—Elena, discúlpame. Se me cayó el café encima de mi ordenador y le pregunté a Oliver si podía trabajar aquí en lo que me arreglaban mi situación. Como creímos que no vendrías… —responde Nick, un poco nervioso. Lo cual es extraño, ya que él jamás se ha sentido incómodo conmigo. Para él y Oliver soy la esposa del hombre que fue su gran amigo. Y, por, lo tanto se preocupaban por mí.—Está bien, no te preocupes.Dejo mi bolso junto dentro del cajón de mi escritorio, y luego me dispongo a preparar un café, Ethan tenía un minibar de bebidas alcohólicas. Prefiero evitar, y mucho menos imitar esa mala costumbre de él, de beber un trago cuando estaba estresado.—Pero ya me voy a los juzgados. Ten un excelente día, Elena —me dice con una sonrisa nerviosa.—También tú, Nick.Lo veo abrir la puerta para salir, pero Jonathan también estaba del otro lado, se saludan y luego Nick se marcha. Jonathan entra.—Buenos días, Elena. ¿Tienes un momento?Camino detrás de mi escritorio, para tener algo entre
He decidido visitar Emma, quiero saber si sus investigadores han encontrado algo más. Nunca les daría esperanza, pero, sí, consideraba conveniente ver a sus padres. Además, si Joseph tiene el expediente de Jean Carlo, me gustaría tenerlo en mis manos.Ahora, Nick, estaba sacando información confidencial de la empresa; seguramente porque Ethan lo envió, lo que quiere decir que decidió recurrir al idiota de Nick antes que a mí. ¿Yo que era la supuesta mujer que amaba? ¿Es que me consideraba tan idiota como para no poder sacar una estúpida información de la computadora? Esto demuestra que nunca me ha visto ni me verá como alguien igual a él.Al llegar a casa de los Donovan, siento un nudo en la garganta, han pasado años desde la última vez que pise este lugar al lado de Ethan, volver aquí parece no ser lo correcto.Toco la puerta y la chica del servicio abre, no la conozco; sin embargo, ella parece reconocerme, a lo que me pregunta:—¿A quién busca?—Buenas tardes, a la señora Donovan.—
CANSADAAl llegar al departamento me siento exhausta, tanto como para dar un paso seguido del otro sin tambalearme. El aire me falta, y la cabeza me duele por el llanto, había sido tan fácil hablar con Emma, que hasta pude hablarle de las cosas de las que nunca he hablado con nadie, ni siquiera con Gianni. Abrí la puerta y mi amiga está mirando la televisión. Me acerco a ella y me siento a su lado.Ella gira su rostro y me mira con atención. Se ha dado cuenta de que he llorado, pero me siento tan cansada como para levantarme del sofá y esconder mi tristeza. Tampoco era como si fuera un secreto, pero tenía demasiado tiempo que no lloraba.—Elena, ¿te sientes bien? ¿Has llorado? —Gianni se acerca un poco más para inspeccionar mi rostro. La alejo con mis manos.—No te preocupes, Gianni. Estuve con Emma y me puse sentimental, eso es todo.—Tu esposo fue un maldito patán, deberías odiarlo, no amarlo, ni guardarle respeto como si hubiera sido un santo. Lo peor es cuando le lloras. Me da tant
Me levanto de la cama muy despacio, me siento muy débil, no estoy segura de lo que me pasa. Me alimento bien, intento dormir lo suficiente, pero… no lo sé. Es extraño.Salgo de mi habitación, escucho a Gianni en la cocina. Por lo que me dirijo a ella. al entrar me percato de que está batiendo huevo en un tazón. De pronto esta pesadez se vuelve más intensa y creo que me desmayaré.—Gianni…Ella me mira, un momento y frunce el ceño.—¿Elena, te sientes bien? —Mis ojos se comienzan a cerrar y las fuerzas se me van, siento que voy cayendo a un lugar oscuro, solo escucho la voz de mi amiga llamándome—. ¡Elena!Algo me lástima al respirar, abro los ojos para encontrarme con Gianni mirándome con un rostro de pánico como hace mucho no la veía.—¿Qué… sucedió? —pregunto apenas puedo hablar.—Te desmayaste. Te ayudo a levantarte.Me doy cuenta de que estoy en el piso.—Espera… Todavía tengo un poco de vértigo.—Mientras te recuperas, dime a que medico puedo llamar para que te revise. Esto no es
