El escozor en mi cuero cabelludo me despertó y parpadeando con los dientes apretados vi que se trataba de un guardia que me había puesto de pie mirándome fijamente con lujuria. —Sí, eres una zorra hermosa. La más hermosa de todas. Cuando el Áyax decida que hará contigo seré el primero en follarte. Se rió de una manera maligna y aunque sus palabras hubieran sido horribles yo traté de no sentirme intimidada. Sabía que los lobos de Arkalla eran más animales que humanos. —Hay una larga fila para eso Riberus. Yo también quiero un poco de esto. El nuevo guardia tocó mis pechos con lascivia aunque yo traté de apartarme asqueada. Él furioso me abofeteó haciéndome sisear de dolor. —No te muevas, perra, no tienes derecho a nada… —¿He dado órdenes de que se toque a esta esclava? La suave pero letal voz del hombre se hizo escuchar. Ahora los soldados temblaban de miedo frente a él y yo de odio. Había sido él quien ha causado todo esto, es su culpa. Sus ojos me escanearon deteniéndos
LIVANA —Hace tanto calor…Afortunadamente mi susurro no fue oído por nadie ya que los encargados de los esclavos aquí se dedicaban a golpear a los perezosos con un látigo.Clavé mi pala en el estiércol de los animales para después echarla en un contenedor que no tengo idea de como sacaría.Los brazos me dolía pero debía seguir.La muerte era mejor que te atraparan sin hacer nada.El ardor en mi espalda me lo recordaba, aunque eso había sido el primer día.Un solo latigazo, quizás hubiera sido solo para asustarme, de todas maneras no voy a arriesgarme.La concubina Gabriela me había enviado a su granja familiar para recoger el estiércol de su ganado, este era el castigo que ella me había impuesto por robar su colgante.—Maldita seas, Katya —gruñí sin poder evitarlo.Nunca maldecía a nadie.Pero antes nadie me había hecho tanto daño como esa mujer.—Thalassi...De repente escuché mi título en la voz de una persona tan querida para mí cosa que me hizo cuestionarme si no me había quedado
Sus labios se moldean contra los de Liv sin dejarle tiempo para poder pensar.Hay una atracción entre ambos que hace que el Alfa se sienta profundamente atraído por esa mujer.Valerio no entiende qué es lo que le está pasando, pero en ese momento no se lo cuestiona.Todo lo que quiere sentir es a ella besándolo.Respondiéndole con la misma vehemencia que él lo hacía.No obstante, estaba furioso.Luchando para que su lobo no tomara su posesión por completo.Livana se estremeció ante la cruda furia en su mirada pero no solo eso encontró en sus orbes, sino también el más oscuro de los deseos al momento en que él la liberó de su boca.—Eres una hechicera, demasiado hermosa para ser real.Pero lo sabes.Por eso seduces a los hombres que están a tu alrededor, ¿No es así?Sus orbes se mantenían al pendiente de ella, la vio fruncir el ceño como si le molestara que él le dijera eso.Sin embargo, a Valerio no le importó su expresión.Sus labios trazaron su cuello robándole la posibilidad de res
Entrar en ella siempre resultó familiar.Había ignorado aquel pensamiento solo porque le resultaba absurdo.Jamás había visto a esa mujer antes. O eso había creído.Sin embargo, esta vez proporcionándole un placer indescriptible tras empujarse a su calidez volvió a sentir los fantasmas de su pasado acosándolo.*HACE UN AÑO Y MEDIO ATRÁSEla se burló de él mientras que Valerio rugía furioso tirando de las malditas cadenas que lo mantenían preso.Ni siquiera le importaba que estuvieran hechas de plata.—Eres un verdadero macho, me encanta como me follas.La mujer volvió a moverse sobre él penetrándose a sí misma con el grueso falo de Valerio, quien por primera vez se sentía asqueado y vulnerable. Aquella mujer prácticamente lo estaba violando.Él no quería eso.Ella puso algo en su comida que provocó que su miembro se pusiera erecto y ella lo aprovechó al máximo.—Cuando me libere, te mataré con mis propias manos, maldita.Ella echó su cabeza hacia atrás riéndose sin detenerse.—Eso
