Todo se sale de control en una mínima fracción de segundo. No caemos en tiempo ni espacio sino hasta que me doy cuenta que la tengo presa entre mis brazos, acariciando cada centímetro de su cuerpo y buscando su boca con una necesidad que ni yo mismo me explico. Un poder sobrenatural me impide separarme de ella por más que una voz me diga a gritos que debo hacerlo antes de que sea muy tarde. Sus labios son una tentación y su piel es muy suave.Levanto su pequeño cuerpo y ella no tarda en asegurar sus brazos y sus piernas alrededor del mío.—Eres toda una máquina, ¿no? — susurra a centímetros de mis labios y vuelve a besarme con mayor fuerza.—¿Te gustaría comprobar si lo soy? — aprieto su trasero en mis manos y lo masajeo, lo que la hace soltar un gemido que me pone el doble de caliente.Nuestras bocas se buscan por sí solas y no dejan de saciar su hambre en movimientos desesperados y torpes.No sé ni cómo llegamos al sofá ni mucho menos entiendo cómo es que mi boca ha descendido por e
EVELYNDespierto por esa fuerte punzada que siento en mi cabeza y unas tremendas ganas de vomitar. Todo da vueltas a mi alrededor y la poca luz que entra por la ventana me incomoda en demasía. Ayer me excedí como nunca, bebí como si la misma vida fuese a acabarse. Ahora me arrepiento de haber tomado tanto y hacer esa combinación de diferentes tragos, más si no estoy acostumbrada a beber. De hecho, no soy mujer de beber ni mucho menos de fiestas.Medio me acomodo en la cama y la presión en mi cabeza me hace caer de lleno en el colchón nuevamente. Tengo mucha sed, siento la garganta seca y un ardor muy desagradable en la boca del estómago.«¿Cómo fue que perdí el control de esa manera tan vergonzosa?».Es la primera vez que me emborracho hasta perder el buen juicio de mí misma. Con solo pensar en lo que sucedió en ese sofá la vergüenza me domina todo el rostro. ¿Ahora cómo le voy a dar cara a Dorian luego de eso? ¿Dónde demonios voy a enterrar la cabeza?¡No puedo creer que esto me esté
—¿Qué te sucede, Dorian?¿Y tiene el descaro todavía de preguntar? Es que, si no conociera su verdadera cara, estaría celebrando que hubiese regresado a casa mucho antes de que su supuesto viaje de trabajo acabara, pero justo ahora ni ganas de verlo tengo.—¿No me van a explicar qué pasó aquí? ¿Qué estaban celebrando? — cierra la puerta de un solo golpe y me levanto a dejar mi plato vacío en la cocina—. Evelyn, ¿qué hacen las fotos de nuestra boda hechas pedazos por todo el suelo? ¡Te estoy pidiendo una maldita explicación, ¿qué significa todo esto?!—Por lo menos yo solo rompí las fotos de nuestra boda y no el matrimonio como tal — suelto, regresando tranquilamente a la sala.—¿Qué es lo que pasa contigo? — su cara de asombro no la puede esconder—. ¿Nuestra boda no significó nada para ti? Mira cómo han quedado nuestros recuerdos.—Por supuesto — asiento, recostando mi cuerpo de la pared y me mira con la boca abierta—. Pero al fin me doy cuenta de que la única que se casó enamorada y
DORIANTan pronto Evelyn cruza la puerta de la casa con la cabeza en lo alto como toda la ganadora que es, aplaudo mientras me acerco a Juan.—Que buena actuación, palillo. Ya no tienes que seguir haciéndote la víctima, ya Evelyn se marchó de la casa.—No estoy actuando, de verdad la amo — toma el anillo entre su mano y lo guarda en el bolsillo de su pantalón poniéndose de pie—. Ella es mi todo.—Eso notó tanto desde el principio — ironizo.—Perdóname, yo no quise que nada de eso pasara. Sara apareció de repente y yo no supe qué pasó después.—¿Sabes? No me duele que Sara me hubiera sido infiel un par de meses después de haber dado a luz a nuestro hijo, porque ya no me afecta tanto lo que haya hecho o no cuando decía amarme. Lo que verdaderamente quema mi pecho es el puñal en la espalda que me clavó mi propio hermano y hasta ahora lo siento.Guarda silencio y baja la cabeza.—No te odio, Juan, solo que me es difícil perdonarte. ¿Eres consciente de que nada volverá a ser como antes?—S