PRODUCTIVOLuego de martirizarme por un largo rato, decido ocupar mi mente en algo más productivo o saldría corriendo al hospital para saber lo que ha pasado a Elena. Tomo los expedientes que están sobre el escritorio de Gianni y comienzo a estudiarlos, hago algunas notas y algunas llamadas. El tiempo se pasa y cuando menos lo pienso, Gianni entra por la puerta. Quiero levantarme, zarandearla y hacer que hable, pero sé que si hago eso ella no me dirá nada.—¿Qué haces aquí? —me pregunta. Su estado de ánimo no es el de alguien preocupado—. ¿Acaso, quieres quitarme mi puesto? —No respondo, solo me abstengo a mirarla depositar su saco detrás del respaldo de la silla donde me encuentro y su bolso a mi lado.—Algo así. Estoy revisando estos casos que tienes por aquí. —Le señalo.—Sí, son casos nuevos y no están asignados a ningún abogado todavía.—Pídele a Elena que me los asigne a mí, si es que no quieres encontrarme siempre en tu oficina.Muero de ganas por preguntar y ella está torturán
NICKAl escuchar las palabras de Jonathan en cuanto a matar a Ethan caigo en cuenta de lo peligroso que es el asunto y del riesgo al que estaba exponiendo a mi familia.—Nick, ¿qué sucede? Te noto extraño, preocupado —me pregunta mi esposa, mientras salimos del coche para entrar a casa.—No es nada, cariño, son cosas del trabajo —respondo con mi mejor semblante cansado.—Ayer llegaron los estados de cuenta del banco —me dice y siento un nudo en la garganta. Entramos a casa y hago como que no estoy preocupado por su comentario.—¿Y…? —pregunto despreocupado, pero estando seguro de que ella sabe de los retiros que he hecho.—En nuestra cuenta de ahorros no hay incrementos, al revisar los movimientos hay disposiciones de tu tarjeta. ¿Para qué ocupaste ese dinero? —mi esposa, se caracterizaba por siempre hablar las cosas antes que discutirlas, pero eso no me dejaba muchas salidas para evadirla.—Le presté a Oliver, no te preocupes me pagara en un mes.—Nick, sabes que ese dinero es el fon
Estaba llegando al puesto de vigilancia donde habíamos estado observando los movimientos de Gilbert y Jonathan, no teníamos orden de aprehensión ni de cateo, porque no teníamos ningún pretexto para inspeccionar el lugar. Pero sabíamos que algo escondían ahí. Entré a la camioneta en donde el equipo de espionaje estaba trabajando, mi hermano Noah se levanta del asiento y se dirige hacia mí con voz preocupada.—¡Lo tienen, lo descubrieron! —la sangre se heló en mis venas al escucharlo.—¡¿Qué?! ¡Demonios! —Pateo la puerta frente a mí—. ¡Debemos sacarlo de ahí!—Perdimos contacto con él hace cinco minutos —me dice respirando rápido.—¡Maldita sea! —quería que actuaran pronto.—Tenemos las pruebas, confesaron muchas cosas y sí, hay gente secuestrada ahí dentro.—¿Qué esperamos? —pregunto desesperado con la adrenalina recorriendo mi cuerpo.—A que nos contacten, a estas alturas saben que estamos aquí —responde y me dieron ganas de estrangularlo por lento, ¿qué no se daba cuenta de que Nick
Elena Hoy era el segundo día que pasaba hospitalizada, después de la cirugía, y aunque me sentía carente de sentimientos de angustia o tristeza, no puedo evitar pensar en que Ethan no ha venido a visitarme en estos días. Miro hacia Gianni, que se encuentra en el sofá de la habitación mirando muy entretenida una revista.—¡Oye! —le digo tratando de llamar su atención. Ella levanta la vista y me regala una sonrisa tierna.—Hola, pensé que no despertarías hasta el día de mañana dormilona.— ¿Hoy vino Evan? —pregunto con indiferencia.—Emm… ¿Cómo es eso? No me digas que has caído en sus redes —me dice burlonamente.—No es eso sólo que… siempre anda merodeando como un ave de rapiña y hoy no ha sido así.—Mmm, eso no es bueno, a menos que quieras terminar perdidamente enamorada de él. Y como la buena amiga que soy, te diré que no debes encariñarte con ese hombre. No te conviene.— ¿Por qué dices eso, no querías que tuviera una relación con él?—Una aventura no es lo mismo que una relación.