Observo por la ventana de la habitación de Osmar, pues aquí estoy esperándolo mientras el se baña luego del entrenamiento. Luego de que me despertara en la madrugada, no quise dejarlo ir, así que se quedo a dormir conmigo y esta mañana nos levantamos juntos para ir al entrenamiento del que participaría el día de hoy. No puedo evitar sonreír al recordar lo plácidamente que dormí cuando se acostó junto a mi. No entiendo porque cada vez que estoy a su lado me siento muy bien además de feliz, diría que estoy enamorada sino fuera algo imposible. Salgo de mis pensamientos cuando siento que Osmar me abraza desde atrás. ―¿En que piensas? ―susurra en mi oído, sentir su cuerpo junto a mi, su dulce olor hace que una sonrisa aparezca en mis labios. ―En lo bien que descanse cuando te quedaste conmigo ―admití voltean dome, pues luego de lo que ocurrió esta madrugada generamos una confianza inmensa. ―Pronto te ayudare a dormir todas las noches ―se aleja de mi. ―¿Que haremos ahora? ―pregunto trat
Mi corazón nuevamente comienza a latir tan rápido que siento que va a salirse de mi pecho, pero a pesar e todo eso siento el brazo que me tiene sujeta a un cuerpo. ―¿Evelyn? ―escucho la voz de Osmar llamarme a lo lejos. Quería poder despertarme, abrir los ojos y poder verlo, pero no podía, es como si nuevamente no pudiera controlar mi cuerpo y su reacción. ―Tranquila, estoy aquí ―nuevamente escuche a Osmar― siento que tengas que pasar nuevamente por esto ―se escucha afligido― por favor Issabel, ayúdala ―escuche que le pidió a la misteriosa mujer igual a mi― todo esto es mi culpa, todo lo que te sucedió y lo que ahora le esta sucediendo a Evelyn es mi culpa ―se lamenta llamando mi atención haciendo que olvide todo el mal estar que esta sintiendo mi cuerpo― lo haría todo por ti Evelyn, pero esto escapa de mis manos ―siento como me mueve apegándome a el en un abrazo, haciendo que me sienta menos grave. ―Estas aquí nuevamente ―de repente dejo de sentir a Osmar para aparecer en otro de
Ya casi esta llegando el día de la boda, pues estamos a penas a ocho días, parece que cada vez llega mas rápido el evento de mi vida. Cada vez me siento mejor cuando tengo un sueño, y cuando despierto Osmar que se ah estado quedando conmigo, me trata de una manera muy delicada y preciosa. Osmar me ayudaba a concentrarme en otra cosa y no en el mal estar que llega a mi cuerpo, hasta creo que en algún momento va a desaparecer. ―Esta todo bien y casi listo―habla Abi tratando de llamar mi atención, pero no funciona, mi vista se encuentra en el campo de entrenamiento, mas precisamente a donde se encuentra mi casi marido. ―De niña siempre soñé casarme con un hermoso príncipe guerrero ―suspire embobada por ver sus músculos al desnudo bajo una capa de sudor. ―Uno que tienes todas las noches en tu cama incluso desde antes de casarte ―me respondió picara. ―¡Pero solo eso! ―exclamo avergonzada, pensé que nadie se había dado cuenta de que Osmar todas las noches se cuela en mi habitación. ―¡Tr
―¿Quieres? ―pregunta Osmar llevando un trozo de pastel a mi boca. Me avergüenzo que lo haga frente a Abi y Octavio, pero lo acepto, se perfectamente que lo hace para marcar territorio frente a mi antiguo pretendiente. ―Mejor me retiro ―Octavio se pone de pie sin ocultar su enojo― vendré otro día a visitarte ―continuo observándome. ―Esta bien que te retires ―responde Osmar― vete con cuidado y por favor no vuelvas ―habla tajante. ―No te preocupes por mi ―le respondió con una falsa sonrisa antes de retirarse. ▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬ ―¿Y que se siente estar a punto de casarse? ―pregunta curiosa Abi mientras almorzamos todos juntos. ―Pues la verdad no se si me siento diferente ―admito confusa― Osmar es muy dulce y bueno conmigo ―digo haciendo que el me observe sorprendido con una sonrisa― así que puedo ser yo misma ―termino dedicándole una sonrisa radiante. ―¡Que lindo es ver tan hermosa pareja! ―exclama mi padre emocionado― estoy impaciente porque llegue el día en que se unan en matrimo
