¿En qué me he metido?Noah FergusonLas cosas aquí son cada vez más tensas. Es más que evidente que mi rechazo no le fue nada agradable a Isabella y ella lo hace notar sin importarle lo que la gente a nuestro alrededor piense.Trabajar con ella, cada día se hace más difícil, pero yo ya he cumplido lo que debía hacer aquí para ganarme mi lugar y solo espero que su padre cumpla con su palabra.Tengo una reunión más tarde con él, del resultado de esta dependerá mucho mi futuro aquí, sabré al fin si él cumplirá con su palabra o simplemente invertí mi tiempo y ofrecí mi dinero en vano, pero si hay algo de lo que tengo certeza, es que no puedo estar mas tiempo lejos de casa. Sí, este es un gran paso para mi futuro, pero de ganarme el derecho de que mi apellido este en el nombre de esa firma, tengo que llegar a un acuerdo, porque no pienso quedarme aquí lejos de ella. No soporto esta jodida tortura.Sé poco de Nahia hoy, sé que ha estado bastante ocupada, pero según mi hermana, buscó la forma
Noah FergusonEstrecho la mano del hombre que me mira como si quisiera asesinarme al darse cuenta de que Isabella está de mi brazo.—Roger Benson —se presenta, pero este, en vez de mirarme a mí, mira a mi aparatosa compañera de esta noche—. Linda acompañante —comenta con petulancia.—Noah Ferguson, un gusto conocerlo. —Separo nuestras manos y él aún no quita la mirada de ella—. Y sí, concuerdo con usted, tengo una grata compañía.Esas palabras me saben amargas, pero no lo hago por ella, sino por la forma en la que se acercó, tan lleno de arrogancia, soberbia, como si estuviera listo para humillarla. Isabella no me cae bien, pero sin duda, este tipo me cae peor.—¿Pasamos al comedor? Muero de hambre —nos invita el señor Ross y yo los sigo, con el tal Roger detrás de nosotros y el gobernador Benson.Nos sentamos en nuestros lugares y, muy convenientemente, estoy entre Isabella y su padre y Roger, su ex, está justo frente a nosotros.—Entonces, Noah —el gobernador es el primero en hablar
Nahia Anderson.Cuelgo el teléfono y me quedo en blanco por un par de minutos, tratando de procesar las palabras que acabo de escuchar.«¿Se refirieron a mí como la amante? ¿Eso fue lo que realmente escuché? Esto tiene que ser una confusión, no hay manera de que Noah me haga esto. Por supuesto que no…»Siento cómo la ansiedad invade no solo mi mente, sino también mi cuerpo. Que cada segundo que pasa se siente interminable. Sé que mi móvil suena, pero mi cuerpo se ha desconectado de mi mente. No puedo moverme, aunque sé que estoy temblando, estoy sudando y las palabras se me quedan atoradas en la garganta, al igual que mi respiración.—Nahia, ¿qué pasa? ¿Qué te dijo mi hermano? ¿Por qué estas así? —pregunta cuando se da cuenta, pero yo no puedo responderle—. Respira, vamos, déjalo ir. Saca lo que hay en tu cabeza, amiga, por favor, respira.«Respira, Nahia. Todo está bien y aunque esté mal, el mundo no se acaba, tú puedes respirar. Confía en Noah. No puedes dudar de él. Él no es Ryan.
