DORIANTan pronto Evelyn cruza la puerta de la casa con la cabeza en lo alto como toda la ganadora que es, aplaudo mientras me acerco a Juan.—Que buena actuación, palillo. Ya no tienes que seguir haciéndote la víctima, ya Evelyn se marchó de la casa.—No estoy actuando, de verdad la amo — toma el anillo entre su mano y lo guarda en el bolsillo de su pantalón poniéndose de pie—. Ella es mi todo.—Eso notó tanto desde el principio — ironizo.—Perdóname, yo no quise que nada de eso pasara. Sara apareció de repente y yo no supe qué pasó después.—¿Sabes? No me duele que Sara me hubiera sido infiel un par de meses después de haber dado a luz a nuestro hijo, porque ya no me afecta tanto lo que haya hecho o no cuando decía amarme. Lo que verdaderamente quema mi pecho es el puñal en la espalda que me clavó mi propio hermano y hasta ahora lo siento.Guarda silencio y baja la cabeza.—No te odio, Juan, solo que me es difícil perdonarte. ¿Eres consciente de que nada volverá a ser como antes?—S
Evelyn me trajo a un lugar muy bonito y que no tenía ni la menor idea de que existía a las afueras. Eso que he vivido toda mi vida en esta ciudad y creía conocer cada espacio de la misma, pero no es así.Se podía ver parte de la playa desde la altura de la montaña, había kioscos y muchas personas que comían allí mientras disfrutaban de la vista. Había otros pocos que se atrevían a saltar desde lo alto y, sinceramente, por poco muero de infarto al verlos y pensar que podían quedar como huevos fritos en las rocas, pero parecían ser clavadistas profesionales ya que sus saltos en el aire y esas volteretas que daban eran grandiosos.—Mi hermano solía traerme cada fin de semana a verlo practicar sus saltos — la escucho al fin hablar y la miro de reojo—, pero desde que nuestra relación se arruinó, dejé de venir. No sé si él también dejó de hacerlo.—¿Por qué se arruinó la relación con tu hermano? Claro, si puedo saberlo.—Nadie de mi familia aceptaba mi noviazgo con Juan, de hecho, mi madre
Recorrimos la zona de Hoteles en busca de dos habitaciones, pero todos estaban reservados o con el cupo lleno. Al ser una ciudad que queda cerca de la playa y varios sitios turísticos. son muchos los turistas que se hospedan aquí y más en esta temporada del año. Llegamos al último Hotel con la esperanza de que hubiera habitaciones libres, pues la lluvia se hacía cada vez más fuerte y el cansancio nos empezaba a consumir. —Buenas tardes, ¿en qué podemos ayudarlos? —Buenas tardes. buscamos dos habitaciones sencillas, por favor. —Por el momento solo contamos con una habitación de cama doble libre — nos informa la recepcionista y Evelyn y yo nos miramos—. ¿Desean hacer la reservación? —¿Está segura de que no hay otra habitación? —No, señora. En esta época del año encontrar una habitación es difícil por la gran cantidad que visitantes que llegan a la ciudad. —¿Qué dices? — me pregunta afligida—. ¿Seguimos buscando o la tomamos? —Ya hemos andado bastante. —Pues sí, pero... —Si q
EVELYN Desprenderme de los recuerdos más importantes y bonitos de mi vida no ha sido tan doloroso como lo creía en un principio. Tal vez sufría más haciéndome ideas en la cabeza, consumiéndome día a día en esa soledad y falta de amor que ahora que ya todo ha acabado. No me siento como en esos tiempos que lloraba y sentía morir por su falta de amor. El agua que cae libre por mi cuerpo me ayuda a disipar lo que tengo en mente. Mi cabeza está hecha un lío. Por un lado, la separación, por otro, pensar en lo que voy a hacer de ahora en adelante y, lo que más me tiene con la mente en la luna es la situación tan incomoda y extraña con Dorian. Ninguno de los dos se ha atrevido a mencionarlo, es como si esa subida al cielo nunca se hubiese llevado a cabo. Es inefable lo que me sucede con sus manos, pero son tan grandes, varoniles y suaves, muy diferentes a las de Juan que, aunque son grandes, son tan frías y tienen poco tacto. Mis pensamientos se desvían a sus dedos largos y gruesos, y teng
