CAP 4

Lidia.

Hoy estoy teniendo un día bastante bueno con la lavada de autos y tengo bastante dinero ya en el bolsillo así que pongo en uso la técnica que tengo para evitar robos, me guardo el dinero dentro de la calceta y solo me dejó un poco en el bolsillo del pantalón por si me asaltan apasiguar al ladrón que abundan por dónde vivo, de regresó a mi casa me encuentro tirado un libro con hojas limpias, como la gente puede tirar estás cosas pero es una suerte para mí ya que esto le asé falta a Janet para ponerse a estudiar pero para mi desgracia casi al llegar a mi casa me encuentro con Rafael y su grupo de perros que me miran con mala cara y me cierran el pasó intento esquivarlos pero me lo impiden.

-a donde guapa.

-dejen me en paz. Rafael diles que se quiten.

Rafael me mira con una sonrisa burlona mientras apaga su cigarrillo de mariguana para soplarme el humo en la cara asiendo me tocer.

-por que no te quedas un rato con nosotros te aseguro que te divertirás.

-prefiero comer tierra que pasar el tiempo con personas como ustedes.

-a que te refieres con eso, acaso nos estas diciendo que eres mejor que nosotros.

-no soy mejor que nadien pero por lo menos no ando por la vida robándole a las personas y drogándome.

Rafael me mira con molestia, sé que acabo de meter la pata ya que la última persona que llamó ratero a Rafael y a sus lacallos lo molieron a golpes y a estos no les importa si son mujeres o no, Rafael me encanta y miro como los demás me rodean, m****a estoy más que frita.

-los puercos.

Para mi salvación una patrulla de policía da la vuelta en la esquina asiendo que los matones se hagan a un lado y aprovecho la oportunidad para salir corriendo sin detenerme en ningún lado hasta llegar a mi casa donde entró con un poco de violencia llamando la atención de mi hermana Janet que está lavando los platos.

-que pasa.

-Rafael y su pandilla.

Rápidamente acomodo la mesa frente a la puerta y Janet me pasa un leño que tenemos para estar emergencias.

-donde te los encontraste.

-cerca del lote baldío que está al lado de la parada del autobús.

-espero que no vengan.

-pues si así lo asen les tumbare los dientes de un leñazo.

Pasan algunos minutos y no escuchamos nada hasta que alguien quiere abrir la puerta y Janet se sube a la mesa para hacer pesó y que no la muevan, me aserco a la ventana con el leño en mano para ver quién es pero está muy oscuro a fuera y no veo de quién se trata lo único que alcanzo a ver es que es una sola persona.

-soy yo niñas.

Me tranquilo al escuchar la voz de y doy un suspiro lleno de alivió y le hago una seña a Janet de que se baje de la mesa cosa que asé y me ayuda a quitar la mesa de la puerta para dejar pasar a mamá que nos mira extrañada.

-¿paso algo?

-Rafael y su bola de perros rabiosos.

-te hicieron algo.

-no fui más rápida que ellos pero adivina a quien le fue bien hoy.

Le digo eso a mi madre con una sonrisa en el rostro que apenas me cabe mientras me comienzo a quitar el zapato junto con la calceta para mostrarle el dinero que gane hoy.

-hay hermana segura que no se lo quitastes a Rafael.

-no de loca robaría lo gane con mucho sudor y cubetas de agua.

-no tues te fue bien.

-tomalo para que le compres a Janet un jarabe para la tos.

-no hija tú lo ganastes.

-si mamá pero lo gane para ayudarte con los gastos de la casa y de mi hermana.

Mi madre duda en tomar el dinero así que tomo su mano y se lo coloco en la palma de la mano para darle una sonrisa dulce.

-no te preocupes mamá no lo necesito además me quedé con un poco.

-muchas gracias hija no sé que aria sin ti.

Hago la cena mientras mi mamá se baña pero escucho como Janet da un suspiro llamando mi atención volteo a verla y su rostro se ve triste.

-¿Janet que te pasa? ¿por qué esa cara?

-es que solo soy una carga para mamá y para ti.

Janet baja la cabeza y la recarga en la mesa,hay no pobrecita, dejo lo que estoy asiendo para ir a su lado y tomarla de la barbilla y aser que me mire a la cara.

-Janet no eres una carga y tu lo sabes, no nos puedes ayudar ya que eres menor de edad un te darían trabajo en ninguna parte y tampoco no nos podemos arriesgar a qué te de un ataque de tos en algún lugar y las personas no sepan que aser.

-podria ir a lavar auto contigo.

-Janet crees que lavar carros es un trabajo me arriesgo a diario a que me atropellen, que me asalten o peor, ya vez lo que ocurrió hoy con Rafael si la patrulla no hubiera aparecido tal vez yo no estaría aquí.

-entonces que puedo aser para ayudarlas.

-lo que hiciste hoy lavando los platos y me di cuenta que juntas te la ropa limpia.

-si por qué quería unos calzones.

La respuesta que me da Janet me produce tanta risa que me comienza a doler el estómago.

-no te rías que no es chiste.

