Toque con suavidad la herida en mi cuello, mientras recordaba nuevamente los sucesos de noches atrás. Aún estaba sorprendida, no entendía completamente lo que había sucedido, pero recordando en detalle cada palabra dicha por Darko desde que nos conocíamos, empezaba a formar una teoría en mi mente. Sin embargo, necesitaba que él lo explicara.Las imágenes de esa noche se agolpaban en mi mente, cada detalle estaba grabado de manera nítida en mi memoria y era algo que jamás olvidaría.Había sucedido tan rápido y de forma tan sorpresiva que no me di cuenta de que me estaba estrangulando hasta que mi cuello empezó a arder. Cuando abrí los ojos y me encontré con su mirada, fue aterrador. Sus pupilas estaban dilatadas, lo llamé una y otra vez, pero no obtenía respuesta, a pesar de que parecía estar mirándome... Era como si no estuviera presente.Recordé sus palabras de advertencia y comencé a golpearlo, pero cada movimiento hacía que su agarre en mi cuello se apretara y el filo del cuchillo
Me aburría estar en casa sin nada que hacer. Había leído un libro, intentado ver una serie, pero no podía dejar de pensar en él. Así que decidí entrar en su estudio para verlo trabajar. La habitación estaba iluminada por los grandes ventanales que tenía, y Darko se encontraba absorto en su trabajo frente a su laptop. Su ceño fruncido y sus dedos ágiles que se movían sobre el teclado mostraban que estaba concentrado.— Oh, I love it and I hate it at the same time —susurré, mientras movía mis pies una y otra vez—. Oh, I love it and I hate it at the same time… Oh, I love it and I hate it at the same time… Oh, I love it and I hate it at the…—¡Basta! —Me sobresalté ante el grito de mi esposo—. Llevas toda una hora sentada murmurando lo mismo una y otra vez, ¿acaso no te sabes la maldita canción?Abrí mis ojos sorprendida.—No recordaba dónde había escuchado esas palabras, pensé que Emilia las había dicho. —Me levanté del mueble y me senté frente a su escritorio—. ¿Sabes el nombre?—¿Si te
—Antes no tenías esa cicatriz en tu cuello y es reciente, ¿Qué sucedió?Me preparaba para responder a la observación de Lena cuando de repente un ensordecedor ruido resonó en el aire. Las ventanas a nuestro alrededor estallaron en pedazos, y antes de que pudiera reaccionar, ambas fuimos arrojadas al suelo. Un cuerpo grande y sólido me protegió instintivamente, y reconocí a Lyonya que me cubría. Del mismo modo, Stepan protegía a Lena.El caos reinaba en el restaurante mientras la gente gritaba y corría en todas direcciones. Minutos después escuché la voz de Pasha en una radio—Amenaza eliminada, lastimosamente ninguno quedo vivo. ¡Joder! —se silenció la línea por unos segundos y habló—. Por el amor que le tienen a su puta vida, díganme que ambas se encuentran bien. Lyonya me miró y asentí para tranquilizarlo. No había sufrido ningún daño en el ataque. Luego, se volvió hacia Lena y suspiró al comprobar que ella también estaba ilesa.—Ambas están bien.—Perfecto, esperen unos minutos
POV DARKO ROMANOV —¿Qué quieres, Vladik? —Revisé por última vez mi Glock y la guardé en la pretina de mi pantalón, agarré otras dos más y las coloqué en mi chaqueta.—No tienes por qué ir, déjame a mí —negué levemente—. Maldición, cualquier cosa podría salir mal en esa reunión con Hernández.—Lo sé, viejo, ahora déjame hacer mi trabajo —pasé junto a él, pero me detuvo con su mano.—Mi deber es protegerte de ti mismo.—Tengo todo bajo control —inhalé profundo, tratando de mantener la calma.Vladik se cruzó de brazos, evidentemente preocupado.—El cartel de Hernández es extremadamente peligroso, y el hecho de que estén furiosos porque decidiste dejar de comprar su cocaína lo hace aún peor. No creo que quieran hablar.—Dime algo que no sepa. —Pedí, mirándolo fijamente—. Tengo todo bajo control, pero si algo me llega a suceder, te encargarás de mi esposa y de mis hermanos. —Frunció su ceño molesto, pero aun así asintió—. Escúchame bien, mi esposa no conocerá a otro hombre; si eso sucede.
