22. Un buen día.Transcurrieron poco más de tres semanas. Esta mañana de lunes me sentía de buen ánimo, no sé hace cuánto no me sentía así de bien así que pensé, hoy es un buen día para fastidiar, para hacer enojar a la gente, no sé cuánto me place irritar a alguien, es fascinante. No fui a la oficina porque quedé en acompañar temprano a Leo y a Mary a ver unos nuevos ejemplares que compró mi padre para el hipódromo de la familia. Me imagino que, habrá pedido unos caballos de la realeza, de esos que vomitan arcoíris y que tienen más modales que un ejército junto.Esperaba a Leo en su habitación quién llevaba un siglo vistiéndose en el baño. Me desplomé sobre su cama y recibí un mensaje del castaño.-¿Por qué no viniste hoy? Me hubieras avisado, te había preparado tu desayuno favorito. -09:15am.-Lo siento, estoy con Leo y mi hermana. Pasaré a buscarte a las cinco para llevarte a clases.Estas dos semanas han sido muy divertidas. Salir con el enano era extraño, es como estar con un beb
23. Noches incómodas.Salimos muertos de risa del centro comercial. No sé si alguna vez viví un momento tan bochornoso como ese, jamás me habían descubierto en algo tan íntimo, esto solo me sucedió una vez antes y fue precisamente con el mismo individuo en mi oficina…Nos subimos en el auto, lo había dejado en el parqueadero de abajo. Lo encendí, pero no nos fuimos de inmediato.-¿Qué quieres hacer ahora?- Pregunté.-Podríamos haber regresado a la sala de cine…-Sería vergonzoso, no sé si alguien nos vio.-Nadie nos vio Frank.- Me dio la mano y sonrió.-No quisiera dejarte con ganas. –Solté su mano y la puse en su pierna, acariciándola. Sé que entendió mis intenciones porque me miró sonriendo, pero la alejó.-No hay afán, hay tiempo para eso. Quiero que nuestra primera vez sea especial.-¿Estás seguro de eso? –Pregunté.-Sí. Ahora podríamos ir a beber. –Agradecí mentalmente que no quisiera… continuar, al menos no hoy. No estoy seguro si estoy listo para avanzar, he tenido sexo mil vec
24. Sus celos llevan a cosas.El domingo me levanté temprano porque se escuchó un fuerte sonido de un rayo que casi hace que me haga encima, la habitación estaba fría y oscura porque llovía fuertísimo afuera. Me senté en la cama tratando de abrir los ojos y miré mi teléfono. Sí, como lo pensé. Tenía varias llamadas perdidas de anoche de Dylan y varios mensajes.-Pensé que regresarías, que no me dejarías solo. –Domingo 00:50 am.-Aún puedes volver. -01:32 am.-O puedo ir yo a verte si quieres, si estás molesto conmigo. -02:11am.-No puedo dormir y es tu culpa, te dije que no dormiría si estabas molesto conmigo. Me siento como la mierda. -04:46 am.-Omite la palabra fea que usé, intenté borrar el mensaje pero se había enviado. No debo hablarte mal, no quiero perderte. -04:48 am.-¿Pudiste dormir? Yo no. Debo verte o no podré estar bien, sabes cuánto te necesito Frank. Salgo en diez minutos. – 07:52am.Me puse de pie y miré la hora, aún no eran las ocho, me acababa de enviar ese mensaje.
