Pasaron los días y no tenían ni rastro del avión, así que lo habían declarado oficialmente desaparecido. Rachel se negaba a que le dijeran que estaba muerto, no lo aceptaba y no lo haría hasta que aparecieran por lo menos los restos del avión.La tristeza había embargado la casa de los Marshall, a los niños les tuvieron que contar la verdad, la noticia circulaba por todos los medios y si ellos no se lo decían de igual forma se enterarían. Los padres de Ethan habían llegado desde Londres, al igual que su hermano, para acompañar a Rachel y a sus nietos. Los adultos de la familia se turnaban, pasaban larga horas esperando noticias que nunca llegaban.Matthew y Sarah se estaban encargando de la empresa y Frank y Rachel prácticamente no paraban. Una falsa noticia les había devuelto la esperanza, aunque por muy corto tiempo. A las pocas horas fue desmentida totalmente, sólo era alguien que quería sus cinco minutos de fama.El vuelo privado llevaba su trayectoria con toda normalidad, hasta
Casi finalizaba el verano, poco a poco se sentía el cambio en la temperatura y el frescor del otoño se adueñaba del lugar. Después de su viaje a Hawái, no habían conseguido ninguna información relevante acerca del caso. Tampoco hubo forma de verificar la identidad de aquel hombre. Eso había sido frustrante para Rachel y para Frank.Sin embargo, cada cierto tiempo, un retiro bastante significativo era realizado en algunas de las cuentas de Ethan. Estaban perdiendo importantes sumas de dinero, pero Rachel todavía se negaba a declarar a Ethan oficialmente muerto.Las circunstancias presionaban a Rachel, debía desvincular la firma de Ethan de todo lo referente a la empresa y a las propiedades de la familia, ya no tenía alternativa y la única forma era con su acta de defunción.Esa mañana en la oficina, se reunió con Matthew, Frank y Sarah, para informarles acerca de lo que pensaba hacer.—No quisiera, pero es hora de que… cierre todo esto, es evidente que… alguien se está aprovechando de
Apenas asomaban los primeros rayos del Sol cuando Rachel bajaba las escaleras, estaba ansiosa por emprender el viaje a Italia para conversar con una de las chicas del video. Como todavía nadie había salido de sus habitaciones fue a la cocina, allí entre Isabella y otra empleada preparaban el desayuno, así que se sentó con ellas a conversar y a tomar café.—No se han levantado los niños, llegaran tarde —dijo Rachel preocupada.—Tranquila mi niña, todavía no es su hora.Cuando el reloj marcaba la siete con treinta minutos de la mañana bajo Frank acompañado de Marcus. Era evidente que se pusieron de acuerdo para encontrarse a esa hora. Pasaron por la cocina, saludaron y se fueron al comedor, Rachel los acompañó.Al poco tiempo de estar en el comedor, se unieron a ellos primero Sarah y luego Mike, que ese día regresaría a la universidad. También bajó André, que se iría con Mike, ese era su primer año en la universidad y estaba muy emocionado.—Siento mucho no poderlos acompañar. Los amo y
El encuentro con Matthew en la oficina ese día en la mañana, dejó desconcertada y con sentimiento de culpa a Rachel. Sólo pensaba en cómo era posible que después de tanto tiempo, todavía tuviese sentimientos hacía Matthew, y entonces ¿dónde estaba ese inmenso amor que le juraba a Ethan? Sentía que no sólo traicionaba a su esposo, también lo hacía con ella misma. Lo peor de todo, era que ahora también se sentía culpable por la separación de Matthew y Grace.A media mañana se reunión con Frank y le planteaba su deseo de viajar a Marruecos. Sin embargo, Frank le dejó en claro que allí no sabría donde comenzar a buscar, no tenían nombres, ni lugares, sólo un comentario que escuchó Chiara que no la llevaba a ninguna parte.En ese momento, Rachel no tuvo más opción que reconocer que Frank tenía toda la razón, ¿qué haría después de llegar allá?, pero ya se le habían acabado las ideas, no sabía que más hacer. Ahora le tocaría esperar.Ese día transcurrió muy lento, aunque era sólo la apreciac
