Despierto nuevamente en mi habitación, pero esta vez lo hago de manera normal, sin haber soñado cosas raras o haber perdido la consciencia. ―Buenas buenas ―Abi entra como si nada a mi habitación muy energética. Suspire viendo como abre todas las cortinas y ventanas de la habitación haciendo que entre muchas luz que me incomoda ya que apenas abro los ojos. ―Debes levantarte, tenemos que aprovechar ya que te encuentras bien para seguir con la organización de tu boda ―habla sonriente. ―¿No podías esperar a que me despierte? ―me queje. ―Es que si no estoy encima de ustedes, la boda siquiera se haría ―pues tiene razón, no eh puesto mucho de mi parte cuando debería de ser la mas emocionada. ―Tienes razón ―me pongo de pie rápido― esto no puede seguir así, hoy vamos a dedicarnos solo a los preparativos de mi boda ―dije energética. ―Hasta que al fin veo algo de emoción ―se alegra. ―Debemos enviar la invitación a todos los reyes, nobles y amigos de ambas familias ―comienzo a pensar en lo
Sentía el sudor recorrer mi cuerpo, mi pecho se movía a gran velocidad debido a la rapidez de los latidos de mi corazón, mi respiración estaba tan agitada que sentía que no había suficiente aire para mis pulmones, todo esto era una completa tortura, eso hacia que el tiempo no pasara mas para mi, para poder sentirme mejor y que lo que sea que me este ocurriendo pase. Es como sino pudiera abrir los ojos y tomar control de mi cuerpo para buscar la manera de remitir lo que me esta ocurriendo. ―¿Quien eres? ―le pregunto a la mujer igual a mi que se encuentra en frente. ―Issabel ―repite el nombre por el cual la llamaron en mi otro sueño. ―Tu tendrás una linda vida ―asegura sonriendo. Esta noche nuevamente entre en uno de mis sueños que me debilitan, cosa que no debería pasar, a los vampiros no nos ocurre eso, a no ser que alguien me este atacando haciendo que me sienta mal volviéndome inútil física y animicamente. ―¿Porque somos iguales? ―me atrevo a preguntar mientras la observo con at
Observo desde mi asiento como Osmar entrena con los guerreros de mi padre, sin duda es un luchar muy fuerte y hábil, mientras pelea con los mejores y mas fuertes guerreras noto que en el campo se vuelve un hombre violento y frío, ataca paso a paso con una destreza implacable. ―Es un placer entrenar con usted su majestad, el mejor guerrero de Neruda ―hablo el capitán del ejercito de mi padre, y es increíble que lo elogie el, pues lo eh visto entrenar y es un hombre que se mueve con mucha brutalidad, aunque sin control, a diferencia de Osmar. ―Me atrevo a decir que que Osmar es el mejor guerrero de los cuatro reinos ―aparece mi padre. ―Gracias ―Osmar responde a los halagos de ambos hombre mientras me observa, pues sabe que lo estoy esperando. Anoche cuando lo abrace luego de estar de nuevo dentro de esos sueño tan reales, me sentí bien a diferencia de las otras veces, Osmar dijo que era porque tenia un contacto físico con el, pero no me quiso explicar mas sobre el asunto, pero en fin
Observo por la ventana de la habitación de Osmar, pues aquí estoy esperándolo mientras el se baña luego del entrenamiento. Luego de que me despertara en la madrugada, no quise dejarlo ir, así que se quedo a dormir conmigo y esta mañana nos levantamos juntos para ir al entrenamiento del que participaría el día de hoy. No puedo evitar sonreír al recordar lo plácidamente que dormí cuando se acostó junto a mi. No entiendo porque cada vez que estoy a su lado me siento muy bien además de feliz, diría que estoy enamorada sino fuera algo imposible. Salgo de mis pensamientos cuando siento que Osmar me abraza desde atrás. ―¿En que piensas? ―susurra en mi oído, sentir su cuerpo junto a mi, su dulce olor hace que una sonrisa aparezca en mis labios. ―En lo bien que descanse cuando te quedaste conmigo ―admití voltean dome, pues luego de lo que ocurrió esta madrugada generamos una confianza inmensa. ―Pronto te ayudare a dormir todas las noches ―se aleja de mi. ―¿Que haremos ahora? ―pregunto trat
