Aries.
Agarro el GPS que yo mismo puse en la guantera, para no levantar sospechas, pues Natasha los demás no son imbéciles como para creer que vine a Asia de pura casualidad. Aplasto el pequeño dispositivo con mi zapato contra el suelo, agarro la caja del asiento de copiloto y le pongo el seguro a la camioneta para comenzar a caminar a la que ahora es la casa actual de Sekhmet.
Atravieso la pequeña entrada y abro la puerta con mis llaves, al primero que me encuentro es a Culebra, barriendo la sala.
—Jefe— me mira detenidamente, como a la espera de una órden.
—Hola. ¿Dónde esta Sekhmet?— inquiero, dejando la casa sobre la mesita de madera.
—Se está bañando, ya debe estar por salir.
Asiento con lentitud con una cara completamente seria y me dirijo a la cocina por un vaso de agua. Me saco los zapatos de un puntapié, quedando sólo en calcetas.
Sekhmet sale de su habitación, vistiendo pantalones rasgados de mezclilla, botas de cuero marrón, camisa blanca y un chaleco a juego con las botas.
—¡Contigo quería hablar!— exclama cuando me ve— El sótano es muy pequeño, no puedo moverme a mi antojo, las ruletas de vaina no pegan el techo.
—Yo también quería hablar contigo— dejo el vaso de barro en la encímera de granitos—, ¿Por qué coño te quedaste callada cuando te llamamos ayer? Casi nos dejas en evidencia. ¡Planeamos todo y casi la cagas con el puto silencio!
—Yo no estoy hablando de eso— me encara.
—Pero yo sí, entiende que no podemos exponernos aún, tenemos que esperar a que el plan de la captura de Anthoaneth se complete del todo para que te enfrentes a Natasha. No puedes estar haciendo lo que te da la gana.
—¿Cómo se puso Natasha cuando vio lo de Roger?— sonríe con la cabeza en alto.
—Se volvió loca y le empezó a gritar a todo el mundo en la cara— le contesto en medio de una exhalación—. Anoche nos reunió en la sala de estar y nos dijo que ya sabe que tú estás aliada con la italiana, porque de no ser así, ya la habrías torturado como a todos los que ella busca.
—Eso le da un motivo más para temer— se cruza de brazos, burlona—. Si sabe que tengo que ver con Anthoaneth, puedo moverme más a mi antojo porque no se va a meter conmigo. Tengo entendido que la tienen bien controlada.
—Ese es otro reclamo que voy a hacerte. ¡¿Cómo se te ocurre soltar el comentario de que la tienen controlada?! Ninazu me va a cortar la cabeza si se entera de que le ando cagando la cara. Puedo tenerte mucho aprecio y todo, pero si la cagas, te hundes conmigo.
—Lo tengo todo controlado, Aries— asegura—. En dado caso de que se llegue a enterar de que yo soy Sekhmet, no me mataría aunque tuviese todas las armas habidas y por haber y a mí de pié frente a ella.
—No la subestimes, ha cambiado bastante.
—Sí la subestimo, porque no le conviene matarme. Y si le conviniera, tampoco lo haría.
—No sabes lo que dices.
—Claro que sé lo que digo— insiste—. Intentará doblegarme para que vuelva a ustedes antes que tentar contra mi vida.
—¿Crees que la conoces más que yo que convivo con ella a diario?— levanto una ceja.
—No lo creo, Aries— chasquea la lengua—. Lo sé.
—Solamente vine a avisarles— hablo para los dos, para ella y para Culebra— que todo salió como lo planeamos. Natasha mandó a rastrear la llamada y dio con un paradero que no era, mañana irá a Afgánistan porque cree que te encuentras allá. De esa manera irás a África y sacarás los planos que hay en el cuarto de monitores, esos planos los realicé yo, así que es de mí de quien menos sospechará.
—¿Y los planos de qué son?
—Hay uno del paradero de Naomi Montenegro, que como sabes, es la Bohër actual— explico.
—Algo así había escuchado, es mercenaria, ¿No?
—Ajá, es la Consigliere de la mafia inglesa, su jerarquía sobrepasa la de Anessa Bower, jefa de Dakota Ronaldi. Naomi es mercenaria, líder de la Suplev, la banda de armeros y antonegras más famosa del mundo, son enemigos de Los Leviatanes, debido a que su fama se iguala.
