El sol de la mañana se filtraba por las ventanas. Eugene, quien había dormido en el sofá toda la noche, abrió lentamente los ojos.

Tan pronto como abrió los ojos, vio a la mujer sentada a su lado. Ella estaba vendando sus heridas.

"¿Estás despierto?", preguntó Fern, sonando extremadamente tranquila. Sin embargo, antes de que él se despertara, ella no había estado tranquila en absoluto.

Wyatt le había dicho que estaba gravemente herido. No podía imaginar la gravedad de sus heridas antes de esto, pero en ese momento que las estaba vendando, finalmente vio las heridas esparcidas por su cuerpo. ¡Realmente había escapado de la muerte!

Una inexplicable oleada de calidez estalló en el corazón de Eugene cuando la vio después de despertarse.

Después de su dura ruptura pasada, nunca había esperado que algo como esto volviera a suceder.

Fern notó que él no dejaba de mirarla sin decir nada. Su corazón dio un vuelco, y rozó accidentalmente su mano contra la herida del hombre al distraerse p