Capítulo 14

Herida

Narra Nahia Anderson

«Camino por un pasillo oscuro y largo, me duelen las piernas, no sé cuánto tiempo llevo caminando, solo sé que no encuentro una salida.

Sigo caminando y mis pies tropiezan y caigo al suelo, me duelen las manos, el pecho y siento como las paredes poco a poco se van cerrando.

Necesito hallar una salida, me cuesta respirar.

Me levanto y veo mis manos llenas de sangre, comienzo a escuchar risas provenientes de un lugar y me apresuro, ahí debe estar la salida que tanto anhelo.

Al final, veo una puerta roja.

Corro, lo hago lo más rápido que puedo, porque cada segundo que pasa, las paredes se vienen sobre mí.

Llego a la puerta y la abro de golpe, entro mientras respiro agitada, sin siquiera mirar el interior y pego ni frente en ella mientras cierro los ojos e intento calmarme, mientras inhalo y exhalo oxígeno de mis pulmones.

Una gemidos se escuchan en la habitación y creo que he entrado al lugar incorrecto.

Volteo, para intentar hallar otra salida,