El maitre me guía por el lugar hasta mi mesa asignada. Stallion suele ser uno de los restaurantes de élite. Por lo que, como siempre, el sitio se encuentra abarrotado, pero tranquilo. Con su pianista interpretando clásicas canciones de fondo, la iluminación sesgada y el ambiente grato. Casi todo aquí es cristal y cromo. Pero lo que lo caracteriza son sus ventanales altos y algo inclinados, de piso a techo, que de día se ven un poco ahumados, pero que no le quitan ni un ápice de maravilla. Pues, las vistas a la ciudad desde la altura donde nos encontramos, solo es un aditivo a lo excelente que, ya de por sí, es estar en este lugar.Nos dirigimos a una mesa de la esquina y mi mirada se clava en los ojos del hombre que me espera sentado. No me pierde detalle mientras acorto la distancia y hago exactamente lo mismo que él hace conmigo: lo estudio a profundidad. Tiene espeso pelo castaño, su tez oliva, barba de varios días oscurece su mentón y mejillas, mentón cuadrado y masculino y cuand
Mientras conduzco, una manta incómoda y una punzada sorda se plantan en mi pecho. Es un sentimiento extraño, que intento olvidar a toda costa. No puedo permitirme distracciones, tengo demasiadas situaciones entre manos para agregar una más a la interminable lista de cosas por hacer. Así que, en lugar de darle vueltas a algo que no tiene sentido alguno (como cada cosa en mi vida últimamente), conecto a tiendas el móvil a los altavoces del auto y marco a Nick. Al tercer tono contesta. —Pequeña — dice afablemente y de muy buen humor, como siempre—. Sé que soy irresistible, ¿pero tan rápido extrañaste a tu hermosa alma gemela? Sonrío y sacudo la cabeza ligeramente.—Nada de eso, necesito un favor — declaro de inmediato. —Armas no tengo, drogas no vendo — dice en tono serio, pero puedo oír la sonrisa en sus palabras. —No seas idiota, no necesito nada de eso. —¿Ah, no? ¿Entonces en qué puedo servirte? ¿Necesitas esconder un cuerpo? Si es así, espera un momento, iré por la pala y las bo
Me alejo, busco mi manojo de llaves y busco la suya. No suelo utilizarla a menudo, sobre todo cuando él está en la ciudad y no en el recorrido de interminables presentaciones. Pero esto lo amerita, incluso si se enfada. Abro la puerta de sopetón y lo primero que recibo, es el olor a quemado que se impregna en el ambiente. Corro a la cocina, asustada, y encuentro una olla con un contenido negro, parecido al alquitrán, que expulsa un olor horrible y un humo espeso. Arrojo el bolso y el móvil en la encimera y tomo un paño de cocina para dejar con celeridad lo que queda de olla, en el fregadero y luego bajo el chorro de agua. Apago las hornillas eléctricas y, mientras busco a Luc con la mirada en el salón, voy a los ventanales y los abro para que el lugar se ventile, mirando ceñuda los detectores de humo que parpadean pero que no se han activado. Me acerco al equipo de música y la apago, dejando atrás a Queen. —¿Luc? — pregunto en voz alta. Pero nadie aparece. —¿Luc, dónde estás? Bus
Cuando vuelvo a la habitación, con una muda de ropa seca puesta, Luc se encuentra sobre la cama, sentado con un montón de almohadas en su espalda. Tiene los ojos cerrados y la cabeza echada atrás, se ve tranquilo y temo que se haya quedado dormido. Me acerco y me siento en la esquina del colchón a su lado, dejando el vaso de agua sobre la mesita de noche y pasando las tabletas de una mano a la otra. Toco su hombro y él abre los ojos somnolientos. Sonrío débilmente. —Bebe esto — le tiendo las tabletas. Mira interrogante mi mano y luego mi cara— Ibuprofeno — murmuro, respondiendo a su silenciosa pregunta.Asiente y se las traga con ayuda de agua. Le quito el vaso, lo dejo nuevamente sobre la mesita de noche y él vuelve a dejarse caer atrás con los ojos cerrados. Ver su torso desnudo y herido, sigue haciendo que algo arda en mi interior. Y no es deseo, es una mezcla clara de rabia y tristeza. Un arañazo preciso y constante. Inspiro profundo y me levanto, dispuesta a dejarlo solo por un