De nuevo comienzo a sentir un dolor insoportable en todo mi cuerpo, tengo dificultad para respirar, además de comenzar a sentir que me estoy alejando de sentir la realidad, hasta que me encuentro dentro de uno de mis ya no tan recurrentes sueños, pero esta vez aparezco en un lugar diferente, pues ahora me encuentro en un lugar húmedo, lúgubre y sucio, esposada de manos a una de las paredes mientras las ratas corren chillando frente a mi. Esta vez intento controlar mi cuerpo pero es inútil, se mueve, pero no soy yo quien lo controla. Escucho pasos acercándose a mi, levanto la mirada encontrándome con la extraña mujer que apareció en uno de mis primeros sueños, Annabel creo que era su nombre. ―Al fin despierta la princesa ―habla con una sonrisa macabra mientras me dedica una mirada de odio. ―Sabes que Osmar vendrá por mi ―digo y me sorprendo de lo que sale de mi boca. ―Es hora de que te des cuenta que apenas estés muerta Osmar volverá a mis brazos ―dijo antes de salir del lugar. ―¡I
Logre despertarme gritando agitada con todas mis fuerzas, con mi cuerpo completamente tenso.―Morí... ―dije llorando cuando Osmar me abrazo tratando de calmarme.―No cariño ―me da suaves caricias― tu no estas muerta.Eso no era un sueño normal, eso tiene que ser lo que vivió Issabel, ella conoció a Osmar, además de que esa mujer la asesino.―¡No quiero morir! ―lloro desesperada mientras aun grito con todas mis fuerzas, podía sentir como cada vez Osmar me apegaba mas a el, sus brazos me sujetaban con fuerza, sentía como mis lágrimas corrían a mares por mi rostro cayendo sobre su torso desnudo. Sentía como mi interior se rompía al recordar como sentí morir, de solo recordar mis sollozos y gritos aumentan, el dolor es demasiado grande y estoy segura todos me escucharon.―Tranquila ―Osmar seguía acariciándome en sus brazos.―Lamento que hayas vivido eso, lamento que te haya sucedido eso por mi culpa, lamento que todo lo que te sucede sea tu culpa ―susurra mientras siento como comienza a l
Aun me siento desahuciada, siento los ojos cansados, pues el recuerdo de mi sueño vuelve a mi mente una y otra vez haciendo que mi interior se desgarre de dolor brusco, mientras el aun sigue abrazándome.―Osmar... ―susurre con voz ronca de tanto llorar, el se alejo un poco de mi sujetando mi rostro para observarme, pude ver nerviosismo en el.―Me preocupa que cuando lo sepas te alejes de mi ―hablo lentamente haciendo que retroceda un poco.―Necesito saber ―le ruego.―Tu moriste hace novecientos años ―soltó.―Yo... no estoy muerta ―replique confundida, Osmar sostuvo mis manos y me observo a los ojos, estábamos tan cerca que puedo sentir su aliento chocar contra mi rostro.―Tu eres una reencarnación, se que no es algo fácil de entender o creer... pero es así, tu moriste ―mas lágrimas comenzaron a rodar por mis mejillas sin poder evitarlo, comencé a sollozar porque no podía creer lo que estaba escuchando.―Nec
―¿Como es posible? ―pregunto apenas audible.―No lo se Evelyn, yo no espere que reencarnaras, cuando te vi hace muchos años aquí mismo en tu reino durante una reunión del consejo no lo podía creer ―soltó.―¿Lo supiste apenas me viste, por eso quisiste casarte conmigo? ―pregunte preocupada, me dolía que Osmar quisiera casarse conmigo por ser la reencarnación de su primer amor.―Te quise desde el momento que te vi porque nuestras almas se reconocen, nacimos para estar juntos, somos almas gemelas, porque tu alma y la de Issabel son las mismas, eso es reencarnar.Me asustaba todo lo que me estaba enterando en estos momentos, pues jamas espere que fuera algo así lo que me ocultaba Osmar, pero ahora entiendo como me sentí cuando llego aquí y se me acerco, ahora comienzo a entender muchas cosas como el en algún momento me dijo.―Yo creo que es suficiente por hoy de información, no debes agobiarte ―dice serio.―Solo por ahor