"Hacienda Ríos"
—¿¡Qué!? —gritaba Guillermo, al escuchar el relato del guardia.
"Narrador omnisciente"—¡Llévenme al hospital, por favor! ¡Me desangro! —gritaba el secuestrador herido.
Ella estaba a horcajadas encima de él, unidos, haciendo el amor de la manera más dulce que existe. Con sus manos se acariciaban mutuamente cada rincón de sus cuerpos, la espuma les facilitaba frotarse, Armando apretaba los muslos de Edith mientras ella subía y bajaba sobre su erección; los gemidos eran suaves y eróticos. Lo hacían lento, disfrutando así el tiempo que la vida les regala de nuevo.—Me encanta tu pene y cada ri
"Hospital"Al verlo, a Samantha se le paralizó cada parte de su cuerpo, él lucía imponente y mucho más bello de cómo lo recordaba, estaba más fornido que antes. Ninguna mujer en su sano juicio hubiera dejado ir un hombre así, no sólo por el físico, Armando con su forma de ser nunca le hubiera impedido su cre
Después de unos segundos, salió de ella con cuidado y cogió unos kleenex de su escritorio para limpiarla, al finalizar le dio un beso en cada nalga. Se vistieron y ahí estaba de nuevo esa carita de su mujer. La agarró por sorpresa y la sentó obligada en sus piernas.—Te voy a contar quién es ella —la veía con deseo aún; verle el cabe
"Armando"De regreso en el hotel, puedo sentir su nerviosismo, cierro la puerta y ella se queda de espaldas esperándome. Respira ansiosa, pongo mis manos en sus hombros y poco a poco voy descendiendo, acariciando su suave piel. Percibo como se eriza cuando poso mis labios en su nuca, lamo su delicioso cuello
"Edith"Estas dos semanas han sido una locura... primero; retomar mis deberes ha sido complicado, pues nadie quiere dejarme hacer nada. Me molesta muchísimo, estar embarazada no es estar enferma, yo necesito trabajar, así que, aunque me lo prohíban, lo hago.
"Tres días antes de la boda"Las pruebas de maquillaje y de peinado me tienen agotada. Renata es muy insistente, el vestido me quedó hermoso, es un sueño. Me he sentido un poco débil últimamente, debe ser por todo el alboroto de la boda.
—¡Espera! —lo detuvo tomándolo del brazo —Quiero que me respondas algo —Armando estaba impaciente.—¿Tú y esa mujer tienen algo?—Por supuesto que no Renata, no soy ese tipo de hombre y creo que lo he demostrado con mis acciones —respondió irritado.
Último capítulo