer, se enfermó de nuevo. Como los médicos de la prisión no podían tratarla, la llevaron a un hospital cercano. Sin embargo, anoche hubo una explosión en el hospital, justo en el ala donde estaba Luna. Por la explosión y el incendio, Luna quedó calcinada. Cuando escuché la noticia, me quedé paralizada. No pude reaccionar por un buen rato. Mi prim