Noah Ferguson Las últimas veinticuatro horas de mi día me las he pasado entre aviones y aeropuertos y todo, por volverla a ver, pero sé que cada jodido esfuerzo valdrá la pena.Necesito tenerla cerca, necesito ver en sus ojos que realmente todo está bien entre nosotros. No me bastan sus palabras, aunque creo en ellas. Me es necesario comprobar con su mirada, con sus labios, con su cuerpo, que realmente estamos bien.Bajo del avión con la misma maleta con la que me fui, porque pensaba mandar a buscar las demás cosas con alguna agencia de mudanza. Tampoco es que tuviera mucho en el departamento de aquí, pero tengo cosas a las que les tomé cariño, cosas que me compré pensando en ella y para ella y que sería bueno dárselas.Lo primero que hago al aterrizar es ir a su encuentro, dijo que me esperaría y no dudo que esté allí. En un primer momento no la encuentro, cosa que me hace preocuparme, porque es una ciudad que ella no conoce. Pero respiro cuando tras varios minutos de búsqueda al fi
Nahia AndersonTermino de darle los últimos toques a mi maquillaje y noto que la sonrisa no se desvanece de mi rostro.Tomo una profunda respiración mientras recuerdo todo lo que pasó hace unas horas.Como me tomó en la cocina y luego en la cama, pero no solo eso fue lo que me dejó anonadada, sino su confesión. Una de la que ha evitado hablar desde que salimos de ducharnos juntos, con la excusa de que íbamos tarde. Si él cree que este es un tema que dejaré pasar, está completamente equivocado.Las piernas aun me duelen un poco, pero es un dolor difícil de explicar, es algo placentero. Nuestro encuentro pasional, por ponerle un nombre, no acabó en la cama, porque Noah me pidió ducharnos juntos y yo, con un poco de vergüenza, acepté.Antes, nunca me había duchado con nadie y menos, había tenido sexo en la cocina. Mi escaza experiencia era tan limitada a lo mismo, que estoy disfrutando el triple descubrir lo que puedo sentir y lo que puedo hacer. Cierro los ojos mientras las memorias vív
Noah Ferguson Abro los ojos y me estiro un poco, sintiendo el calor de la mujer que duerme a mi lado, la mujer que amo. Me le quedo viendo por unos largos segundos porque me sigue pareciendo increíble que al fin esté conmigo.Es una verdadera dicha, una, que no pienso dejar ir nunca. Me acomodo en la cama, mirándola con una sonrisa en mi cara mientras pienso que mi actitud anoche quizás no fue la mejor. Quizás lo que debí haber hecho desde el principio, fue negarme a ir a ese evento o tal vez, haber ideado un plan que la hubiera convencido de no ir.Pero ahí estaba yo, complaciendo sus deseos. Y ahí estaban ellos, tratando de arruinar todo lo que me ha costado el poder estar con ella.Del encuentro de anoche, debo resaltar algunas cosas positivas. La primera, es que Nahia cree en mí, sin importar lo que le digan, logré que confiara de nuevo, que lo hiciera en mí y eso es decir bastante. Que la necesito como a nadie más y que mis ganas de hacerla feliz, que mi deseo por ella, son mayo
Conexión Narra Noah FergusonHoy es un día más en la oficina, el juicio del caso Mendoza ha terminado, ya fueron presentadas todas las evidencias y mañana es el día de los Argumentos finales.El equipo y yo estamos preparados para presentar todo el resumen de las evidencias y los alegatos presentados ante el gran jurado, lo tenemos prácticamente ganado, dejando a un idiota infiel más, sin nada en el bolsillo. Pero el hecho de que Natalie, mi asistente personal, se haya enfermado, justamente un día antes de ese día tan importante, me descoloca por completo.Este caso es muy seguido por las noticias, ya que ambos son miembros públicos en la ciudad. Así que nada puede salir mal.Le pedí a la asistente de piso que buscara entre los postulantes a las becas, alguna persona que sea capaz de aguantar mi ritmo de vida durante la jornada laboral, y es que ser el director y dueño de un gran porcentaje de este bufete de abogados, no está nada fácil. Ya que nos hemos ganado a pulso el buen nombre
Capítulo 1.Mi vida casi perfecta.Narra Nahia Anderson.Dos meses después…—¿Estás lista? —me pregunta la diseñadora de mi vestido de novia, tengo los ojos cerrados y no puedo creer que me esté haciendo la prueba del vestido más importante de mi vida, justo unos días antes de la boda.Asiento y ella se aparta de mí, dejándome seguramente frente al espejo.«Llegó la hora de la verdad Nahia» me digo a mí misma mientras tomo una bocanada de aire para infundirme valor y abrir los ojos.«Si no me gusta, lloraré»Abro los ojos y me quedo mirando mi figura en el espejo fijamente.No puede ser, no puedo creerlo.Un nudo se forma en mi garganta y los ojos se me empañan de lágrimas. Volteo y veo a mi madre, a mi mejor amiga y se supone que mis hermanas estarían aquí, pero ninguna ha llegado.—Me encanta —menciono mientras lágrimas de felicidad se deslizan por mi rostro.—Te ves hermosa —se acerca mi madre y me toma de la mano y es que tiene razón, este vestido corte princesa con un velo catedr