Después de pensar mejor las cosas, Matthew sugirió ir a hablar directamente con Emily para aclarar la situación. Habían pasado muchos años y era muy poco probable que consiguieran alguna prueba. Por lo que emprendieron su camino nuevamente, pero está vez a la antigua casa de los Marshall. Matthew llamó a su madre para que lo esperara, con la excusa de revisar sus finanzas tal y como lo hacía mensualmente.El camino se hizo eterno, los tres iban en silencio sin saber que esperar. Cuando llegaron al lugar y Matthew estacionó el auto, Sarah los detuvo un momento para llamar a Frank.—Hola Frank, necesito que me ayudes con algo ¿estás cerca de papá?... bien…, dile que dejaré mi teléfono funcionando para que ustedes escuchen, pero por favor no hablen, sólo escuchen, ¿lo prometes?... gracias Frank —explicó Sarah a su futuro suegro.Mientras tanto, Frank entró en la oficina de Ethan y colocó su teléfono en el escritorio haciéndole un gesto a su amigo para que guardara silencio. Luego, salió
Transcurría el otoño, muy lejos estaban esos estresantes momentos que Emily los hizo pasar y que revolvieron el pasado de Ethan, pero que al final le devolvieron la tranquilidad. Ethan desde hacía más de veinte años se culpaba de un desafortunado accidente donde supuestamente murieron dos personas, y eso sólo era una cruel mentira para controlarlo y hacerle daño.Para Rachel, era imperdonable lo que Ethan había sufrido durante tanto tiempo por culpa de esa mentira. Aunque decidió no juzgar a Emily, en realidad no conocía su historia y era evidente que su comportamiento era propio de una persona desequilibrada.Sin embargo, estaba feliz, Ethan era una persona nueva, la tranquilidad que había recuperado gracias a sus hijos y a su esposa, se notaba en su rostro, hasta pareció rejuvenecer. Solía manejar su propio auto en ocasiones, generalmente acompañado de Rachel que también estaba aprendiendo a conducir.Llevaban una vida más relajada, dedicándoles gran parte de su tiempo a los niños,
Poco a poco, después del nacimiento de Julieth, Ethan y Rachel fueron retomando su ritmo habitual de vida, dedicándole más tiempo al trabajo, y escapándose de vez en cuando como siempre, pero sin descuidar a sus hijos.La boda de Sarah y Marcus, estaba muy cerca, la pareja irradiaba felicidad, aunque Rachel notaba en los ojos de Sarah que la tristeza la embargaba y crecía cada día más, y ella conocía el motivo.A pesar de todo lo que le hizo pasar su madre y del abandono de su padre, Rachel sentía que dentro de ella, siempre habría un vacío que ni toda la felicidad del mundo podría llenar, el anhelo de ser amada por sus padres.Sin embargo, estaba agradecida con la vida por otorgarle una familia grande y amorosa, que alejaba de ella cualquier pensamiento negativo y toda tristeza Además de contar con el amor incondicional de su esposo, que junto a sus hijos se había convertido en el centro de su vida.Una noche cuando todos dormían, Rachel estaba levantada mirando por la ventana.—Amor
Otro verano había llegado, y la familia Marshall se disponía a celebrar el cumpleaños número sesenta de Ethan, al igual que el día que se conocieron y su aniversario de bodas.Todos se reunirían en la casa de la playa como era habitual. Desde que se casaron Sarah y Marcus, eventualmente Emily también los acompañaba y ese año estaría presente para celebrar el cumpleaños de Ethan.Sin embargo, había tristeza en la familia. Matthew y Grace se habían divorciado, aunque ambos estarían presentes en la celebración, ya que se separaron en buenos términos y compartían el tiempo con sus hijos sin problemas.La ruptura de la pareja fue sorpresiva para todos, y en realidad los motivos nunca los expusieron con claridad. De un día para otro anunciaron su separación sin más preámbulo. Grace se fue a vivir con sus padres y Matthew al apartamento que les había obsequiado su padre cuando se casaron, pero que en realidad habitaron por muy poco tiempo como pareja.La Tía Dorothy tampoco los acompañaba,