ACTUALIDAD: La Thalassi de Arion lo había utilizado tanto como había querido sin importarle nadie más que ella misma.Y ahora estaba ahí.A su merced.Debajo de él.Mirándolo con esos ojos que parecían cargados de inocencia, pero él mejor que nadie sabía que ella no tenía nada de inocente más que su fingida cara.—¿Hasta dónde ibas a llegar con tu m*****a mentira? —rugió Valerio fuera de sí.—Y-yo... tú n-no me record-dabas —tartamudeó incluso aunque él soltó su cuello para que pudiera hablar.Con cada segundo que pasaba Valerio se sentía más furioso.—Y tú te aprovechaste de eso como una m*****a oportunista, ¿No es así?¡Incluso fuiste tú quien hizo que olvidara todo!Livana se estremeció al ver sus músculos tensarse de rencor."Él va a matarme."Valerio salió de su interior sin evitar sentirla contraerse sobre su miembro. Un músculo palpitó en su mandíbula.Se puso de pie para después hacer que ella lo imitara.—Era lo que tenía que hacer.Ante su respuesta, el Áyax la observó por
Al llegar al lugar le dijeron donde posicionarse con las otras esclavas que estaban a punto de ser subastadas.Por Isadora, Liv supo que ninguna era una esclava de Valerio sino de su Beta, Gamma y Delta.La otra noche los había conocido a todos y recordaba que había estado con esas mujeres y ahora de deshacían de ellas. Justo como Valerio estaba haciendo con ella.Sin embargo, Livana entendió que la razón por la que Valerio la estaba subastando a ella era porque había descubierto la verdad.La odiaba como a nadie por ser la hija de su enemigo.De cierta manera sabía que él no era como los otros.—Creímos que habías huido la otra noche —habló una mujer al lado de Livana.—Lo intenté, pero no pude ir muy lejos.—Nadie escapa del Áyax Valerio.Es el más fuerte de todos los Alfas.Livana se mordió el labio inferior sabiéndolo bien.Normalmente en Arion solía escuchar historias sobre el Áyax de Arkalla quien desde pequeño fue valiente, entregado al peligro. Nunca nadie lo había derrotado.
Livana podía sentir el aura letal de Valerio mientras la miraba.Ella había tratado de no verlo.Estaba furiosa por lo que le estaba haciendo, sin embargo, sabía que quizás era lo mejor y tendría más maneras de poder escapar de la persona que la comprara.Lo que le preocupa es, si este hombre le querría obligar a tener sexo de inmediato. ¿Qué iba a hacer, de ser así?El pensamiento enseguida la enfermó.Trató de apartar sus pensamientos escuchando la voz del narrador de la subasta.—Solo quedan dos de estas bellezas.Una es la esclava del Beta de nuestra manada. La gente estalló en aplausos enseguida como si lo que estaban haciendo fuera común.Sabía que en su reino también hacían subasta de esclavos y que el dinero se utilizaba para ayudar a los menos afortunados, pero a ella no le gustaba nada.Habían otras formas de recolectar dinero para los pobres.Siempre había pensado que cuando pudiera gobernar acabaría con la esclavitud.Nadie se merece servir a otra persona.No era justo.
Sus ojos entraron en contacto y de pronto Livana se sintió avergonzada por la situación comprometedora en la que se encontraba, pero arrugó el entrecejo intentando apartarse de él. Solo que Valerio no la dejó marchar. —¿Sorprendida, princesa? El apodó que no escuchaba en muchísimo tiempo caló hondo en Livana. Sintió como su pecho se apretó mientras que algo cosquilleó en su vientre. En su mente se maldijo por lo que una sola palabra le había causado a su cuerpo. "¿Por qué reacciono así? Él solo se está burlando de mí. Además yo antes odiaba ese apodo." —Bastante, no entiendo por qué estoy aquí contigo cuando decidiste venderme. Ella no se aguantó en responderle y se percató de un destello de ira que brilló en sus pupilas, sin embargo, pronto se apagó. Como si estuviera intentando controlarse. —Pues más te vale que te acostumbres, no tengo que darte explicaciones del porqué hago las cosas, lo único que debes saber es que tú me perteneces, siempre lo harás. Livana alzó su ba