Salgo de mi aturdimiento y me pongo lo primero que encuentro a la mano y a la velocidad de un rayo. Flash se queda en pañales con lo rápido que hago todo y me tiro en la cama de pecho como si fuera lona de lucha libre. Me envuelvo en las cobijas, cubriendo incluso mi cabeza y tratando de tranquilizar los desbocados latidos de mi corazón y mi respiración acelerada.Una vez me encuentro más tranquila y menos agitada, saco la cabeza de las cobijas y escucho que tira el agua y abre la llave de la ducha. «Entonces, sí era cierto lo de usar el trono, ¿eh?». Trato de dormir, de dejarme llevar por el cansancio y la misma resaca que aun presento, pero es imposible, su reglamento aun me sigue presionando la cabeza y así no puedo conciliar el sueño. Trato de no hacerme ninguna loca y desbaratada idea, pero es que, si su mano es grande y sus dedos alcanzan a tocar mi cerebro, ¿cómo no pensar en lo largo y...? «¿Qué hago pensando en ese tipo de cosas? Me estoy convirtiendo en una grandísima per
—Explícame una cosa, Dorian solamente. Según tu apreciación, ¿cómo es un hombre como tú? — lo miro fijamente a los ojos y los desvía a la pared.—¿No es obvio? — murmura.—¿Qué es obvio?Guarda silencio por un momento, lo suficiente para saber lo que está cruzando por su mente.—¿No me ves? Dudo mucho que una mujer bonita se fije en mí siendo así de gordo y viejo... — pongo un dedo un sus labios y sujeto su barbilla con mi otra mano.«Es que ni miedo siento de caerme porque con un solo brazo me sujeta firmemente».—¿Crees que en este mundo puede existir otro hombre tan perfecto y divino como tú? Eres un hombre excepcional, un padre maravilloso y muy amoroso, un esposo que lo daría todo y más por la mujer que lleves de la mano. ¿Sabes? Eres un viejo jodidamente sabroso, mírate nada más en el espejo y te darás cuenta de lo que digo. Tienes unos labios, unos ojos y unas manos que vuelven loca a cualquiera. ¿Gordo? Creo que esa no es la palabra correcta para describir este cuerpo tan gran
Me dejo envolver por sus palabras, por sus movimientos precisos, profundos y rápidos que con sus dedos realiza en mis adentros. Tengo un serio problema con sus dedos, a parte de que llenan ese vacío que siempre sentí.-Estás tan mojada y estrecha - saca sus dedos cuando mejor presión estaba haciendo y los lleva a su boca, lamiendo muy despacio mientras me dedica una mirada perversa-. Sabes deliciosa.Su acto me roba las palabras. Se acaba de ver el doble de sexi y ardiente lamiendo sus dedos.«Yo quiero probarlos...». Me da risa mis propios pensamientos.«¿Acaso es un fetiche o de plano estoy enloqueciendo por culpa suya?».Se deshace de mi pijama entre besos y caricias que me roban suspiros cada vez más sonoros. Sus manos me debilitan cada segundo y sus dedos me llevan al séptimo cielo. En cuanto me tiene desnuda debajo de su cuerpo, se quita la toalla y puedo contemplar su cuerpo como Dios lo trajo al mundo.Lo miro de pies a cabeza lentamente, disfrutando la vista de su grande y fu
Sus grandes y fuertes brazos cruzados en mi espalda mientras mis caderas se mueven sobre él y sus labios descienden de mi boca a mi cuello me insta a querer morir aquí mismo. No sé qué pasa conmigo, pero entre más esas manos que tanto me gustan me exploran, más mi piel las necesitan. Sus toques me hacen vibrar cada segundo del día. Tengo fetiche insano con sus manos.Hace cinco días las lluvias se intensificaron, por lo que estamos en alerta por una posible tormenta que está por azotar este lado del Pacífico, aún así, nuestros cuerpos no pueden dejar de sentirse y de estar en unión y sincronía a pesar de lo que está sucediendo a nuestro alrededor. ¿Está mal al no estar preocupados por lo que pueda llegar pasar? Las ganas de consumirnos nos tiene con los ojos vendados y los sentidos drogados.No hemos perdido oportunidad alguna de explorarnos, sentirnos, besarnos, tocarnos, apretarnos contra el otro. Sus brazos se han vuelto en un perfecto y maravilloso soporte mientras me somete a ese