Janet me mira molesta y se cruza de brazos asíendo un berrinche como si fuera una niña pequeña pero pensndolo bien ella sigue siendo una niña a la que la enfermedad le a arrebatado sus mejores años.

-lo siento pero es muy hilarante.

-que es hilarante hija.

Mi madre sale del baño secándose el cabello y se sienta a la mesa al lado de Janet.

-nada madre. Ollé Janet ya mirastes el cuaderno que está en la mesa es para ti.

Janet toma el cuaderno rápidamente y lo mira con una sonrisa para levantarse e ir por su lápiz y ponerse a estudiar su escritura después le pongo alguna cuentas para que las haga y me impresiona al aserlas bien y a la primera pero no me sorprende Janet es muy lista.

Algunos días han pasado de los que me estado ocultando de Rafael y sus lacallos, hoy me e levantado temprano y me ido a la plaza estrella para ver si tengo buena suerte con las propinas de nuevo pero está vez me fijo dos veces antes de cruzar la calle, creo que aprendí una lección ese dia, llegó antes que Tif y comienzo a ofrecer mis cervicios de lava coches.

-disculpa muchacha cuánto cobras por lavarme el auto.

Escucho la voz de un hombre que se me asé conocida pero no sé de dónde y al verlo su rostro no se me asé conocido y creo que jamás olvidaría un rostro así de guapo es alto, de piel bastante clara se nota que nunca a tomado sol en su vida pero que contrasta muy bien con su cabello negro y corto y su rostro parece modelo de revistas barbilla bien marcada, nariz fina y unos lindos ojos azules enmarcados por sus gruesas cejas, creo que así se deberían de ver los ángeles pero concéntrate Lidia te hizo una pregunta.

-lo que sea de su voluntad señor.

El hombre se ríe ligeramente para después darme una sonrisa un poco burlona.

-no me reconoces verdad.

Su pregunta me extraña ya que si conociera alguien así de guapo y elegante jamás se me olvidaría pero si vos se me sigue asiendo conocida miro el auto negro que está a su espalda y a mí mente llega el recuerdo de dónde e visto ese auto fue el que patie, m****a estoy en problemas.

Logan.

En estos días estado pensando en como poder arreglar lo del testamento de mi padre ya que no soporto que mi tío se paseé por la empresa como si fuera el jefe ayer incluso me quiso dar una órden que claramente no seguí. Hoy vamos a ir a ver el abogado de mi padre para pedirle que ignoren esa última cláusula del testamento de mi padre ya que es una estupidez eso de tener que casarme y si es necesario iremos a juicio no me importa ir en contra de mi propia familia para poder mantener lo que tanto tiempo he trabajado, estamos en el mismo semáforo donde esa joven me rompió el faro cómo fue tan atrevida, al pensar en ella llega a mi mente lo que me dijo Collins "que por qué  no me buscó una mujer que haya venido de un lugar humilde" pero al buscar una mujer así tendría que hacer una especie de contrato para especificarle que no voy a mantenerla que no la deseo tener como un parásito y tendría que pagar clases para que tenga un poco de cultura, al ver por la ventanilla me llevo la gran coincidencia de ver a la joven que me pateó el faro pasar por la cera y cruzar  la calle, una sonrisa se dibuja en mi rostro al pensar en una brillante idea creo que ya he encontrado a la mujer de lugares humildes que podría hacerla pasar como mi esposa y si se niega la amenazaré con meterla a la cárcel por daños a mi vehículo.

-Collins sí viste quién acaba de pasar por enfrente del auto.

-no señor ¿tenía que darme cuenta de algo?

-la chica que acaba de pasar es la misma que rompió el farol y va a la misma plaza donde la perdiste, quiero que entres pero antes William bájate y ve a pie no dudo que intente huir de nuevo.

-sí señor.

Mi segundo chofer William baja del auto y cruza la calle mientras Collins espera que el semáforo cambie para meterse a la plaza y estaciona el auto cerca de donde está la chica llenando una cubeta con agua, veo que se dedica a lavar autos supongo que no ha de tener el ni el mínimo de estudio.

-Collins deseo que te quedes en el auto por si intenta salir corriendo hacia el otro lado.

-sí señor.

Me bajo del auto y llamo su atención ella al verme me da una sonrisa le hago una pregunta a ver si se percata de quién soy pero al ver la expresión de su rostro me doy cuenta que está en blanco pero luego abre bastante los ojos al ver el auto, ya se dio cuenta, intenta darse la vuelta y salir corriendo pero es sujetada rápidamente por William que le da la vuelta para que me mire a la cara y la mantiene sujeta en su lugar, ella comienza a forcejear y es cuando golpeó el vidrio del auto para que Collins se baje.

-señorita creo que lo que está pensando hacer no es buena idea.

-¡sueltame costal de m****a! ¿qué es lo que quieren?

-bueno creo que ya recordaste quién son y vengo a saldar cuentas contigo pero antes deseo tener una charla privada contigo.

-y quien dice que te voy a escuchar.

-pues mis dos amigos tendrán que obligarte a que nos acompañes.

Veo como la joven pasea la vista por todos lados como si estuviera buscando alguna excusa o algo para poder escapar pero de esta no saldrá tan fácil de eso me encargo yo. 

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