»La guerra entre ambas bandas se creó desde que Naomi y Chistian se separaron, pues juntos eran los jefes de la Arysimpo, donde sólo entraban los mejores, lo que cumplían con todas las espectativas para ser un matón intachable. La Arysimpo fue disuelta tras el rompimiento de sus jefes y se dividió en dos bandas, siendo la Supler y Los Leviatanes, ¿Entendiste?
—Ajá— responde simple.
—El punto es que Natasha y Zahori andan siguiendo las pitas de ambas bandas para robarles y atrapar a Naomi porque su actual esposo fue uno de los violadores de Amelia. Entonces es mucho más fácil agarrar a Naomi para que engañe a su esposo y así atraparlo, que buscarlo a él directamente porque es uno de los actores estrella de Anthoaneth, por lo tanto está bastante protegido.
»Harán lo mismo que hicieron con Dorotea años atrás, que la agarraron para dar con Anthoaneth.
Sekhmet coloca mala cara y me pasa por un lado, sentandose en el sofá junto a Culebra.
—Esa misión fue el comienzo de mi tragedia.
—Aún le afecta— menciona Culebra cuando me siento en el sofá individual.
—Claro que me afecta. Me jodieron la vida todos juntos; Anthoaneth, Natasha, Jailev ¡Todos! Pasé todos esos meses haciendo planes para nada porque no logré finiquitarlos.
—Pues que no te afecte— miro fijamente a la mujer—. Que no te afecte porque la debilidad es lo que nos restará puntos. Cuando Natasha te encuentre, tienes que atacar.
—No será necesario, tengo la franqueza de que no me tocará ni un pelo.
—Puede que ella no, pero nosotros sí. Porque levantaré muchas sospechas si no te ataco, voy a tirar a matarte, así que debes entrenar al menos veinte horas al día si es posible. Ya va siendo hora de dejarte ver por Ninazu, te quiero preparada cuando eso pase— me estiro hacia la mesa y abro la caja que traje—. Estas son Zahvlars, bragas enterizas aprueba de balas y toda clase de impacto.
—¿Qué nos espera?— me pregunta Culebra.
—A diario entrenamos y aprendemos mejores movimientos, técticas de defensa, a manejar todo tipo de armamento. Lanzas, revolver, flechas, mazos, ametralladoras, de todo. No te caigo a mentiras cuando te digo que debes entrenar. Ustedes son solamente dos porque Anthoaneth te ayuda, más no es parte de tu venganza.
»Nosotros somos seis y ya sabemos pelear guerras sin haber ido a una— le hablo a Sekhmet—, tú a duras penas sabes torturar a personas, y eso teniéndolas atadas a una silla.
—¿Volverán a llamar?— cambia el tema.
—Posiblemente.
—Necesito secretos— relame sus labios, pasando una de sus manos por su cabello con un corte de hombre.
—No necesitas secretos, eso sólo nos expone. Aquí tu único trabajo es sabotear los planes de Natasha, no ahondar en su vida personal ni en la de los otros integrantes.
Si les cuento sobre que hay un infante entre nosotros, un matrimonio y otros temas muy lejos de lo profesional, sólo estaría dañando el plan. Si les cuento todo eso, el sentimentalismo entrará en sus sistemas, y los necesito fuertes, dispuestos, capaces y aguerridos.
—Y a todas estas— prosigo—, ¿A dónde vas tú con esa ropa?
—Anthoaneth me comentó que hay un actor porno que ya no le sirve, me dio su paradero para atraparlo y así jugar a las ruletas con él, así despistamos a Ninazu, ya que ella no lo está buscando a él. Tú me vas a llevar, está en una finca.
—¿Aquí mismo en Asia?— reviso mi reloj de muñeca.
—No, en Perú.
Lo pienso un momento, tiene bastante sentido disimular de esa forma...
—Vamos rápido entonces que ya tengo que volver a casa para que no sospechen de mí.
