—Bueno, supongo que son cambios que se iban a dar de cualquier forma—expreso para ya no darle importancia y así evitar enfadarse— ¿Tienes hambre? Si quieres puedo traerte un poco de fruta.—Por supuesto— expresé no muy convencida de mi respuesta, pero la señora Martha se estaba esforzando por evitar que me sintiera incómoda con mi situación, postrada en cama no podía hacer mucho más que comer o leer, quizás quería entretenerme para olvidar que el señor Dashwood estaba ocupado con las mujeres que pronto iba a formar parte de su familia, me dolía, pero lo entendía perfectamente y le agradecía a la señora Martha sus molestias.—De acuerdo, no tardaré mucho, quizás aproveche el viaje para traerte un par de libros, así puedes leer comiendo—indico quizás para emocionarme un poco, no solía hacer las dos cosas al mismo tiempo, pero la idea no sonaba nada mal—solo espero que la señora Garden no quiera tirar los libros también.Luego de asegurarme de que la señora Martha se fuera, me destape y
—Ammm—logre decir, no estaba preparada para ese tipo de preguntas, es decir, no pensé que preguntaria por ella, aunque era obvio—ella a la cocina, no sabe que me levante de la cama.Roy alzó las cejas sorprendido, pero no molesto, quizas se preguntaba que razón me había llevado a atreverme a levantarme por mi misma. —¿Necesitas algo? —su voz se escucho preocupada, otra cualidad suya. —En realidad, queria hablar contigo—admiti un tanto incomoda, aunque no estaba segura aún sentia la mirada penetrante de la señora Garden, pense que tal vez se negaba a dejarme a solas con él.—Por supuesto, pero no hacia falta que salieras de tu habitación sin compañia—señalo mirando hacia la escalera, no estaba tan cerca de ella como para caer, pero en mi estado, era peligroso estar tan cerca de una—pudiste decirle a la señora Martha que vinieraa buscarme, habria ido a tu habitación sin problemas. Me encoji de hombros, no podia explicarle que en realidad queria verlo a solas, sin la presencia de la s
Suspiro, aquel suspiro me parecio un tanto melancólico, desvío la mirada un segundo y luego volvió a mirarme forzando una sonrisa. —Tú jamás podrías ser un obstáculo en mi vida bajo ninguna circunstancia—declaro casi como si estuviese sufriendo al decir aquellas palabras— de hecho he pensado últimamente que he sido yo quien te ha causado problemas. —¿Y eso seria?—quise saber. En mi lista de cosas que había hecho mal y que probablemente le habrían causado cierta molestia, crecía con cada decisión estúpida que tomaba, por ahora no había pasado nada malo, pero eso era porque estaba incapacitada para hacerlo. —Para empezar estas en una silla de ruedas—recalco lo obvio, pero lo hizo con una sonrisa—Percibal me asesinará cuando te vea, sus cartas suelen ser muy reservadas, pero en persona no suele ser compasivo. Ambos reímos por lo bajo, yo no conocía bien al capitán Collins para afirmar que él era capaz de replicarle mi accidente, el cual al fin de cuentas era eso, un accidente y una t
Sentí que había pasado mucho tiempo desde la última vez que había estado en su oficina, ese lugar, posiblemente era el único que no sería víctima de las garras de la señora Garden y agradecí en secreto por ello.En aquella oficina había algo extraño, algo misterioso, pero reconfortante y estar recostada sobre el sofá mientras Roy revisaba su correspondencia y las respondía fue peculiar, era como volver al pasado cuando mis padres aún seguían con vida. Mi madre solía contarme que en la antigua casa, ella solía sentarse sobre el sofá a leer un libro mientras él hacía lo mismo que estaba haciendo Roy.En algún momento de mi vida había soñado con algo similar suponiendo que así debia ser la vida adulta en pareja, disfrutar de un cómodo silencio porque no hacía falta decir palabras para expresar ciertas emociones como el amor, yo había soñado con algo como eso, por supuesto, cuando encontrara a la persona ideal y aunque la había encontrado, él ni siquiera tenía en cuenta mis sentimientos.
