(Un viaje sin regreso)
Lo que ha acaecido hasta el momento superó todo lo que podría algún día llegar a imaginar, desde pequeña para mí en el mundo solo he existido yo y solamente yo… Por decirlo de algún modo. No solía preocuparme por más nada que por mí o por mi familia, solía ser la típica chica modelo que solo hacía todo bien y se veía perfecta. No tenía problemas, situaciones de estrés o cosas parecidas.Pero desde ese día…Desde que él llegóTodo cambió para mí Poco a poco mi mundo se fue poniendo de cabeza sin dejar fuera ni siquiera un solo as-pecto, absolutamente todo dejó de ser como era antes. Nunca me imaginé que las cosas acabarían así y aunque lo amé más que a nadie en este mundo y no tengo el valor para negarlo, desearía nunca haberle conocido y probablemente nada de esto estaría sucediendo.…No me era posible respirar con facilidad, en su lugar, la dificultad para hacerlo me era cada vez más grande.
¿Dónde estoy?¿Qué ha sucedido?¿Qué estoy haciendo aquí? Miles de preguntas como esas y muchas más atravesaban mi cabeza en tan solo segun-dos, pero por más que me esforzase a dar respuesta al menos a la cuarta parte de ellas, no era capaz de entender nada de lo que estaba pasando. Mi campo de visión simplemente era surcado por luces y más luces. Ni un solo detalle consistente que me ayudase a deducir algo, únicamente me era posible escuchar voces que no alcanzaba a comprender en lo absoluto. Hasta que llegaron esas ultimas a mis oídos. Las ultimas que pude escuchar—Rápido, al salón de operaciones!!!El extrañoEl chico extraño que nadie conoce.... Sentí los toques culminantes de la brocha, de aterciopelada textura, deslizarse sobre mi piel, acto seguido de esto, abrí los ojos para escudriñar el resultado. La luz del tocador iluminó mis parados haciendo resaltar las sombras oscuras y piedras brillantes que habían colocado sobre ellos. Eché un vistazo a mi reflejo en el espejo y sonreí… —Todo saldrá bien—. Mascullé algo nerviosa. Hola, mi nombre Violeta Becker y soy estudiante de una academia de ballet. Una persona aparentemente normal, estable, que ni siquiera sabe con exactitud con quién diablos está hablando en estos momentos, y ahora…Bueno, digamos que ahora está cagada de miedo Inmersa en mi estado neurasténico sin saber exactamente la razón de ello, aun no hallo las palabras para explicarme a mí misma lo que me sucede. Hoy será mi primera presentación en público después de unas largas vacaciones con mi familia, y sin verlo venir, una incontrolable oleada de ner
¿Y tú quién eres? ...¿A caso te conozco? Maldije mi existencia en el preciso momento en que el reloj marcó las 7:00 de la mañana y los molestos rayos de luz solar irrumpieron en mi habitación, cortando de raíz el plácido sueño en que me veía inmersa. Al menos hasta hace unos segundos… Me debatía entre morir, despertar o seguir durmiendo, pero de repente —en tan solo un segundo— se creó una cadena de infortunios sin fin. El sonido del reloj despertador que yacía sobre la mesita de noche, retumbaba dentro de la habitación casi al punto de colmar mi paciencia, pero por alguna casualidad impredecible de la vida, el botón para desactivarlo, se había descompuesto; como por arte de magia mi segunda alarma— esta vez la del celular— se une a la serenata mañanera que la vida me estaba obsequiando y en el intento de apagarla, el celular se escurre de mis manos, cual jabón, por fuera de la cama, terminando en algún punto bajo ella. En menos de lo que pude darme cuenta tenía el c
¡Eres tú!, ¿dónde estuviste?...¿Eres tú realmente? Por lo que se podía percibir a simple vista, en estos momentos, el salón parecía estar mucho más vacío que otras veces. Intentaba mantener mi mente ocupada en algo más, pero todo me llevaba hacia el mismo lugar, intento distraerme y hacer que el tiempo se me pase rápidamente, pero aun así mi clase de Derecho Romano parecía interminable...Y ¡adivinen!... Las casualidades en este mundo son tan grandes, que de tantos puestos libres que habían en mi salón, Max —Que resultó ser el extraño saqueador del casillero— y los otros chicos tuvieron precisamente que elegir los que se encontraba a mi alrededor En estos momento un sentimiento de pájaro enjaulado me identificaba, a donde quiera que mirase veía belleza, pero no cualquier belleza, no...La, belleza... Sin másY bueno si decidía tomar en cuenta que también podía girarme hacia atrás y quedar en plan: "hola pared que hay de nuevo"Tenía que aceptarloSí... Estaba presa
