“¿Cuánto tiempo estarás aquí? Somos solo madre e hija, así que no podemos permitirnos el lujo de meternos con asesinos", dijo Fern, dándole una mirada fría a propósito.

Los ojos estrechos y profundos de Eugene miraron fijamente el rostro inexpresivo de la mujer. Después de un momento de silencio, él dijo lentamente: "No dejaré que ustedes corran ningún peligro".

Fern lo miró. Era obvio que quería decir algo, pero al final, salió sin decir nada.

Los labios de Eugene se estiraron. No sabía si llorar o reír. ¿En serio lo dejó al cuidado de una niña?

Sin embargo, pronto se hizo evidente que estaba subestimando a Rue.

Por la tarde, Rue puso la comida que había preparado su madre por la mañana en el microondas para calentarla. Después de eso, llevó la comida a la mesa de café de la sala de estar para comer con su tío Eugene.

Su madre no estaba en casa, por lo que la pequeña planeaba alimentarlo ella misma.

"Tío, no te fuerces. Tu brazo está roto y no puedes moverte. Abre la boca como