El clima era perfecto para tomar el té afuera, no hacía sol, pero tampoco frío, estaba un poco nublado, pero no parecía que fuese a llover, por lo que una buena taza de té caliente se sentía agradable entre las palmas de las manos.—Si no le molesta que le pregunte. ¿En qué se desempeñaban sus padres antes del bombardeo?—cuestiono la señorita Garden para después darle un pequeño sorbo a su taza de té de manzana y canela.—Mi padre...— logré decir mientras recordaba aquellos tiempos en los que había pensado eran los peores que habíamos pasado, el empleo de mi padre no estaba muy bien remunerado, frecuentemente faltaba el pan en la casa, aunque no éramos los únicos que sufríamos por lo mismo, había una fuerte inflación en los precios de la canasta básica, era casi imposible comer carne, pero a pesar de todo lo que carecíamos, mis padres estaban con vida y a estas alturas eso era más que suficiente para ser feliz—mi padre era dueño de un periódico local, su nombre era el vocero.—No tuve
—Si no le importa, señor Dashwood, me gustaría hablar con usted en privado—sugirió la señorita Garden levantándose de su asiento, la expresión entretenida en su rostro había cambiado de repente. Ahora estaba seria, parecía estar conteniéndose de alguna forma, como si estuviera enojada o quizás molesta por los pensamientos y opiniones de Roy respecto al príncipe bastardo.Supuse que en realidad a ella no debia molestarle lo suficiente como para pedir hablar a solas, sin embargo, anteriormente había mencionado a sus padres, quienes se supone eran miembros activos en su círculo social y por lo que había escuchado, el padre de la señorita Garden era un hombre muy importante e influyente, por lo que escucharlo hablar con tal libertad de la ideología que ponía en riesgo el buen nombre de la familia real, no debia ser poca cosa como lo era para mí, es decir, la familia real nunca había nada por mí o mi familia, en mi opinión ellos solo eran una cabeza muy grande que no se podía cortar y a la
Avance lo más rápido que pude, aunque la verdad mi velocidad no era exactamente lo que hubiese transitado de haber podido correr. Intente limpiarme las lágrimas del rostro, estaba enfadada o quizás algo peor que eso, pero en mi cabeza no encontraba la palabra correcta para describir la emoción que me estaba quemando por dentro, pero al hacerlo descubrí que me había ensuciado con algo, al principio pensé que se trataba de fango, pero al detenerme y mirarme la palma de la mano descubrí que se trataba de un poco de sangre.Al caer por culpa de Lewis, me había raspado la mano, pero mi ira no me había dejado sentir dolor, estaba más concentrada en huir de ahí que no me fije que estaba lastimada.De pronto la silla comenzó a moverse y al mirar detrás de mí descubrí a Roy empujándome en dirección hacia el interior de su hogar, no debia permitir que eso pasara, no quería que fuese él quien me llevara adentro. Podía soportar las estupideces de Lewis, pero después de lo que había visto. ¿Cómo v
—Lo lamento mucho, señorita Baker—expresó Lewis con resignación. Supuse que estar de rodillas ante mi debia ser lo más humillante que alguna vez había hecho, es decir, me odiaba y me lo había demostrado en todas las ocasiones en las que había tenido oportunidad, así que esto era un golpe a su orgullo.—No es necesario hacer esto—finalmente hablé dirigiéndome hacia Roy. Sentí incomodidad al ver a Lewis de esa forma tan miserable, este no era el Lewis que yo conocía, en realidad era un gatito sumiso ante las órdenes de su amo, en este caso Roy, pero aunque él le obedecía sin protestar, sabia que de una u otra manera se vengaría por esta humillación.—Por supuesto que lo es—respondió Roy acercándose a nosotros lentamente, rodeo el cuerpo de Lewis hasta estar frente a él—has hecho cosas a mos espaldas Lewis. ¿Crees que ese es el comportamiento que debería tener mi mano derecha? ¿Aún puedo confiar en ti?—Señor, esto tan solo fue un juego, no estaba intentando dañar a la señorita Baker...