El tiempo pasaba sin dar tregua, pero los días parecían nunca acabar, se hacían interminables, lentos y agotadores, por lo menos para Rachel era así. La conversación con Ethan y con Matthew le abrió los ojos a muchas cosas. Se dio cuenta que se estaba dejando llevar por los problemas y las dificultades.Para ella, el ver a Ethan allí con esas chicas, marco un antes y un después, debía aceptar que estaba enojada, celosa, ofendida, indignada. Siempre trataba de pensar que Ethan no regresaba porque algo se lo impedía. Pero después de ese video, en realidad pensaba que el motivo de su ausencia era que él ya no la quería, que al igual que le dijo aquel día en la playa cuando se conocieron, que necesitaba algo más en su vida.Lo importante era, que él no estaba allí para aclarar las cosas. Recordó el mensaje que recibió aquella madrugada, sólo se entendía un “te amo”, entonces ¿qué pasaba en realidad?, pero no tenía respuestas, sólo más preguntas.Esa mañana Rachel se levantó temprano como
En la casa de la familia Marshall, ese había sido un día muy agitado y fructífero. Por fin Matthew y Rachel hicieron de nuevo las paces, a Mike casi lo expulsan de la universidad y lo más importante de todo, Frank encontró una evidencia importante con ayuda de los chicos, que cambiaría el rumbo de la investigación.Para Matthew fue fácil resolver el problema de Mike, como siempre, el apellido Marshall era la llave de muchas puertas. Además aprovechó para traer a sus hermanos a pasar un fin de semana en casa.Cuando llegaron, se dirigieron a la oficina donde los esperaban Frank y Rachel. Después de saludarse, Mike permanecía callado, entonces Rachel le preguntó:—¿Y bien?, dime que fue lo que paso —preguntó Rachel muy seria.—Bueno... este... yo... estaba con André y unas chicas, cuando llegaron cuatro chicos del equipo de futbol, ya sabes como son, y... bueno, dijo que papá estaba... estaba con mujeres fáciles y que tu... ahora serias libre de... ya sabes —dijo Mike con palabras entre
Pasaron varios días después de que los chicos le mostraron a Frank la fotografía de la supuesta muerte de su padre, y todavía no había obtenido respuesta. El secreto había sido celosamente guardado por los hombres de la familia.Ese día después de desayunar, mientras Rachel trabajaba en la oficina, Isabella anunció una visita inesperada y muy poco grata para ella. Emily y su hermana, llegaron a saludar. Rachel dejó lo que estaba haciendo y fue a reunirse con ellas en el salón.—Rachel, cariño. Me da gusto saludarte —dijo Emily mientras Rachel se acercaba.—Gracias Emily, también me da gusto saludarte —afirmó Rachel y luego añadió—: ¿Cómo estás Ashley?—Estoy bien, muy bien… pero tu querida vas a desaparecer… qué delgada estás… debes darme la dieta —afirmó Ashley con el desagrado de siempre.—Es fácil Ashley, sólo deja que te secuestren a tu marido —comentó Rachel con malicia.—¿Secuestrado?, no lo creo… se divertía mucho con esas jovencitas en el video… claro está querida… ya no eres
Los días pasaban indetenibles, y Frank seguía trabajando sin descanso para encontrar a Ethan. A pesar que surgían pequeños destellos de esperanza, más temprano que tarde se apagaban y volvían a quedar en completa oscuridad.La investigación de la familia Johnson, no había arrojada nada importante, más que su turbia vida e intrincadas redes de entradas de ingreso, que se necesitaría más de una vida para desenredar.Cuando Frank explicó lo complicado de la situación, y lo difícil que sería navegar en esos mares, las esperanzas de Rachel tocaron tierra de nuevo. Aunque con sinceridad, sentía que era difícil que Emily cayera tan bajo, sobre todo después de integrarse de forma más activa a la familia. Ya era habitual que visitaran la casa de los Marshall en determinadas ocasiones.Mientras los chicos se preparaban para visitar a Emily por el fin de semana, Grace y Matthew conversaban con Rachel esperando para llevarlos. Grace iba con frecuencia a tratar de darle ánimo a Rachel. Ese día, Ma