Pasaron los días y no tenían ni rastro del avión, así que lo habían declarado oficialmente desaparecido. Rachel se negaba a que le dijeran que estaba muerto, no lo aceptaba y no lo haría hasta que aparecieran por lo menos los restos del avión.La tristeza había embargado la casa de los Marshall, a los niños les tuvieron que contar la verdad, la noticia circulaba por todos los medios y si ellos no se lo decían de igual forma se enterarían. Los padres de Ethan habían llegado desde Londres, al igual que su hermano, para acompañar a Rachel y a sus nietos. Los adultos de la familia se turnaban, pasaban larga horas esperando noticias que nunca llegaban.Matthew y Sarah se estaban encargando de la empresa y Frank y Rachel prácticamente no paraban. Una falsa noticia les había devuelto la esperanza, aunque por muy corto tiempo. A las pocas horas fue desmentida totalmente, sólo era alguien que quería sus cinco minutos de fama.El vuelo privado llevaba su trayectoria con toda normalidad, hasta
Casi finalizaba el verano, poco a poco se sentía el cambio en la temperatura y el frescor del otoño se adueñaba del lugar. Después de su viaje a Hawái, no habían conseguido ninguna información relevante acerca del caso. Tampoco hubo forma de verificar la identidad de aquel hombre. Eso había sido frustrante para Rachel y para Frank.Sin embargo, cada cierto tiempo, un retiro bastante significativo era realizado en algunas de las cuentas de Ethan. Estaban perdiendo importantes sumas de dinero, pero Rachel todavía se negaba a declarar a Ethan oficialmente muerto.Las circunstancias presionaban a Rachel, debía desvincular la firma de Ethan de todo lo referente a la empresa y a las propiedades de la familia, ya no tenía alternativa y la única forma era con su acta de defunción.Esa mañana en la oficina, se reunió con Matthew, Frank y Sarah, para informarles acerca de lo que pensaba hacer.—No quisiera, pero es hora de que… cierre todo esto, es evidente que… alguien se está aprovechando de
Apenas asomaban los primeros rayos del Sol cuando Rachel bajaba las escaleras, estaba ansiosa por emprender el viaje a Italia para conversar con una de las chicas del video. Como todavía nadie había salido de sus habitaciones fue a la cocina, allí entre Isabella y otra empleada preparaban el desayuno, así que se sentó con ellas a conversar y a tomar café.—No se han levantado los niños, llegaran tarde —dijo Rachel preocupada.—Tranquila mi niña, todavía no es su hora.Cuando el reloj marcaba la siete con treinta minutos de la mañana bajo Frank acompañado de Marcus. Era evidente que se pusieron de acuerdo para encontrarse a esa hora. Pasaron por la cocina, saludaron y se fueron al comedor, Rachel los acompañó.Al poco tiempo de estar en el comedor, se unieron a ellos primero Sarah y luego Mike, que ese día regresaría a la universidad. También bajó André, que se iría con Mike, ese era su primer año en la universidad y estaba muy emocionado.—Siento mucho no poderlos acompañar. Los amo y
El encuentro con Matthew en la oficina ese día en la mañana, dejó desconcertada y con sentimiento de culpa a Rachel. Sólo pensaba en cómo era posible que después de tanto tiempo, todavía tuviese sentimientos hacía Matthew, y entonces ¿dónde estaba ese inmenso amor que le juraba a Ethan? Sentía que no sólo traicionaba a su esposo, también lo hacía con ella misma. Lo peor de todo, era que ahora también se sentía culpable por la separación de Matthew y Grace.A media mañana se reunión con Frank y le planteaba su deseo de viajar a Marruecos. Sin embargo, Frank le dejó en claro que allí no sabría donde comenzar a buscar, no tenían nombres, ni lugares, sólo un comentario que escuchó Chiara que no la llevaba a ninguna parte.En ese momento, Rachel no tuvo más opción que reconocer que Frank tenía toda la razón, ¿qué haría después de llegar allá?, pero ya se le habían acabado las ideas, no sabía que más hacer. Ahora le tocaría esperar.Ese día transcurrió muy lento, aunque era sólo la apreciac