Abro los ojos sobresaltada. La oscuridad me envuelve y tengo que pestañear varias veces para adaptar mis ojos a la poca luz que se cola desde la puerta lateral. La respiración profunda y constante a mi lado, le recuerda a mi nublada mente donde me encuentro. Alzo el mentón, sintiendo el rostro tirante por las lágrimas secas y los ojos irritados, para ver a Luc dormir a mi lado. Su brazo sigue rodeándome la cintura, y me sigue envolviendo con su cuerpo, como si tuviera miedo de que saliera huyendo. Suspiro profundamente, dejando el alma en ese pequeño acto. Lloré hasta caer rendida y, aún así, no siento ni una maldita pulgada de dolor haber retrocedido. Cada pregunta por él se ha revuelto y aumentado y sus palabras recientes siguen haciendo estragos en mi mente. La necesidad de un respiro de él y de mí misma, me hace salir con celeridad de la cama. Ignorando el gruñido entre dientes que deja escapar cuando rehuyo de sus manos, queriendo atrapar mi cuerpo en fuga. Hago una parada r
SEGUNDO FRAGMENTO: LUC «...But I just wanna hear your voice And, baby, that never happened before (never) Because I can't get away So stay And I'll be loving you for quite some time So stay So stay And I'll be loving you for quite some time So stay So stay Because no one else is going to love you like I do...» Stay with me - A.R.C.H.E.R (canción de su tercer álbum titulado 'This is it')__________ TRAUCCIÓN «...Pero solo quiero oír tu voz Y, nena, eso no había pasado jamás (nunca) Porque no puedo escapar Así qué quédate Y te amaré por bastante tiempo Así que quédate Así que quédate Y te amaré por bastante tiempo Así que quédate Así que quédate Porque nadie va amarte como yo lo hago...»
LUC[Varias horas antes de que Claire lo encuentre desolado en la ducha]—Otra — alzo la copa. El barman en la otra esquina de la barra, viene a atenderme rápidamente. Me mira con aprensión, pero no hace ni un comentario mientras llena otra copa de vodka. Su mirada me juzga en silencio. Bien, pues que se meta su sentencia por el culo. No estoy aquí buscando compañía ni un sermón de un jodido desconocido. Ya bastante tengo con el montón de odio por mí mismo que me consume desde el núcleo de mi condenado infierno. Además, soy el jodido dueño de este bar, puedo hacer lo que me de la mald1ta gana. Doy un sorbo y el líquido quema mi garganta y baja lentamente. Luego me llevo la copa fría a mi mejilla y descanso el codo sobre la barra.Con los ojos cerrados puedo ver su rostro dulce bañado en lágrimas y dolor. Los abro y aún así, puedo sentirme apuñalado por los sollozos que dejó escapar. Como se deshizo en mis brazos, como su mirada imploraba respuestas.Soy un jodido hijo de put4.Acab
La conversación con Nick termina siendo un caos. Todo mis temores cuelgan ahora sobre mi cabeza. Estoy acojonado hasta la m1erda y más perdido de lo que me encontraba antes. Necesito sacar este dolor e ira de mi interior. Arrancarme el corazón para no seguir sintiendo de esta forma. La brisa fría cala, cuando salgo del bar. Camino, empujando a un tipo que se me cruza de imprevisto y busco mi gorra deportiva, para esconderme debajo. No necesito a alguien reconociéndome, sino sería el final del que me obstaculice el camino. La violencia navega mi sistema y hierve mi sangre. Siento que todo escuece, mientras camino cabeza gacha y manos en los bolsillos de la chaqueta. Duele. Como el día que ella me dejó. Como si las cadenas estuvieran estrangulando mi corazón o un picahielos estuviera apuñalando mi pecho. Camino interminable rato, sin pensar a donde voy. Me sumerjo en la autocompasión patética y en mis pensamientos por ella. En cada bendito recuerdo que guardo marcado a fuego en m