Jugada maestra.Sekhmet.—¿Y sólo me robo los planos? También puedo estudiarlos y corregirle cualquier falla para atrapar yo misma a Naomi— le pregunto a Aries por teléfono bajo los gritos de furibundos de Marcopolo, la antigua estrella de Anthoaneth. Lo próximo se lo digo a Culebra—. Llevalo al sótano y hazle nudos dobles.—La idea es despistar a Natasha, Sekhmet— dice con un tono ronco. Justo ahora está camino al aeropuerto para regresar a África en su helicóptero, yo acabo de llegar de Huacho/Perú—. No estás haciendo nada jugando a las ruletas con Marcopolo si la vas a cagar buscando a Naomi. La. Idea. Es. Despistar— hace énfasis—. Agarras los planos y te regresas a Yangdong, simple, sin tanto royo.—Y si no
Las dos caras del desprecio.Natasha.El desprecio es algo con lo que he tenido que lidiar toda mi vida, en mí ha causado mucha más fuerza de lo que lo ha hecho cualquier otro sentimiento. Ni siquiera la supuesta muerte de mi hermana me dio tanta fuerza como lo hizo el desprecio.Ya era una bastarda sin siquiera haber nacido, las caricias maternales nunca las conocí, ni cuando estaba en el vientre de la difunta mujer que se llamana Helenna.Seguí adelante por mi hermanita, pero el desprecio fue lo que me dio el último empujón.El embarazo involuntario de la mujer que me parió, todas las cosas por las que pasé, cuando me mataron en vida hace seis años... Todas esas eran claras señales de que yo no debía existir en este mundo, pero les saco mi dedo corazón al seguir respirand
Pasiones clandestinasInglaterra.Catalina.Dejo que unos guardias me escolten a la entrada de la sofisticada mansión. No sé qué habría hecho si Logan me negaba el permiso de entregar los paquetes de perico. Siento que no soporto otro minuto más sin ver a mi amante.La conocí en el Choegoui him del año pasado, ella me sedujo y yo caí en su juego. Desde entonces tenemos encuentros cada vez que puedo escaparme de la supervisión de los de la DHV, mi cabeza rodaría si alguno se llegase a enterar.Parece que la clave de mis pasiones está en asistir a todos los Choegoui him. Sólo espero que esta vez dure más de lo que duró Virgo.Me desespero cuando nos dentramos al pasillo de las habitaciones, me siento como
Sekhmet.Me río de unos videos bien chistosos que hay en facebook. Suelto una carcajada más ruidosa que la anterior cada vez que bajo por el inicio.—¿Viste el meme que te mandé por WhatsApp?— me pregunta Culebra, saliendo de la cocina con una taza con palomitas.—Ajá— contesto sin dejar de ver la pantalla de mi sangsung—. No sé si es más patético que todavía sientas algo por Natasha o tu sentido del humor.—¡¿En serio no te dio risa?!— espeta con indignación, ignorando lo primero— Eres una mal agradecida, me tomo la molestia de dejar mis ocupaciones para hacer que te diviertas y no lo valoras, mujer de mierda. Gasto mi batería e internet para compartirte algo de mi alegría, ingrata.—Ay sí, debe ser que el WiFi no lo paga Aries, mamagüevo— suelto otra risa cuando termina otro video.—Pasar un año en Caracas como que afectó a tu inmaculando lenguaje— reclama
Cuatro días después.Revelación.Londres / Inglaterra.Natasha.Limpiar el mundo de la basura humana que se multiplica día ha día probablemente sea la tarea más difícil que se le puede otorgar a alguien. La maldad es un virus letal que se extiende por la piel del planeta, su origen tiene una causa probable del por qué existe, más no tiene otra cura que la simple ejecicución.No soy una persona digna de ser admirada por lo que hago, soy un monstruo más que asesina a otros. Pero, ¿No llevamos todo un monstruo dentro? Nadie muere sin haberlo dejado salir alguna vez.Además, según las matemáticas: Negativo y negativo da positivo, ¿No es así? No puedo ser un signo positivo e intentar cambiar al n
La cruel despedida de dos amigas.Somalia / África.Natasha.Llego de haber ido a la Santa Rosalía de Mongolia por petición insistente de mi cónyugue. Una cirujana plástica reconstruyó mi oreja con piel de mi cuello, ambos sitios están protegidos con gasas.Me quito las Saprim y subo al ático, que es donde metemos a las víctimas. Esta mierda no me gusta, extraño mi mansión de Madrid.Por boca de Zahori sé muchas cosas de Naomi Montenegro. Desde los inicios de su relación con Christian Parker, hasta la disolución de la misma y La Ar&simpo.Christian rompió con Naomi tras haber descubierto una infidelidad con una Leviatán. No me costó mucho encajar las piezas y descubrir q
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