Naturalmente, Howard quería llevarse a Sharon. De lo contrario, ¿qué más podría usar para detener a su tío?

Abandonó los pensamientos en su mente y mantuvo una expresión respetuosa en su rostro mientras miraba a su tío. "Tío, tú también escuchaste las palabras del médico. En este momento, lo más importante para nosotros es mantener el veneno en el cuerpo de Sharon bajo control. Es mejor si la llevo con Darren para que le eche un vistazo".

Simon no cambió su expresión. Sus frías y hermosas cejas ocultaban algunas emociones. Él dijo, en un tono vago: "Dado que la medicación que le ha recetado es inútil, creo Sharon ya no tiene necesidad de ir con él".

Howard se sentía impaciente, pero insistió en recordarle a Simon con paciencia: "Tío, no tienes derecho a entrometerte en sus problemas en este momento. Deberías tenerlo bien claro. Si estuviera consciente, nunca iría contigo de regreso a la casa de los Zachary".

La expresión de Simon se volvió fría, y comentó de forma lúgubre: "No tien