Evelyn me trajo a un lugar muy bonito y que no tenía ni la menor idea de que existía a las afueras. Eso que he vivido toda mi vida en esta ciudad y creía conocer cada espacio de la misma, pero no es así.Se podía ver parte de la playa desde la altura de la montaña, había kioscos y muchas personas que comían allí mientras disfrutaban de la vista. Había otros pocos que se atrevían a saltar desde lo alto y, sinceramente, por poco muero de infarto al verlos y pensar que podían quedar como huevos fritos en las rocas, pero parecían ser clavadistas profesionales ya que sus saltos en el aire y esas volteretas que daban eran grandiosos.—Mi hermano solía traerme cada fin de semana a verlo practicar sus saltos — la escucho al fin hablar y la miro de reojo—, pero desde que nuestra relación se arruinó, dejé de venir. No sé si él también dejó de hacerlo.—¿Por qué se arruinó la relación con tu hermano? Claro, si puedo saberlo.—Nadie de mi familia aceptaba mi noviazgo con Juan, de hecho, mi madre
Recorrimos la zona de Hoteles en busca de dos habitaciones, pero todos estaban reservados o con el cupo lleno. Al ser una ciudad que queda cerca de la playa y varios sitios turísticos. son muchos los turistas que se hospedan aquí y más en esta temporada del año. Llegamos al último Hotel con la esperanza de que hubiera habitaciones libres, pues la lluvia se hacía cada vez más fuerte y el cansancio nos empezaba a consumir. —Buenas tardes, ¿en qué podemos ayudarlos? —Buenas tardes. buscamos dos habitaciones sencillas, por favor. —Por el momento solo contamos con una habitación de cama doble libre — nos informa la recepcionista y Evelyn y yo nos miramos—. ¿Desean hacer la reservación? —¿Está segura de que no hay otra habitación? —No, señora. En esta época del año encontrar una habitación es difícil por la gran cantidad que visitantes que llegan a la ciudad. —¿Qué dices? — me pregunta afligida—. ¿Seguimos buscando o la tomamos? —Ya hemos andado bastante. —Pues sí, pero... —Si q
EVELYN Desprenderme de los recuerdos más importantes y bonitos de mi vida no ha sido tan doloroso como lo creía en un principio. Tal vez sufría más haciéndome ideas en la cabeza, consumiéndome día a día en esa soledad y falta de amor que ahora que ya todo ha acabado. No me siento como en esos tiempos que lloraba y sentía morir por su falta de amor. El agua que cae libre por mi cuerpo me ayuda a disipar lo que tengo en mente. Mi cabeza está hecha un lío. Por un lado, la separación, por otro, pensar en lo que voy a hacer de ahora en adelante y, lo que más me tiene con la mente en la luna es la situación tan incomoda y extraña con Dorian. Ninguno de los dos se ha atrevido a mencionarlo, es como si esa subida al cielo nunca se hubiese llevado a cabo. Es inefable lo que me sucede con sus manos, pero son tan grandes, varoniles y suaves, muy diferentes a las de Juan que, aunque son grandes, son tan frías y tienen poco tacto. Mis pensamientos se desvían a sus dedos largos y gruesos, y teng
Salgo de mi aturdimiento y me pongo lo primero que encuentro a la mano y a la velocidad de un rayo. Flash se queda en pañales con lo rápido que hago todo y me tiro en la cama de pecho como si fuera lona de lucha libre. Me envuelvo en las cobijas, cubriendo incluso mi cabeza y tratando de tranquilizar los desbocados latidos de mi corazón y mi respiración acelerada.Una vez me encuentro más tranquila y menos agitada, saco la cabeza de las cobijas y escucho que tira el agua y abre la llave de la ducha. «Entonces, sí era cierto lo de usar el trono, ¿eh?». Trato de dormir, de dejarme llevar por el cansancio y la misma resaca que aun presento, pero es imposible, su reglamento aun me sigue presionando la cabeza y así no puedo conciliar el sueño. Trato de no hacerme ninguna loca y desbaratada idea, pero es que, si su mano es grande y sus dedos alcanzan a tocar mi cerebro, ¿cómo no pensar en lo largo y...? «¿Qué hago pensando en ese tipo de cosas? Me estoy convirtiendo en una grandísima per