¿Por qué lo haces?...Digamos que te creeré…Ahora responde!!! El ambiente dentro del auto era pesado y muy silencioso, iba junto a Anastasia de camino a la academia de ballet, pero por alguna razón, a pesar de que nuestro destino ya no estaba muy lejos, aún no había intentado decir ni tan siquiera una palabra. Recostada en el respaldo del asiento trasero del auto, con la cabeza apoyada de lado en la ventana, observo todo aquello que se iba acercando y alejando de mi campo de visión. Pareciese que en realidad tuviese algún interés en lo que se encuentra de camino hacia la academia, pero la verdad era solo una excusa para poder distraerme y dejar de pensar en esa tarde...La pulsera...La foto...Y la extraña manera en que todos quieren tratar de ocultarme "algo" Todas aquellas cosas que me atormentaban, seguían retumbando en mi cabeza, aun no entiendo por qué tuvieron que reaccionar así, no pudo simplemente alguno decir:"Si, bien Violeta verás, la pulsera es..." No te
¿Curiosidad?Vamos Becker… ¿no será que te gusto? El patio del colegio no luce tan lleno como de costumbre, aunque no se podría decir que luciese totalmente vacío. Lo observo sin animo mientras estoy en compañía de Soe, está hablando quien sabe de qué, no me esforcé ni en lo más mínimo en prestarle atención, la mayoría del tiempo hace lo mismo, habla y habla sin parar, digamos que me he acostumbrado a aislarme en estos casos Aunque…La verdad, es que esta vez no me aislé de forma voluntariaEn estos momentos y, bueno, durante la última semana, solo podía pensar en lo que Max me dijo esa tarde: — ¿Por qué quieres saberlo, qué solucionarás con eso? A caso no te han dicho ya que no deberías hacer tantas preguntas Aún seguía sin creerlo, como es que podían armar tanto drama y misterio por una simple pregunta.¡Es una pulsera!Estoy preguntando por una m*****a pulsera!!!¿A caso es tan difícil? Me conocen desde hace no más de un mes ¿cómo es posible que logren ocupar mi mente co
~No quiero que te vayas~ Estoy bajando del auto junto a Anastasia, hoy me levanté realmente feliz, el hecho de que Max me besara aclaró mis dudas y ahora sé que realmente me gusta, solo que no sé cómo reaccione a lo que hice ayer después de que me besara. **Flashback… (Día anterior durante el almuerzo) Justo cuando Max me besa, me separo y ambos quedamos sin decir nada//me beso, dios mío no lo puedo creer, aunque sinceramente siento que si él no me hubiese besado lo hubiera hecho yo//impactada me levanto, me giro sobre mis pies y salgo caminando, mientras camino toco mi labio inferior temblorosa y sonrió levemente. Horas más tarde me encontraba en mi habitación, una mitad de mí estaba preocupada por haber dejado a Max ahí solo sin decir nada pero la otra mitad de mí estaba demasiado feliz como para preocuparse por eso. **Fin del flashback… Voy hacia el salón y mientras camino por el pasillo de los casilleros veo que Max esta frente a mi casillero haciendo algo, inmediatamente re
~Esta es mi pasión escondida~La escuela ha terminado hace aproximadamente una hora y me arreglé para salir con Max como habíamos acordado, ya anteriormente intercambiamos nuestros números de teléfono y le dí mi dirección, estoy muy ansiosa no puedo esperar a que llegue, gracias a dios mis padres no están aquí hoy ya que tuvieron que ir a Tennessee porque debían arreglar unos problemas que tenían por allí, me quedo parada en frente de mi casa y espero a Max, al pasar unos segundos de haber cruzado la puerta recibo una llamada de Max.Llamada de MaxMax: ¿ya has salido de tu casa?, estoy a punto de llegarVioleta: sí, ya estoy fuera, date prisaMax: perfecto, espérame ahíFinaliza la llamada y tan solo un minuto después Max aparece con su auto en frente de mi casa, se detiene, abro la puerta, s
~Si la luna nos ha elegido es porque somos sus estrellas favoritas~ – Ya has terminado*pregunto a Anastasia – No aún no, espera solo un poco* me dice mientras hace una trenza en mi cabello//no entiendo por qué pero no he podido aprender a trenzar mi cabello correctamente, beuno ni siquiera mal lo puedo hacer simplemente so ne como hacerlo // – Ya está listo *dice al terminar y suelta mi cabello – Gracias tasi* me levanto de la cama – A ver si aprendes de una vez por todas, no voy a estar aquí toda la vida, ya hasta parece que solo me quieres por los favores que te hago *ríe y sale de mi habitación – No digas eso si yo te quiero mucho *le gritoYa estaba vestida, escogí hoy unos shorts blancos, un suéter negro y unas botas de cuero negras, salgo de la casa y subo al auto junto a Anastasia, después de un rato un poco lar