25. Mi novio.Desperté a las diez que sonó mi teléfono, era lunes feriado y vi al castaño durmiendo bocabajo a mi lado. Observé su desnudez y suspiré, cómo me gustas Dylan. Acaricié su espalda y dejé besos en ella, vi que él se movió un poco y se erizó. Escuché su risa, entonces me acerqué, lo abracé y le di besos en su cuello, haciéndolo reír aún más.-Quisiera despertar siempre así. –Admitió.-¿Conmigo acosándote mientras duermes?-No Frank, quisiera despertar así de feliz.-Dylan, ¿tú siempre estás triste? –Le pregunté preocupado, a él siempre se le salen comentarios similares.-Algo. –Confesó. –Me siento muy solo desde lo de mis padres, he dejado un poco de sentirme así ahora que salgo contigo.-Pero estuviste con alguien antes, ¿no te sentías menos solo con él también?-Frank, yo salí con Julián cuando llevaba tres meses enamorado de ti. Duramos algunos meses andando, pero no funcionó, no pude olvidarte y creo que ese fue uno de los peores momentos de mi vida, recuerdo que llorab
26. Convivencia.-Dos años después. –Me desplomé sobre la cama totalmente agotado. Esta tarde estuve jugando fútbol con los empleados de la empresa. Llevaba mucho sin jugar, por eso apesté en el primer partido pero en los demás me ha ido mejor, aunque no hoy, pero no fui el peor, el más vergonzoso sin duda fue “el demonio”, juan José, de la parte administrativa. Le decíamos así porque era muy malo jugando, por eso siempre lo aventábamos como pelota, de equipo en equipo porque hacía perder hasta a los mejores. Dylan no jugaba, no le gustaban los deportes.Hace mucho empecé a hacerme cercano con los compañeros de la empresa, jugaba futbol con ellos los domingos y de vez en cuando hacíamos integraciones. Por supuesto, sabían de mi relación con Dylan y la sorpresa para mi es que no lo tomaron mal, ellos pensaban que andábamos desde mucho antes de que sucediera en realidad, todo por la tonta de Gina, quién ahora mismo está en licencia de maternidad. Mis padres aún no lo saben y espero que
27. Primeros roces.Esa tarde planeaba llevar a Dylan al parque de diversiones que le gusta tanto, pero no pude porque estaba con el montón de niños de su universidad y ni por dinero me quedaría a estar con ellos. Lo he intentado antes, de verdad lo intenté, pero no es posible. No puedo congeniar con gente como su amigo Frederick, que cree que la tierra es plana o como su ex, Julián que todo el tiempo pone reggaetón y canta como si supiera hacerlo. Además su amiga Yasbleidys, se llama Yasbleidys, ¿qué clase de nombre es ese por dios? No puedo ni decirlo sin reírme delante de ella, por eso me detesta. Tengo la teoría de que a todos ellos no les caigo bien, pero aún no he podido confirmarlo, por eso sigue siendo teoría. Cada vez que paso delante de ellos, me miran extraño, poco me saludan y me tratan como si estuviera viejo. Creo que eso es lo que más me saca de quicio, me llaman señor e incluso en varias ocasiones, me piden permiso para ver si Dylan puede salir, como si fuera su papá.
28. Momentos intensos.Desperté a las cinco y media, tomé una ducha y me vestí. Dylan no amaneció a mi lado. Salí y lo vi dormido bocabajo en el mueble de la sala. Habían otros cinco chicos durmiendo ahí, en los muebles e incluso en la alfombra, en la habitación de invitados vi a unas chicas acostadas.Me agaché y llamé con cuidado a Dylan. Sabía que le dolería la cabeza y se sentiría mal.-Mi niño, despierta. –Acaricié su cabello, me miró de reojo y quitó mi mano. - Hay que ir a la empresa.-Me siento mal, no iré.-Tienes resaca, no puedes faltar por eso.Se puso de pie, de mala gana y se cayó en el mueble, aún seguía un poco ebrio. Lo ayudé a levantarse y lo llevé a la ducha. Se quedó un rato en la bañera y me senté a su lado, fuera de esta. Lavé su cabello y le di algo para el malestar.-Te estás volviendo un dolor de cabeza, es la décima vez en estos dos meses que te pasas con tus comentarios por estar ebrio. –Me quejé y rodó los ojos.-Tú eres el dolor de cabeza, todo te molesta.
29. El amor.Llegué a casa ese viernes a las nueve de la noche después de haber dejado a Mary en la casa de mis padres. Estacioné y entré, vi a Dylan esperándome sentado en la sala. Apenas entré se puso de pie y se acercó a mí.-¿Dónde se supone que estabas? No dormiste aquí, ¡me tenías de los nervios!¡Pensé que te había sucedido algo malo!-¿No y que estabas harto de mí? Te di espacio, ¿está mal eso?-Sí está mal, no pasaste la noche aquí, ¿dónde dormiste?No respondí, sabía que se pondría histérico si se enteraba que dormí en casa de una chica que él no conoce, no creerá que es solo una amiga. Caminé hasta la cocina y saqué un energizante del refrigerador, el caminó detrás de mí y me hizo girar.-No me ignores, sabes que no soporto eso. –Tenía el rostro rojísimo y los ojos cristalizados, se le entrecortaba la voz. –No me digas que dormiste con otra persona por lo que dije ayer, no podría con eso Frank, me muero.-No dormí con nadie.-¿Entonces dónde estabas? ¿Por qué no me dices?-