Mi corazón nuevamente comienza a latir tan rápido que siento que va a salirse de mi pecho, pero a pesar e todo eso siento el brazo que me tiene sujeta a un cuerpo. ―¿Evelyn? ―escucho la voz de Osmar llamarme a lo lejos. Quería poder despertarme, abrir los ojos y poder verlo, pero no podía, es como si nuevamente no pudiera controlar mi cuerpo y su reacción. ―Tranquila, estoy aquí ―nuevamente escuche a Osmar― siento que tengas que pasar nuevamente por esto ―se escucha afligido― por favor Issabel, ayúdala ―escuche que le pidió a la misteriosa mujer igual a mi― todo esto es mi culpa, todo lo que te sucedió y lo que ahora le esta sucediendo a Evelyn es mi culpa ―se lamenta llamando mi atención haciendo que olvide todo el mal estar que esta sintiendo mi cuerpo― lo haría todo por ti Evelyn, pero esto escapa de mis manos ―siento como me mueve apegándome a el en un abrazo, haciendo que me sienta menos grave. ―Estas aquí nuevamente ―de repente dejo de sentir a Osmar para aparecer en otro de
Ya casi esta llegando el día de la boda, pues estamos a penas a ocho días, parece que cada vez llega mas rápido el evento de mi vida. Cada vez me siento mejor cuando tengo un sueño, y cuando despierto Osmar que se ah estado quedando conmigo, me trata de una manera muy delicada y preciosa. Osmar me ayudaba a concentrarme en otra cosa y no en el mal estar que llega a mi cuerpo, hasta creo que en algún momento va a desaparecer. ―Esta todo bien y casi listo―habla Abi tratando de llamar mi atención, pero no funciona, mi vista se encuentra en el campo de entrenamiento, mas precisamente a donde se encuentra mi casi marido. ―De niña siempre soñé casarme con un hermoso príncipe guerrero ―suspire embobada por ver sus músculos al desnudo bajo una capa de sudor. ―Uno que tienes todas las noches en tu cama incluso desde antes de casarte ―me respondió picara. ―¡Pero solo eso! ―exclamo avergonzada, pensé que nadie se había dado cuenta de que Osmar todas las noches se cuela en mi habitación. ―¡Tr
―¿Quieres? ―pregunta Osmar llevando un trozo de pastel a mi boca. Me avergüenzo que lo haga frente a Abi y Octavio, pero lo acepto, se perfectamente que lo hace para marcar territorio frente a mi antiguo pretendiente. ―Mejor me retiro ―Octavio se pone de pie sin ocultar su enojo― vendré otro día a visitarte ―continuo observándome. ―Esta bien que te retires ―responde Osmar― vete con cuidado y por favor no vuelvas ―habla tajante. ―No te preocupes por mi ―le respondió con una falsa sonrisa antes de retirarse. ▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬ ―¿Y que se siente estar a punto de casarse? ―pregunta curiosa Abi mientras almorzamos todos juntos. ―Pues la verdad no se si me siento diferente ―admito confusa― Osmar es muy dulce y bueno conmigo ―digo haciendo que el me observe sorprendido con una sonrisa― así que puedo ser yo misma ―termino dedicándole una sonrisa radiante. ―¡Que lindo es ver tan hermosa pareja! ―exclama mi padre emocionado― estoy impaciente porque llegue el día en que se unan en matrimo
De nuevo comienzo a sentir un dolor insoportable en todo mi cuerpo, tengo dificultad para respirar, además de comenzar a sentir que me estoy alejando de sentir la realidad, hasta que me encuentro dentro de uno de mis ya no tan recurrentes sueños, pero esta vez aparezco en un lugar diferente, pues ahora me encuentro en un lugar húmedo, lúgubre y sucio, esposada de manos a una de las paredes mientras las ratas corren chillando frente a mi. Esta vez intento controlar mi cuerpo pero es inútil, se mueve, pero no soy yo quien lo controla. Escucho pasos acercándose a mi, levanto la mirada encontrándome con la extraña mujer que apareció en uno de mis primeros sueños, Annabel creo que era su nombre. ―Al fin despierta la princesa ―habla con una sonrisa macabra mientras me dedica una mirada de odio. ―Sabes que Osmar vendrá por mi ―digo y me sorprendo de lo que sale de mi boca. ―Es hora de que te des cuenta que apenas estés muerta Osmar volverá a mis brazos ―dijo antes de salir del lugar. ―¡I