El sol del atardecer bañaba el patio trasero de la mansión con una luz dorada y cálida mientras me preparaba para otra sesión de entrenamiento. Lena, con un atuendo deportivo ajustado y guantes de boxeo, me miró fijamente.—Esta vez, vamos a trabajar en algunas técnicas de combate cuerpo a cuerpo —anunció con seriedad—. Es importante que sepas cómo defenderte si alguna vez te encuentras en una situación peligrosa y es muy probable que lo estarás.Asentí con determinación, aunque tenía una chispa de nerviosismo en mí. La semana pasada estuvimos practicando tiro y era muy buena. Tuve lecciones de cómo desarmar y armar una pistola. Me explicó las partes de una pistola y cómo funcionaban juntas. Escuché atentamente, mientras tomaba notas.Practicaba regularmente, desmontando y volviendo a armar una pistola con rapidez y precisión. Lena me supervisaba y me daba consejos constantemente. Con los días, me volví hábil en esta tarea.Nos colocamos en una posición de combate, con los puños en al
POV DARKO ROMANOV —¿Qué sabor de helado llevará? Quedé perplejo ante esa simple pregunta. No sabía un carajo del sabor que deseaba Isa, jamás lo dijo y a la m****a que no la llamaría. Decidí tomar la solución más práctica: llevar todos los malditos sabores de helado que tenían, tres potes de cada uno, lo mismo con los dulces. Aún no comprendía por qué estaba triste, pero al ver cómo su vida había cambiado y el esposo que ahora tenía, era comprensible que experimentara sentimientos encontrados, pero quería creer que se estaba acostumbrando a mí, aunque fuera un camino difícil. Saqué rápidamente mi teléfono y llamé a Lena, seguramente ella sabría algo. —Me agarras un poco ocupada, ¿qué sucede? —Isabella está triste, ¿sabes por qué? —pregunté. —¿Me estás llamando para saber si Isabella está triste? ¿Es en serio o es una broma? —respondió con incredulidad. Fruncí el ceño, desconcertado por su reacción. —¿Por qué tendría que ser una broma? —Porque el estado de ánimo de una pers
Fruncí mi ceño al verlo sentado en la orilla de la cama, mi pijama se encontraba en el suelo y mis bragas en sus manos.—¿Qué haces en mi habitación? —Pregunté, mis palabras saliendo con un tono de sorpresa y desconcierto en cuanto salí del cuarto de baño.Darko levantó la mirada hacia mí, sus ojos azules brillando con una intensidad que me dejó momentáneamente sin aliento. Mis pasos se desaceleraron, pero seguí avanzando hacia él con cautela.—Nuestra bebé, nuestra —Su respuesta fue simple pero cargada de significado, y mi corazón dio un salto.—¿Qué haces aquí? —Insistí, cruzando mis brazos sobre mi pecho mientras lo miraba fijamente, buscando una explicación que tenía miedo de descubrir.—En una hora vienen mis hombres. Hay una reunión. Empezarás a asistir para que aprendas —explicó distante, como si estuviera atrapado en sus pensamientos.La tensión en la habitación empezó a subir, y mi mente comenzó a dar vueltas.—¿Cómo debo vestirme? —pregunté, tratando de romper la extraña atm
Era el momento de demostrar que podía cumplir perfectamente mi papel dentro de la Bratva. Tenía que hacerlo, pero sabía que tenía que borrar la sonrisa que se había apoderado de mi rostro desde hace minutos atrás, cuando mi esposo terminó de darme dos orgasmos devastadores que me dejaron sin aliento.—Estás absolutamente perfecta —lo miré a través del espejo, y su mirada intensa se encontró con la mía. Se acercó lentamente hasta que sus fuertes manos rodearon mi cintura—. Tu belleza parece sacada de un sueño, Isa.—¿Qué esperan de mí? ¿Cuál es mi papel aquí? —pregunté, deseando entender mejor mi rol.—Si deseas opinar, lo haces. Si quieres mandar, jodidamente lo haces. No esperamos nada en particular de ti. Simplemente sé tú misma y mantén un estómago fuerte, porque lo necesitarás.—Quiero que Oksana se vaya —declaré con determinación, sin apartar la mirada del espejo—. No la quiero en mi casa.Sonrió con aprobación y se inclinó para rozar sus labios contra mi cuello, enviando escalof